domingo, enero 29, 2017

Mákaros, sin brújula ni criterio

Como dice el sabio de mi hermano: “NO a autores y libros de aeropuerto o de autoayuda”
El clarividente, lúcido y humorístico resultó mi hermano, que rutiló en la oscuridad de la noche.  Pasan cosas muy curiosas. La mayoría, aprovechando que Carl Schimdt lleva más de 20 años muerto dieron prioridad a sus críticas y descalificaciones hacia él al interés por comprender al máximo su pensamiento y tratar de descubrir todas sus vetas. El autor pasó a ser un punching ball que sirvió al desahogo. Venían preparados para abatirlo. Siempre era Hitler el focalizado, la reducción y condensación  político moral, mostrando verdadero desinterés por su relación con el nazismo, pero aún menos por  su valía teórica en un amplísimo abanico de cuestiones, gracias a las cuales es la figura intelectual que sigue siendo. He leído varios libros sobre él y los  estudiosos de Schmidt conceden a ese vínculo la realidad que tuvo. Si el nazismo ocupó el poder de 1933 a 1945 (12 años) la creación teórica de  Schmidt –dada su longevidad- fue fácil de unos 60 años, en los que no paró de escribir, incluso pensar con una riqueza excepcional, intensa, contradictoria con diversos ejes y centros de gravedad que ayer se logró burlar ora con Trump ora  con Videla...
Tomaron al pie de la letra su principio político de amigo/enemigo y llegaron de enemigos. Yo intenté ir a su pensamiento, simplemente  a conocerlo mejor,  a descubrir los mayores  matices, contradicciones y sentidos de su obra,  no a entablar una guerra de posiciones (trincheras) previa. Conclusión  de la noche: que les cae muy mal y es muy nocivo –tan solo falacias- de alguien que en muchos campos (derecho público, historia general, teoría del Estado, historia de las ideas políticas..) es una autoridad que sigue vigente intelectualmente, sin que llamara la atención  el crédito que ha merecido  para la extrema izquierda del 68 y el populismo de hoy (con la teoría populista de la confrontación) , y su redición de sus obras.

La unidad y coherencia de las tertulias      
Mákaros ha funcionado porque se está recopilando su historia: Ex Doctor Harris ha llegado a 2013 por los libros y autores  más influyentes  de los últimos tiempos que hemos abordado. Han  entrado en nuestras lecturas fundamentalmente los clásicos del pensamiento político, moral, filosófico económico  del S.XX y algún anterior por su repercusión e influencia actual. Son autores que han tenido trascendencia, inaugurado campos, abierto horizontes o sido centro o eje de los debates intelectuales y culturales de hoy.  Esto es lo que nos ha dado unidad: Ideas políticas, morales, filosóficas, culturales, económicas de dimensión política, esa ha sido la matriz. Y su interés hoy.  No hubo ni  programa ni diseño previo. No fueron necesarios.

Hay que mantener radicalmente fuera las lecturas personales del momento
Deben quedar proscritas las lecturas ocasionales de los miembros de Mákaros. El disfrute o interés personal de una lectura reciente no sirve, porque es desviar y devaluar la historia, contenidos y línea de Mákaros. No son autores que hayan sido trascendentes, sean centro de debates o autores de referencia (citados, invocados, discutidos) en la actualidad. Todos hacemos lecturas y tenemos gustos propios. No puede ser que el criterio reciente de uno el que sirva de aval, porque no entronca ni se compadece con la lista de autores y su importancia. 

