jueves, noviembre 30, 2017

Nuestro grupo opta por la multiculturidad

Ayer quedé con el catedrático en el Mencey, antes me había mandado un video de él con un parlamento que  le sale como una clase magistral, lo hemos comentado. He bajado caminando, me ido hasta una conexión de la autopista, para computar más kilómetros y de allí al menceyato. En el Mencey se está muy bien, te sientes distinto, entre  colonial, caballero del sur y burgués de gustos exquisitos (cervezas). De ahí nos hemos ido a comer al Gom. Debajo del Taburiente, atrás.
Le he hablado de constituir  una facción autónoma de Mákaros, de periodicidad mensual reglamentaria y le he contado los   pormenores del lunes a partir de cuándo se marchó con Fer.
Fue la noche  más movida de Los Reunidos de toda nuestra historia. Estando todavía con Fer y   Rapso que me  vino a dar su último libro poemático (¿poemático? suena mejor), entraron  dos  tías,   me  fijé  en  un mujer interesante de  visionar.
-¿No le has visto?-me dice Fer
-¿A quién?
- A E..ita, acaba de  entrar, que  cabrona, no ha saludado.
-Ah sí, yo me he fijado  en la rubia alta en toda su verticalidad.
Le llamo a  Xabier un camarero de Los Reunidos, le voy cambiando el nombre, ese es el tercero, también a los más simpático/as, menos a nuestra intocable Claudia ya en Milán. Con los camareros tenemos tal relación, que son también de la pandilla. Lo que pasa es que están de pie, no se sientan con nosotros y se ausentan a atender, pero compartimos  información, vicisitudes y bromística general. La otra vez me  dijeron  que los lunes no eran lunes porque íbamos nosotros. Que también nos decía la bellísima Claudia.
-          Xabier, tráeme por favor una hoja y un  boliedro-me trae.
-          Este es un mensaje para aquella  que ha entrado y que están al fondo
-          ¿Para E..ita
-          ¿Por qué sabes cómo se llama?
-          Porque soy camarero y viene mucho-me dice-; a ver que mensajes le pones que no quiero que  me dé una hostia.
-          Escribo: E…ita Soy jose lizundia, estamos  fuera del bar  Fer y yo, has pasado delante de nosotros y nos has omitido, espero que cualquier supuesta ofensa pasada no haya influido  en tal descorazonador  abstencionismo,
-          Mis respetos
Vuelve Xabier, que  no os ha visto. Mentira. Cuando salen me presento a su amiga rubia, alta y displicente, les beso la mano a las dos.
-E…ita ¿a qué ningún admirador te ha mandado un mensaje por camarero? Para que luego me desconsideres tanto. ¿A que ha sido una escena muy fin de siecle?, qué poco romántica eres, hija- le espeto. Se pone a hablar con XY que entre tanto ha llegado.
-E..ita, no me guardarás rencor por el cumpleaños de Rosita, se comentó (en realidad tenía planning) que te fuiste por mi culpa, y eso me llena  de sinsabor, zozobra, amargura y  hondo pesar.  ¿Sabes lo que es  eso?
- No, que va.
En estas llega la facción extranjera de la pandilla (los  incorporados el  lunes). Hemos quedado todos para el lunes próximo, ya con mesas integradas. Les  conocemos, yo me informo. Un rubio, una chica negra y alguna más, hablan todos solo  en inglés y les encanta beber tanto como a mí. Ocurre que toman chupópteros, indagué: tequila. Son un aliciente. Los únicos que suscitaban interés.
Donde trabajarán estos y otras disquisiciones de similar tenor sin llegar a atormentarnos, nos obligan a  conjeturar. Estaban en mesas contiguas y va Belén  se acerca y les empieza a preguntar cosas en  inglés, él es noruego, la negra en principio sueca y la tercera tipo Garbiñe Muguruza venezolana. Al poco se forma la comunión. El noruego trabaja  en casa y sabe bastante español, vamos de sorpresa en sorpresa, la chica negra es residente en  Suecia y es hija de hutu  y tutsi, ¡no  me lo puede creer!, padre católico,  ella nació  en  Kenia y tiene pasaporte de Burundi. Su tercer idioma es suahili. Le diré  después:  next Monday: Burundi Passport. Yes, of course.  Le hablo de Ruanda,  Burundi  y Uganda  y le  aso a preguntas. Ella se siente  muy a gusto porque nadie había mostrado  tanto interés por sus orígenes  como yo. Le oigo decir a XY que mi interés  era verdadero, que me  volvían loco los extranjeros, que  es verdad.
La Garbiñe Muguruza  resulta que habla mejor  inglés que español.
- Más despacio. Esto no lo puedo  asimilar en una sola noche. Pero si   hablas un perfecto  español venezolano cómo  vas hablar  mejor y sentirte más cómoda en  inglés. No  entiendo nada-
- Porque viví mi adolescencia en Nueva jersey.
Le  digo al noruego Per, tú eres el  típico noruego sin historia, sin pasado    a diferencia de tus amigas, tu procedes  de noruego solo, como yo de baskisch. Por tanto no tenemos  nada que contar, ni tú  ni yo, solo preguntar.
Pues resulta que Garbiñe es doctora  y no de las cualquiera,  tiene una especialidad  de élite y hace urgencias.
Antes ha entrado una  como examiga o así,  la reconozco me  hago  el disipado y ella también. Va con una amiga al fondo, pero como E…ita  también tienen que salir. En el bar se ha socializado (drinking) porque viene a saludarme. Yo, lo  que nunca hago permanezco sentado como un maleducado, pero lo estoy haciendo adrede. Nos conocimos yendo a unos cursos sobre Lacan, el psicoanalista. Iban psiquiatras y psicólogos y los única alógenos éramos ella y yo, ella periodista y yo ni recuerdo ya qué. Quedábamos,  teníamos amigos en común. Hasta que un día me hablo despectivamente -ese tono progre tan abyecto- de  mi interés por el  Sáhara y se  rió del psicoanálisis. Cruz y raya.     
Tiene a su amiga  muy cerca, que compruebo  resulta visualmente amena. Ven,  que te voy a presentar le dice a ella. Entonces me levanto y digo; ya que he recibido una educación  muy esmerada, colegio alemán  y jesuitas, me levanto y me disculpo por no haberlo hecho antes.
Simplemente me sentí con  ellas como si me sobraran algunas décadas y se diera ese conato de percepciones, sugerencias, fantasías, satisfacción   de haber gustado (creo ¿no?) y demás. No me lo merezco, que todavía  pueda regresar al pasado.   

