Al lado nací, ciudad muy considerada ahora
Desde que supimos que le veríamos nos pusimos muy contentos.
Los amigos vitalicios son muy pocos. Conocí a su familia y él a la mía, llegó a
conocer a mi padre en las únicas navidades que pasaron aquí. Yisas siempre
recuerda que se bebieron una botella de güisqui entre los dos. Vivía en Madrid,
es toledano, de la provincia. A él le acabábamos de conocer, era amigo de Al y
Serena. Había perdido a su pareja y le ofrecimos pasar la navidad con nosotros.
El lunes pasado feliz encuentro en Los Reunidos. Vino Yisas, estaba en el Puerto con su última
novia. Nos conocimos en torno a los cuarenta y ya le he conocido a las siguientes
(si no me dejo ninguna) a P, a M, a C, a A y el lunes he conocido a C.. No está
nada mal, incluso supera a mi hermano. Estuvimos bastantes.
Yisas se ha ido a vivir a Toledo, se ha jubilado. Me dice,
vivo muy cerca de la sinagoga del Tránsito. Ella es profesora de universidad en
Galicia. Le cuento mi vida desde febrero de 2016 que se marchó, él la suya.
Tengo encontronazo con ella, que es francesa. Alguien le ha
preguntado a quién vota y ha dicho a Podemos Marea, Belén supongo le ha
advertido que somos anti. Eso ha bastado. Yo me he fundamentado con todo mi ímpetu de marine en
mi familia nacionalista, en mis contactos terroristas y en mi marxismo –leninismo,
todo de joven colonizado por la estulticia, la falta de horizontes personales y enemistad con el
mundo: era rebelde porque el mundo me hizo así.
Actué como si hubiera entrado en el salón del Oeste,
disparando contra los estantes de las botellas, y las barajas de cartas. Bajé
el pistón. Lasai! (tranqui en baskisch). Ella desde su bunker en lo alto del
acantilado de las playas de Normandía acertó a decir, que ya sabía que yo era
un personaje tipo inaudito. Yisas le debió prevenir sobre mí. También vino el
Niño y aproveché la recomposición del adversario para intelectualizarnos.
Luego regresé a ella, con actitud mansa y sacerdotal. En un
plis plas le adiviné que era hija de exiliados republicanos. También me dijo
que había nacido en Toulouse. Como me puse hablar como si también fuera un francés, que ignora completamente su idiomática (pero cuyos intelectuales son los que más he leído con diferencia),
ella cambió silla con Yisas para situarse
a mi vera. Le hablé de la
asimilacionismo francés con los emigrantes frente al multiculturalismo
británico, que era un país de acogida,
de la escuela pública, laica y republicana, de la presencia del Estado
francés, de la arquitectura consistente, compacta de los edificios de la
administración francesa. Le enumero algunos. Como tengo cierta cultura general,
pude poner algunos conocimientos a desfilar por los Champs Elysees (de L´Etoile
a la Concordia), como un 14 de julio cualquiera)
-A que podía ser francés- le reto-
-Sí, claro
-A que podría ser hijo de refugiados españoles-
-También claro.
Vienen en febrero de luna de miel entendí, a casa. Yisas
también tiene la tarjeta dorada de tren para ir a Galicia los fines de semana.-
iré a verle a Toledo. Me encanta viajar solo.
El Rapsoda me felicita
Mi amigo el Rapsoda, Alejandro Suárez, me llama esta tarde
por formar parte de la bibliografía del libro de la UNED que aparece arriba y
abajo, para felicitarme. Estoy francamente satisfecho y no tengo la más mínima
duda de que muchos, la mayoría, se alegrarán tanto como Raspso y yo, lo que
resulta muy aburrido, la verdad. Es necesaria la disparidad, cierto rechazo,
incluso un poco de inquina, algo que me está totalmente vedado. Y no sé porqué.
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