Sujeción al interés colectivo del grupo frente a los intereses personales
Mákaros es un grupo con unas bases que, no decididas expresamente, han cristalizado,   las lecturas ya hechas lo avalan por su congruencia. El contenido de autores y lecturas es plenamente coherente y homogéneo. Autores todos importantes. En muchos casos eran libros que teníamos pendientes y por tanto oportunidad. Por lógico un  grupo constituido por el interés intelectual, debe ser un lugar de intercambios de ideas, de perspectivas, reflexiones suscitadas (no previas traídas de casa). Este horizonte de sentido único se trunca si cada uno se ciñe a su parcela de saber, cosmovisión, paradigmas teorías.  Porque no es  un grupo homogéneo con un propósito o contenido predeterminados ni es ámbito de docencia y aprendizaje, ni tribuna de ideas que difundir, ni estamos conjurados en visiones o tesis.
No se entendería que yo acudiese con temas que creo  controlo. Lo lógico es que se me ocurra dejarlo todo  fuera al entrar,  porque yo no quiero proponer ni enseñar nada a los otros. No soy un creyente ni un reduccionista, ni tengo sistemas ni aprioris. A Mácaros voy básicamente a obligarme a leer  autores importantes y a debatirlos.
 No hay nada que organizar ni planificar ni programar
Sin pretenderlo ¡afortunadamente! ya lo hemos hecho. Nuestras lecturas fijan una unidad y congruencia plena. Nos ha salido una línea que no es  casualidad. Sin duda expresan nuestros interese intelectuales.  Hemos intentado amoldarnos a lo que podíamos compartir, que ha sido posible porque no nos hemos sujetado a gustos, primas o intereses personales. Y tampoco hacer prevalecer una determinada concepción del mundo o unas teorías determinadas. No hemos tenido interés en propagarlas. Hemos sido laicos, escépticos, curiosos, muy abiertos, desprejuiciados, ilustrados y con apetito de saber lo que no sabíamos o poco.
No hay absolutamente nada que construir, proponer, idear soluciones, pensar alternativas. De eso tampoco va.
  



viernes, enero 27, 2017

La tertulia mensual y consideraciones al margen

Mañana tenemos Mácaros en el Oliver. De siempre me lo preparo como si tuviera que  hacer una disertación. Aunque luego me limito a  disertar en lugar de como río caudaloso, como rápidos, saltos, cascadas y cabriolas de un torrente impetuoso.  Tengo mi propio estilo, que es lo más valioso que tenemos. Luego dicen que hablo mucho: me lo preparo mucho y soy simpático en todo momento. Aunque los invitados no suelan volver. El estado de excepción y el poder no comisarial de Carl Schmidt. Toda la semana con Carl Schmidt. ¡Que complejidad e intelectualismo!
Por fin sé por qué  también es inspirador de la extrema izquierda y que Pablo Iglesias lo cite. Eran muchos títulos y siempre su renovada presencia en las librerías como para no interrogarse por qué. Efectivamente podía ser utilizado por la extrema izquierda. Fueron los del mayo 68, y básicamente porque el Derecho público había de someterse a la política. Dejaba la legitimidad en la acción política y fuera del derecho constitucional, asunto de esbirros del poseedor de la batuta. He tenido que hacerme unas placas en la boca para mandárselas a mi primo y fije el calendario. En la librería del Cabildo me encuentro con una escritora que obtuvo hace unos pocos años el máximo premio literario del Archipiélago. El Nobel Canario de literatura. Le preguntó por el autor que estoy trabajando. Y  me dice “¿te lo han encargado?”
Como yo ni me relaciono ni salgo, si no es con amigos, ni por tanto sé nada del exterior, me ha parecido lisonjero, que alguien, una reina de la república de las letras, me coloque en esa susceptibilidad (es un forzamiento más de las palabras) de poder ser comisionado, muy lejos de otros mundos de Dios. Como dice Schmidt (comisarial) todo el rato, por otra parte.
Ahora lo más estimulante de mi vida es Donald Trump, me leo las dos páginas de El País a él dedicadas. No es para menos. Ocurre que no puedo escribir sobre él. No hay nada que aportar, porque está todo dicho. Sin embargo hay una diferencia, a los que he oído defenderle antes, son personas inteligentes y preparadas (y muy originales, que eso es lo que más excita), podía entenderles aunque no compartiera. Pero ya no. A ver qué digo pasado mañana. 