domingo, noviembre 26, 2017

Santa Cruz, la ciudad dinámica y alegre

De las mejores cosas dichas sobre mí que mas  me han gustado (suponiendo que no sea la única proferida) la dijo XY: Al final eres un baskisch que viniste a  Canarias y te  hiciste africanista.
No me iba hacer godo-fiesta-mago (tan acumulativamente desangelados), con  todo mis respetos  a las etnicidades.
Mañana me da su nuevo libro mi amigo el Rapsoda. 8.30 en Los Reunidos
Lo presenta el día  22 del mes próximo, pensaba irrumpir,  pero estaré fuera. Lástima.
Leí con mucha comprensión que Santa Cruz era una de las ciudades más feas de España. Miré  a sus acompañantes en el listado del oprobio  y al encontrar a Eibar y Algeciras, pensé que era una lista realizada conforme a parámetros muy científicos. He pasado este año por esas dos ciudades. Eibar la sobrevolé en marzo, se sobrevuela literalmente ya que si hubiera que atravesarla habría que utilizar ascensores mineros, para poder alcanzar el fondo. Hace  años fui del pueblo de la costa de veraneo a Loyola, me  dio por los Jesuitas. Había estado con ellos aunque mutuamente muy desinteresados.  Uno de mis  humildes experiencias es haber  realizado los famosos  ejercicios espirituales   de S. Ignacio. Como siempre sin creérmelos. Vuelvo  al  viaje, de regreso atravesé Eibar por curiosidad –un  amigo mío de juventud vivió allí-, en la sima, el tráfico y el calor guillotinaban. También he estado este año en Algeciras. A la ida a Marruecos buscando un Santander pasé por el mercado, ominoso como toda la ciudad,  a la  vuelta perdí el autobús de Cádiz por mi  torpeza y tuve que esperar aún más. Hace años dormimos en la Línea de la Concepción, para protesta encendida de E. Veníamos de Tánger. Me acuerdo de todo lo que hice en secuencia cronológica detallada. Avistamos algún yonqui y la calle central rezumaba mucho ambiente, sociabilidad y contento de la vida claramente andalusí. Es un lugar donde podría vivir tranquilamente feliz. Además es la patria  de Andy y Lucas. Que creo  que  es con lo  que asociaba  E. la ciudad, Cuando  vi por primera vez a Melendi  con sus rastas y tatuajes  lo ubiqué en La Línea. Luego resultó astur de todo asturianismo.
Esta mañana después de muchos meses he bajado en domingo a la ciudad marcada de deshonra. He bajado haciendo slalom gigante, para poder computar 12 kilómetros. Ando como un burro viejo. No soy quien fui, pero soy muy dado a los excesos y me encantan  los extremos, para hacerlo  moderado no lo hago,  lisa y llanamente así. He dado la vuelta por el perímetro del Palmetum y solo me he cruzado con un par de extranjeros de mi edad. Finalmente he recalado en el Atlántico. Mi  vida discurre fuera de casa  únicamente  en Los Reunidos, todos los lunes que es cuando bajo caminando a la ciudad.  Ayer saliendo de Mercadona vi encenderse  la gasolina, no había puesto gasolina desde antes de verano o por ahí, no salgo, no uso el coche, los lunes  bajo caminando. Mi visión de Santa Cruz ha de estar diluida, evitada, solo voy donde me gusta ir: Los Reunidos  y el Oliver que por una cosa u otra no es mensual. Otra vez aplazado el encuentro.
A mí ni se me ocurre bajar a Santa Cruz a dar una vuelta o a caminar. Posee todo mi absoluto desinterés como ha sido siempre. Bajo poco y  a gusto por las citas. Más que fea, bonita no es en absoluto, es de  ganga y baratillo, siempre sugiere aluminosis. El centro parecía un barrio de mi ciudad. Cuando conocí Santa  Cruz, solo  me gustaban sitios muy  concretos. Es barata, dolientemente anodina, sin carácter, sin tono, chispa, respiración, de forma que tampoco tiene nada medio patético, repelente, crudo  que pudiera  interesar. Es el amorfismo de laboratorio, el vacío de Gauss.
Es una ciudad en la que no hay nada que escuchar,  jamás tienes  que poner la oreja porque   es imposible oír que se diga algo, de lo que sea; ya lo del humor o su absoluta ausencia es algo de muy antiguo descubierto. Es el gran endemismo.  Lógicamente con este acervo, es, ha de ser  con  mucho la primera ciudad de España en aburrida. XY no se cansa de repetirlo. Ginebra con Calvino sería una fiesta continuada. Aburriría hasta a Calvino. Cuando se haga la lista nadie le disputaré  el último escalón del podio. Sin venir a cuenta, por otra  frustración, lo seguimos comentando  

