lunes, mayo 24, 2021

Mi nieto es tan del mismo Washington, como yo de Bilbao

Pero pese a esa sacralidad, no habla ningún idioma, acaso balbucea un vocabulario mínimo, casi infinitesimal, de español. Ayer en el Zoo de Washington estaba -vía video- fascinado con los pelícanos, a los que su padre nombraba a viva voz, para que el siguiera con su sintagma preferencial -tiene como dos-:  aiestá.
Mi nieto, como acostumbro a propalarlo, va a una guardería Montessori en la que solo se habla español, ojo, centroamericano: candencioso,  palmeral, melodioso como la canción infantil "La vaca Lola".
En el Zoo oyó hablar a otros niños inglés y me pareció que los miró como si se trataran de una minoría étnica. Igual obedece a que las nenas hispanas o prohispanas de su clase  son de tan  rubias casi albinas. Pues cómo serán los anglos anglos, te preguntas.
Aquí un llamado a mis amigos colombianos, Clara, Gabriel u otra Restrepo Forero. ¿por qué la seño María, creo que salvadoreña, en lugar de oreja dice oído?
Si el mejor español (hablado y escrito) es el colombiano-peruano ¿cómo es que  en su Hinterland se han abreviado de oreja? 

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