miércoles, enero 25, 2017

La subversión de todos los valores y los hechos

Si ya le iba todo muy bien a mi hermano (el segundo escarnecido después de mí pero antes de Rosana -el cierre de seguridad-, en un hito realmente insuperable e inimaginable...ocurrido) a partir de hoy le va ir mejor. Me había repetido de ir a la Península, incluso a Cádiz, lo que me apetece mucho y nos lo merecemos todos, pero yo tengo que ir a Bilbao a ponerme en manos del dentista (que tengo margen pues es mi primo)  e XY viene. O sea que al final todo se acumula. En marzo presento mi libro en Las Palmas –cuento con grandes apoyos-, aquí no sé cuándo y en mayo viajo a EE.UU. O sea que al final, mira por donde, todo se acumula. Lo descubrí ayer, sigo en estado de shock. De fenómenos sociológicos y psicosociales  excepcionales ahora tengo su constatación empírica a escala reducida. Todo resulta explicable, absolutamente todo. ¿Lo común?: Naa…
Mi hermano hoy, después de curricular (si se me permite el neologismo) la isla y cuando iba bien servido de trabajo, ha sentido la emoción -así me ha dicho- de verse en su elemento natural: el aula. Tendrá varias clases por semana, que aumentarán. Se traducirá en más demanda de viaje. Por lo que yo, como tendré que ir bastante a Bilbao, buscaremos hueco para ir a Tartessos y emborracharnos de cultura, liberalismo  y alcohol. Mi inducción a él al alcoholismo, va por buen camino. Aún no bebe como una esponja, pero todo se andará. Simplemente progresa, partía de muy abajo. No pretendo lisonjearme (¿neologismo?), pero no conozco a nadie que ame tan apasionadamente las tonterías como yo. Mi madre me pilló bien pronto.
Bien decía de mi hermano desde hace ya un tiempo, adrede, por algún incalificable que le iba a buscar trabajo de pianista, novia… dado en general a la befa con las risotadas que suplen su penuria humorística,  que era un tipo respetado por las élites profesionales, culturales e intelectuales.
En los terrenos culturales e intelectuales es algo que para los que se mueven por esos mundos es de total constatación. Cuando habla, la gente propende al silencio y la escucha, ahí no he visto una sola mofa. Ahora nos referiremos al profesional. A mí me ha contado hechos concluyentes varias veces, pero el último ocurrió el viernes. En un juzgado salió la magistrada y se dirigió a él, quería recordarle un juicio, que él no recordaba, pero ella le hizo memoria. Había sido hacía dos años o así, la magistrada simplemente quería decirle cómo le había impresionado su brillantez.
Me acabo de acordar de un hito noble de una gran amiga de mi hermano, catedrática de filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid, que  le confesó que define en sus clases a Heidegger o algún concepto de su filosofía, como lo hizo él.



domingo, enero 22, 2017

Tarde feliz









¡Sé lo que me espera la siguiente semana y próximo mes: veré a mi hermano reírse y contar cosas de Gaviño, sin parar. O “como dijo Gaviño...” Me comentó que  5 minutos con Gaviño equivale a infinitas reuniones o encuentros normales.
 Me ha mandado las fotos bajo el título “Tarde feliz, y el microcosmos de Gaviño”. Recuerdo que cuando tocaba el piano en la casa palacio de Carlos, en el salón del piano, hay varias salas, como nunca le había oído tocar, repetía gozoso: “estoy al borde del coma etílico”. El piano es de 1902, de encargo, de Berlín, mi hermano no había tocado en alguno similar (lo tocó hace años brevemente, sin afinar). Fue como siempre han sido los días con Carlos, inolvidables.
Es una persona con la que se trasciende los vínculos de amistad para imbricarlos con los familiares, que no dependen del contacto. Somos incondicionales y siempre estamos ahí, y lo sabemos. Empecemos diciendo que estuvimos en el bautizo de su hija arquitecta, que pudo ser el padrino de E. (lo que le hubiera gustado), que estuvo en Las Arenas y Mundaka, que sus padres invitaron a mis padres, a todos, al Club Náutico con un premio nacional de Bellas Artes que es muy amigo de Carlos y estaba en su casa. Esperábamos padres y padres  y novia de Carlos (intermatrimonial) en una terraza del Náutico para empezar a comer. Apareció tarde con una bilbaína de pésima catadura y estética tenebrosa. Recordando tantos viejos tiempos, ayer recordó  que se habían tomado 3 éxtasis de aperitivo, de ahí la tardanza. "Papá se comportó como un caballero" precisó. Nuestra querida M. la novia se sintió un poco ultrajada. Mantuvieron una guerra a  muerte, que ayer fue recordada su versión. Conocimos las dos.      
Comimos en un mal sitio que eligió Carlos, vámonos de aquí, dije; si ya he reservado. Esto es una cutredad, sostengo; pues aquí vengo con S. (una autoridad en distintos campos). Vamos a la Noria. Allí solo hay cucarachas. Vivo casi allí y jamás he visto una, será porque están todas en la cocina de aquí. ¿Quieres ir al casino (es socio de siempre, no por alpinismo)? Al casino, no gracias. Queda inaugurado el divertimento, las risas, las provocaciones, el camarero elegido por guapo, yo siempre le llamaba por otro nombre, los recuerdos. Eso lo sabes tú, me decía, por pasajes claves de su biografía y eso que solo le recordé los más benignos. Carlos no es de las personas con biografía, sino con vida novelesca. Un gigante de la seducción, el ingenio, el humor y la investigación, la provocación más radical, las hipérboles histriónicas (una hija actriz en Madrid) y el espectáculo, la maldad y la ternura, la inteligencia, la transgresión y el individualismo acerbo, el arte y la cultura, el máximo buen gusto, la generosidad, elitismo, incondicionalidad… que no tiene que ver con la continuidad y estabilidad física de las relaciones.
Juan que no es conservador, sino bibliotecario del Museo Canario, y que tiene el don de que a todos nos parece una persona muy encantadora nos trajo a los tres regalos. A mí un fular, que me llega en la época en la que me lo pondré.   