viernes, noviembre 24, 2017

Por aquí andan mis libros

Ayer hablando con Gaviño para otra cosa me pidió mi currículo. Miré en el ordenador y encontré uno de esos para solapa de libro. Lo que  tenía  que hacer era uno minucioso, y no tenía, claro.
Me puse a hacerlo y como tengo en un archivador mis recortes de prensa, comencé a mirar todo lo que me podía valer. Tenían que estar firmados. Busqué modelos, por ejemplo de Wikipedia, linkedin y lo iba haciendo, pasada media tarde podré leer, pensaba. Siempre me dejaba algo, había repasado el archivero y creía no quedar más, pues si me había dejado. Y aparecía lo que estaba buscando y otras cosas por donde ya había mirado. Luego tenía que sustentar referencias con las direcciones de la red. Estuve hasta al once y he acabé a la mañana siguiente. 
Es un CV muy honroso. Es casi como el de los profesores de Universidad, sí, en mi caso con varias universidades e institutos extranjeros de mucha altura. Algo inaudito. Gaviño me había dicho: no lo rellenes con tonterías que canta mucho. No tengo que meter paja (que fui tertuliano, jurado una vez, revistas menores), hay material suficiente.
 Mucho.
Del CV no se puede deducir que yo tuviera profesión, sino es  al comienzo. Al momento de empezar ya ha acabado. Bueno, ahora que pienso no es tan drástico como a mí me gustaría, ya que hay dos referencias a revistas concernientes (2) y a Web Concerniente (1) a profesión- pequeña filigrana. Le mandé el CV al necio –ayer me sacó de quicio, es como un aparato hidráulico que se mueve a golpe de pistón con rutina mecánica, y si tales cosas tuvieran que ver: pistón e hidráulica- y el necio me dijo que estaba incorrecto CV porque no puse Sr Advocat, un término corrosivo que me procura placer.
Es muy revelador, tanto como una placa, se ve  todo lo que me ha atraído e importado en la vida. Faltan partes que mejor no estén. Lo mismo me gustaría decir  de algún libro.
Disfruté haciendo el currículo. Tiene trazas académicas  no ya por los cuatro folios enteros a letra pequeña, sino por instituciones y referencias. Aparecen distintos idiomas en diversos apartados  Es lo más curioso e impropio. Alguien me dijo y no hace tanto que yo no tenía ninguna pinta de  ser Sr Advocat, como psicológica y moralmente. No había querido ver (no me interesa ver: porque a ver qué haces, a quien se lo explicas) esa incompatibilidad. Con lo académico me pasa parecido. A mí me gusta saber, sin que se me oculte, cito a Foucault, que saber es poder, que no tiene nada que ver con aprender lo que otros te enseñen. O las lecturas espontáneas  interesadas con los estudios reglados y normativos. Lo que no quiere decir que yo no escuche con los ojos abiertos a la gente que sabe. Me han influido muchísimo más unos pocos amigos por lo que aprendí de ellos, no tanto directamente como por los caminos a los que me indujeron a transitar, que todos los profesores. Que directamente ni uno existió para mí. No tengo nada que decir de ellos ni bueno ni malo. Siempre me mantuve distante y hostil, la vía regía para caer bien y poder ser enchufado. No hubo ni un solo caso de flaqueza por parte de ellos. Hombre, no era  lejano e incómodo, con algunos,  no, con todos sin excepción.
Por eso el currículo resulta tan espectacular.



domingo, noviembre 19, 2017

Mi prologuista, mi hijo y mi hermano

En plena efusión creativa, tras mi recinto amurallado, surgen nuevas ideas, intuiciones, e inauditas líneas críticas y de argumentación como vienen a ser los preliminares del sexo, que es cuando lo das forma y estilo, (no sé si entiende, no sé lo que digo) tras la pulsión que se ha cobrado enhiesta todo su vigor asemejándose  al tótem de los tohono de Arizona. Hola Arizona, hola Espy, hi Tucson. Oyendo al Bob Dylan de mi época
Acabo de leer en El País el fragmento del libro de Rafael Moneo (entre sus obras, la última vista por mí, la inmensa catedral de Los Ángeles), de cuya publicación ya sabía. Este arquitecto tan eminente  -Premio Prizker de arquitectura)  me confirma  lo que más  he destacado yo de la mezquita de Córdoba cada vez que he estado -se lo acabo de recordar a XY-: el perfecto engaste de la catedral en la mezquita de Córdoba, cómo gana el conjunto, cómo lo singular y ajeno logra acomodarse en el conjunto. Es lo que siempre he destacado de la mezquita, que ahora lo diga Moneo pues ha de significar que tengo cierta visión estética arquitectónica. Sigue Dylan y en El País, mi interés por  Al-Ándalus  
Mi amiga politóloga colombiana, editora de la web cplatam me hará el prólogo. Ya le he dicho que el libro estará para comienzos de año terminado. Esta es una época feliz por los contactos que se pueden tener sin salir de casa, que es lo que hago yo habitualmente y aunque tengo casa como un monasterio apenas traspaso mi celda. Últimamente justo cuando el largo verano está agotado subo a mi estudio de escritura a deleitarme con la estancia (creo estar en la costa de Maine, años 50, tiene esa evocación) y las vistas sobre la bahía y casi África. Por todos los espacios de los que dispongo podía estar trabajando en distintos géneros a la vez.
A E. le suelo pedir una crónica de sus viajes. Entre otras cosas porque si no, no cuenta. Esta vez por trabajo, porque por sin trabajo también viaja de lo lindo, de Buenos Aires, donde vivió. Hace años cuando las bodas de plata a punto estuvimos de celebrarlas yendo a Buenos Aires, no Argentina: cataratas, peritos morenos y zarandajas. Yo tenía poco tiempo y con mi propensión al desistimiento al final no fuimos: puse en cuarentena la ciudad y otra vez ganas de conocerla. Es una atracción que siempre he tenido.
Eguiar nuevamente explota sus dotes de hacer con concisión todo un  reportaje de lo humano, la anécdota (siempre lo más significativo, si sabes) y del lugar. Si escribiera en morse introduciría lirismo. Son también microrrelatos.
"La discusión teológica en la obra de San Agustín", así, al lado mío, tomando un café.  Los argentos siguen siendo fieles al tópico.
En la conferencia (por cierto, mi ponencia un éxito) hicieron derroche de sus cualidades y otros rasgos menos honrosos: verborrea, informalidad, chulería, tendencia al neologismo si este resulta en la duplicación efectiva del largo de la palabra y "puto amismo" por doquier. Algunos siempre se salvan, no obstante. Siguen siendo simpáticos.
Y Buenos Aires como siempre una delicia en primavera. Las jacarandas están exhuberantes y Puerto Madero ha crecido una barbaridad, pero con mucho empaque. Ahora estoy en mi antiguo barrio - Botánico- y se mantiene esplendoroso. También pareciera que se respira menos peronismo, lo cual era una cuestión ya higiénica. Seguiremos reportando”.
 Mi hermano, el intelectual mundano
Mientras yo observo una vida monacal como en una zuaia o morabito del Magreb, a todos los efectos, salvo el alcohol y la oración, mi hermano vive el desenfreno de la sociabilidad desbordada, como si fuera un joven de Vascongadas. Tiene una media novia que es Sra Advocat, un canon no excesivamente estimulante: una esteticista de botellazo  de barrio, es una starlet de Hollywood que escribe novelas. El otro día le tuve que decir, (solo le veo los lunes al enseñante intenso) “qué ¿te deja que le toques una teta? Ni se dignó contestarme, ¿serán las dos?
Se hace el interesante conmigo, porque yo observo el silencio, el aislamiento y habito en una zuaia  en el desierto o en las montañas del Rif. Entre tanto queda  con dos amigos también Srs advocts con los que come una vez al mes y se bebe su medida: 600cl. No le arriendo esa  ganancia. En el instituto tienen  despedidas porque son muchos y otra vez al mes se van a comer y a beber. Me dijo que uno se despide ya  como él hace conmigo “a sus órdenes” (lo debe repetir), tras yo hacerlo siempre con “perdón-gracias”. En su infatuación progresiva me confesó que con esos sintagmas, que los provoco yo, está aportando su impronta al instituto.
Ahora al margen de  los Srs advocats se siente satisfecho y mundano, y se permite tratarme con displicencia, (yo no tendría mundo y él sí) hoy me he visto forzado a decirle,  bueno nos veremos en enero; a qué hora, me contesta. Le he añadido en plan “Achtung, achtung”, sabrás que esta nochevieja como somos muchísimos (vienen de Mijas, Italia y USA)  tu silla peligra. Y como lo estás leyendo ahora, te mando este mensaje: ándate con ojo.  

viernes, noviembre 17, 2017

Mi amigo el Rapsoda me felicita

Al lado nací, ciudad muy considerada ahora
Desde que supimos que le veríamos nos pusimos muy contentos. Los amigos vitalicios son muy pocos. Conocí a su familia y él a la mía, llegó a conocer a mi padre en las únicas navidades que pasaron aquí. Yisas siempre recuerda que se bebieron una botella de güisqui entre los dos. Vivía en Madrid, es toledano, de la provincia. A él le acabábamos de conocer, era amigo de Al y Serena. Había perdido a su pareja y le ofrecimos pasar la navidad con nosotros.
El lunes pasado feliz encuentro en Los Reunidos.  Vino Yisas, estaba en el Puerto con su última novia. Nos conocimos en torno a los cuarenta y ya le he conocido a las siguientes (si no me dejo ninguna) a P, a M, a C, a A y el lunes he conocido a C.. No está nada mal, incluso supera a mi hermano. Estuvimos bastantes.
Yisas se ha ido a vivir a Toledo, se ha jubilado. Me dice, vivo muy cerca de la sinagoga del Tránsito. Ella es profesora de universidad en Galicia. Le cuento mi vida desde febrero de 2016 que se marchó, él la suya.
Tengo encontronazo con ella, que es francesa. Alguien le ha preguntado a quién vota y ha dicho a Podemos Marea, Belén supongo le ha advertido que somos anti. Eso ha bastado. Yo me he fundamentado con todo mi ímpetu de marine en mi familia nacionalista, en mis contactos terroristas y en mi marxismo –leninismo, todo de joven colonizado por la estulticia, la falta de  horizontes personales y enemistad con el mundo: era rebelde porque el mundo me hizo así.
Actué como si hubiera entrado en el salón del Oeste, disparando contra los estantes de las botellas, y las barajas de cartas. Bajé el pistón. Lasai! (tranqui en baskisch). Ella desde su bunker en lo alto del acantilado de las playas de Normandía acertó a decir, que ya sabía que yo era un personaje tipo inaudito. Yisas le debió prevenir sobre mí. También vino el Niño y aproveché la recomposición del adversario para intelectualizarnos.
Luego regresé a ella, con actitud mansa y sacerdotal. En un plis plas le adiviné que era hija de exiliados republicanos. También me dijo que había nacido en Toulouse. Como me puse hablar como si también   fuera un francés, que ignora completamente su idiomática (pero cuyos intelectuales son los que más he leído con diferencia), ella cambió silla con Yisas para situarse  a mi vera.  Le hablé de la asimilacionismo francés con los emigrantes frente al multiculturalismo británico, que era un país de acogida,  de la escuela pública, laica y republicana, de la presencia del Estado francés, de la arquitectura consistente, compacta de los edificios de la administración francesa. Le enumero algunos. Como tengo cierta cultura general, pude poner algunos conocimientos a desfilar por los Champs Elysees (de L´Etoile a la Concordia), como un 14 de julio cualquiera)
-A que podía ser francés- le reto-
-Sí, claro
-A que podría ser hijo de refugiados españoles-
-También claro.
Vienen en febrero de luna de miel entendí, a casa. Yisas también tiene la tarjeta dorada de tren para ir a Galicia los fines de semana.- iré a verle a Toledo. Me encanta viajar solo. 
El Rapsoda me felicita
Mi amigo el Rapsoda, Alejandro Suárez, me llama esta tarde por formar parte de la bibliografía del libro de la UNED que aparece arriba y abajo, para felicitarme. Estoy francamente satisfecho y no tengo la más mínima duda de que muchos, la mayoría, se alegrarán tanto como Raspso y yo, lo que resulta muy aburrido, la verdad. Es necesaria la disparidad, cierto rechazo, incluso un poco de inquina, algo que me está totalmente vedado. Y no sé porqué. 


miércoles, noviembre 15, 2017

Nuevo libro mio en otra bibliografía


No es como que un libro tuyo aparezca en una Universidad o Instituto: Max Planck
u otros similares, pero está muy bien. Satisface. Lo he encontrado porque tenía en google un "lizundia sáhara", por mi nombre no sale. Ahora he puesto "Sáhara lizundia"  y tampoco salía. Así de escurridizo es google.
Creo que es la cuarta bibliografía en la que estoy, una en una obra en inglés (estética vasca).
El mérito de una obra intelectual, crítica, ensayística y científica, afortunadamente no depende de las ventas (cultura del entretenimiento y evasión), sino de las veces que te citan. De la difusión selectiva de tu obra.
Creo que estoy en el "Control de Autoridades" de varios países por eso. 

domingo, noviembre 12, 2017

Chiquito/Wittgenstein

Según mi hermano son parte de las fotos oficiales, hubo un fotógrafo que no paró en su conferencia sobre Wagner (¡sobre quién si no!). Él, el hipster Arturo y su ladino servidor.
Pude perfectamente haber sido un gay porque nunca me identificaba con lo mayoritario, que me repelía. A mi amigo íntimo de cuando tenía 9, 10 años  le divertía leer, el fútbol, el cine. Yo leía cosas vascas que me producían nostalgia a una edad que es muy difícil poder  tenerla, lo que no deja de tener mérito, pero no me entretenía Salgari y otros clásicos, que mi amigo devoraba (se hizo doctor y seguro que todo lo que ha leído ha sido de niño), jugábamos a las canicas-fútbol y mi equipo era la Real Sociedad de San Sebastián en lugar del Athletic. Tenía como más pureza vasca Guipúzcoa. El cine me daba miedo, las películas de romanos y aventuras me parecía auténticas tragedias inhumanas. Me sigue dando. Tengo un concepto amplísimo de miedo, entra casi todo, no así las películas de guerra (la verdad es que la guerra siempre me ha atraído mucho, tengo la frustración muy imaginaria de no haber estado en la de Vietnam, que es la que me correspondía de haber sido californiano,  ya lo he contado), que me encantan si son de americanos. Ayer mismo me dijo XY: a ti que te pasa ¿Qué te daba miedo el cien de niño?
-Correcto.
En mi adolescencia se puso de moda uno que salía por televisión vestido de marinerito y que decía una de esas frases que luego todos repiten, me entraban nauseas, yo jamás las decía. Lo que las masas, multitudes, chusma repetían y reían yo  deploraba. Siempre ha sido así. De rebote el gusto y preferencias populares siempre rechazo, además con razón. Alguna excepción habrá.
Llegó Chiquito de la Calzada y antes que verle a él, oí a sus émulos reírse de sus gracias, remedar voces, imitar gestos, pasos… ¡cómorr…! que repetían, a lo que por  su talento jamás llegarían. Que los más sosos, aburridos, achatados, desleídos, seriados, prosaicos, manufacturados hasta morir, celebrasen aquello, me ponía enfermo. Consecuencia: lo desprecié.
Le fui prestando atención, y  le iba diferenciando de gregarios, banales, rebaño… hasta que lo   entronicé como un  tipo hiper original y absurdo, asaltante del lenguaje, debelador del sentido lingüístico, connotación y denotación, que el chiste fuera la excusa para todo ello -¡pobres cuentachistes de fiestas de empresa!- me asombraba: Chiquito/ Wittgenstein.
A Chiquito le vi dos veces en Málaga, una hace 13 ó 14 años, creo que en su barriada, a bordo de un Mercedes, y la otra también en Malacitania en la terraza de un bar.
A modo de diario, estoy convulso con mi cuarto libro del Sáhara, excitado. Marcha. Iluminaciones, relámpagos, encendidos…
En el artículo de debajo de E del The Washington Institute, aparece grafía árabe, arriba. Como aquí a la derecha en el blog. Qué arabización, sobre lo que estoy escribiendo. Él es especialista internacional en la lucha contra la corrupción. Ahí fue Túnez.
Ha llamado a la hora de comer desde el aeropuerto Dulles de Washington, volvía a Paraguay, escala en Panamá, de allí a Argentina. Hemos tenido una conversación chispeante.  

jueves, noviembre 09, 2017

Libros no recomendables. Uno abyecto

Un libro y autor abyectos, de un trasnochado, dogmático, ignorante, fuera del tiempo y el mundo
Me encontraba ayer en la gran librería de la cota 600, hablando con el gran filósofo/autoridad  de esa Facultad. Iba acarterado y profesoral.
-Al parecer no te has jubilado -le  espeté- señalando la cartera.
- Sí, pero ya sabes: esto nunca se deja-. Pensé para mí. Serás tú, que yo: ya, ya, jo, jo. Pregunto por profesores y por el filósofo vasco. Gran amigo mío,  que me manda postales vascongadas, llama por teléfono si pasa por mi ciudad, pero no quedamos  por si le vuelvo a provocar. Le puedo sacar de quicio. Dice a un amigo de esa librería, el intermediario por el que le mando mensajes,  que estamos en guerra fría, y que se ríe. A colación, los amigos que más me hacen reír son: Gaviño, totalmente top, él, mi hermano y Al.
El filósofo sabio, tipo Sócrates o Kant, me dice que él y mi amigo baskisch llevan un seminario o algo así sobre Heidegger. Sí,-le digo- la conversión del baskisch ha sido reciente ¿no? Pero intensa-. Me lo confirma. Y Heidegger para arriba y Heidegger para abajo. Están ungidos por la gracia de presocráticos y siguientes, ¡qué barbaridad! Mientras hablo y escucho estoy pensando para mí: aunque de joven jamás me plantee estudiar filosofía y letras, no estaba equivocado, porque qué devoción, dios santo. Estos ni ven pornografía.

Este legendario periodista, editor de Die Fackel en la Viena del primer tercio del Sxx, es un autor famoso por satírico, polemista y no casarse con nadie. Me debería gustar, otro intento.Nada  
Resulta que todos (todos son todos) los filósofos algo mayores que yo que conozco, todos fueron extraídos de seminarios o conventos, como la gravilla de las canteras.
Seguimos en la librería, aparece un godopeninsular que conozco. No deja de mirarme. Le digo al filósofo, he de irme. Tengo prisa, quiero llegar antes de la 1 a  casa para poder aparcar en la puerta.
En los estantes de la escalera están los libros del Sáhara, Magreb, África y yo necesito utillaje. Los tengo todos, menos uno sobre la agricultura africana, que dudo en comprar.
El godo peninsular me dice:
-Te iba a preguntar si eras de la librería, pero he pensado, que va, si tú eres abogado.
-Te equivocas. No soy un Sr Advocat, lo fui, se acabó, soy jubilado.
-Pues estás muy joven.
-Tampoco estoy muy joven. Visto como un joven ¿o no lo ves?
La verdad es que toda la ropa que uso está en una silla, al armario ni voy. Solo me pongo sudaderas que las voy alternando. Como llevo zapatillas y mis desplazamientos son mínimos, tampoco uso calcetines. El lunes pasado en Los Reunidos me dijo Belén que la única ropa que uso son dos sudaderas. Tengo más. Pero bajo las que llevan leyenda en el pecho.        


sábado, noviembre 04, 2017

Desde Marruecos, la traducción sigue

Ayer en la dentista entró uno que me debía conocer mucho, para mí, una silueta, ante mi cara de extrañeza, aunque adiviné de qué me podría conocer, me dijo: del sindicato. Mi verdadero enemigo de clase. Seguí mirando twitter en el móvil. Cuando estaba con la dentista pensé, no es propio de que con la educación tan excelente y tan poco aprovechada que recibí, me comporte  así. Al irme, me acerqué y le di la mano. Ya no estoy allí, me disculpé. Ya sé, me contestó. Como me he encontrado alguno más al tanto de mi situación triunfadora y de lo caro que les salió mi despedida y cierre  (ya me gustaría), pensé “qué famoso soy”. Justamente con los que menos querría  ser porque  no existen. Me recordó la dialéctica del amo y el esclavo de Hegel. Me reconocen (saben de mí, yo ni idea de ellos)  quienes yo no reconozco, recuerdo y creo no existen. Si me he quejado de incompatibilidad en otros ámbitos, en éste era máxima, volví a pensar que se hablará de mí entre gente que en su mayoría fueron bastante horror –no voy a entretenerme en explicarlo, estoy para entretenimientos más dignos- y yo en cambio no ya no  hablo de ellos sino que los tengo borrados de la memoria.
Justo aquí recibo llamada de Marruecos, hablo con Driss y Manolo me cuentan que la traducción de mi libro va. Me han hablado de otra posibilidad, pero como es eso solo, queda ahí. Manolo tiene la cualidad de alegrar siempre la vida.
Ayer lo estuve pensando a cuenta de que yo exista y ellos no (los otros). Si fueran otros de más talla o talla mínima supongo que me produciría una mínima satisfacción. Por ejemplo por lo que escribo, mis artículos, que los hago como un orfebre, un alquimista, un maestro en algo muy delicado. No los sé hacer mejor.  Yo siempre recibo opiniones favorables cualificadas, escasas pero cualificadas. Tampoco salgo de casa como para que ilustrados me palmeen la espalda.  Lo que me confirma mi valoración y me da seguridad. A una edad y con formación y conocimiento uno sabe perfectamente lo que hace.

La centrifugación y mareo con el tema catalán  es algo de lo que estoy saliendo. Me fui a la compra cuando la conferencia en Bruselas. Escribí mi columna, evito lo candente, los primeros planos, la opinión sobre lo acontecido y voy a lo subyacente, no me hago ese propósito sino que es lo que me sale. Quizá por lo que detesto la opinión común, los que hablan de todo sin saber de  nada, incapaces de aportar un ángulo distinto, nuevo, una idea personal, un plus de conocimiento, algo que merezca la pena escuchar.
Semiexpulsado del dantesco vórtice catalán he retomado mi cuarto libro del Sáhara. Me pregunta XY, pero tienes algo más que decir. Sí, este es el más novedoso. Todos los libros de los españoles que se han escrito en realidad son un solo libro: el metarrelato. Lo que infunde y cataliza. Wittgenstein me cae muy simpático, los libros, subrayados y no me acuerdo de nada. Creo que se me han quedado algunos conceptos  e ideas, pero no para decir salvo las dos frases archiconocidas, “como decía Wittgenstein”.
Una idea profunda, no había leído a Ishiguro, pero a cuenta de  él. Me confirma  una idea, la literatura  verosímil, de la vida, ha de expresarse en una suerte de realidad literaria ajena  a la realidad del mundo empírico. El valor literario se alcanza en la lejanía de la realidad humana descrita, en definitiva, en un trasmundo aunque emparentado. Por ejemplo, los diálogos siempre son sorprendentes. Nadie habla así, ni piensa así (bueno, el escritor), pero el resultado es óptimo, la vida real no vale mucho. La literatura no deja de ser una rebelión contra la vida.


jueves, noviembre 02, 2017

Mi hermano con sus colegas, y Wittgenstein

Me manda esta foto mi hermano de su última comida con sus compañeros del instituto con una pregunta: ¿Estoy integrado? Algo que le pregunté en su día,  de forma que cuando van de comida, con una frecuencia de cuadrilla vasca, se encarga de mandarme fotos, con la misma frase que se contesta en el mismo acto de proponerla. La semana pasada terminada la conferencia y tras cuchipanda en el Atlántico va y me pregunta, como si fuese yo (que hago ese tipo de preguntas) ¿quiénes hemos estado?
Está contentísimo en el instituto, como nunca le había visto. Me ha explicado muy bien la forma de ser y los valores de los profesores. Me los describió perfectamente, con diferencias enormes y sustantivas con los Srs Advocats. Yo también me puse a escribir en un post de hace tiempo sobre los últimos y me salieron un montón de adjetivos que tenían plena concordancia con sus valores y actitudes. Algo en lo que no había reparado. Dentro se te escapa todo, pero te conviene que sea así. Uno intenta sobrevivir y no obstaculizarse, ponerse trabas sicológicas mayores que las que ya tiene. Mi hermano y yo ahora, los dos   fuera ya,  es cuando cobra la auténtica dimensión y relieve la figura  del Sr. Advocat.
He descubierto –dentro si lo haces te amargas más- la absoluta incompatibilidad psicológica y de forma de ser mía con esa figura. Mi gran recuerdo  y la satisfacción que albergo de mi paso por ella, es el haberme demostrado lo importante que es amoldarte y sobrevivir en la incomodidad, en lo ajeno y refractario a ti. Buscar los resquicios para moverte mejor, con lo que es propiamente tuyo. Todo eso lo hice y me siento orgulloso de haber podido hacerlo. No es esto con lo que se identifica un ex Sr Advocat, ya lo sé. Pero casi ni recuerdo de cuando estaba en la función y menos la figura.  Viene a ser como si no hubiera estado nunca. Mi propio ser  (o mi ser más propio, Heidegger) era algo extraño a la profesión por lo que bajo ese prisma forzosamente es como ahora puedo mirarlo.
Desde fuera se ven mucho mejor las cosas que desde dentro, hay perspectiva, me pasó con el País vasco, lo que te precedía y veías natural, como un sólido orden de las cosas, en absoluto eran como te venían dadas. Siempre he presumido saber de  lo que  me resulta fácil escribir y de lo que no. Después de la intensa adjetivación  que hice de los Srs "A" supe que yo podía escribir un libro sobre esos Srs. Porque nadie como yo, y con un par de habilidades, había estado con ellos. O si fuera otro pertenecido. Pero, no gracias, solo fue un pensamiento voladizo. Incluso asustadizo.
En el próximo Mácaros  tenemos el Tractatus de Wittgenstein. No lo pude leer: muchas fórmulas matemáticas, pero ahora no lo encuentro. Mejor, pero tengo 4 ó 5, dos muy amenos e instructivos porque uno es biográfico con mucha de su filosofía y el otro es sobre él y la Viena de comienzos del SXX, algo excesivamente sublime. Todas las artes, pensamiento y tipos inigualables allí rebullían. Mira por donde, ahora que lo pienso no sale un solo Sr.
Veamos algunas  hechos de  nuestro autor (por cierto: el mundo no está compuesto de objetos, sino de hechos).   Bertrand Russell comentó que se sentía feliz cuando se demostraba que algo no podía saberse. También mostrar algo por lo que no se decía.