sábado, enero 21, 2017

Dos bodas y tres conjuras


Anteayer para quedar con mi hermano me dijo que al bar donde lo hacíamos últimamente deberíamos llamarlo el bar “horrible”. Y omitir descripciones GPS. Es muy “horreus” en decoración, el otro día casi toda la barra estaba llena de platos, vasos y demás, sin lavar. Lo que pasa es que como nos sentamos en una mesa y no miramos, bueno miramos el vaso por si acaso.
Hasta ahora no había querido meter la boda a la que invitamos a todos, pero me llegan tantas idioteces, que ahora sí. La boda sin exclusiones ni conjuras ni humillaciones también existió, hace relativamente poco.
Para no pasar de una tontería, ya está dando guerra. Fuera del lado hermético y poco aireado se ve de muy distinta forma. Espero ansioso pasar página. Enterrar todo ello.
Nuestro hermanamiento se  ha hecho aún más incondicional por las experiencias últimas vividas. Las peores con diferencia de los dos en materia de relaciones interpersonales. Mi hermano: su  más negativa experiencia ha sido superada con creces  y yo no he vivido nada parecido jamás, y ya tengo años. En mi familia y en el País Vasco la amistad era sagrada, la lealtad, confianza, franqueza, reciprocidad… los deberes y valores, nadie se los saltaba. Yo que he tenido muchos amigos, tipo relaciones auténticas, nunca podían pasar cosas así, lo que extendía a un ámbito que siempre se despliega o continua en lo más convencional, que después de tanto tiempo nos pudieran excluir todos a una. Exactamente todos los  que por ser de un pequeño grupo fueran invitados a la boda de mi hijo hace 2 años y medio, ahora  en una versión muy menor y conmemorativa, nos excluyeran. ¡Los más convencionales del mercado, no son gente sin formas, en absoluto! A nadie le pareció algo no muy presentable, que debiera reflexionarse, no, sino se conjuraron tres  veces. Primera: Para consentir y participar en la exclusión, sin  rechistar o pedir reflexión y algún punto de nobleza. El coro, porque no hay otra palabra, se conjuró después  (Segunda) para que no nos enteráramos. ¡Cómo que nos enteramos por internet de chiripa! ¿Por qué tanto interés en la ocultación, si era una tontería? Si es una tontería… Todas las cosas que me llegan como esta, hasta me las escriben- las vivo ya como una pesadilla que parece no tener fin. Qué ganas que pase el tiempo. La tercera, es la justificación unánime, de que era una tontería (pero secreta), que no es más que una “no invitación” (la sensibilidad no es su fuerte) exactamente igual de una que se fue,  e invitó después a un montón de gente a su boda (entraba todo el mundo, pero hubo bastantes ausencias; el ejemplo es buenísimo, ahora que lo pienso) y dejó a uno de los ahora implicados fuera: apenas se conocían ni coincidían. Rosana ha ampliado y fechado los datos de la grosera manipulación. Si yo me burlaba era porque  casi ni se conocían, menos para una invitación.  Si hubiera sido una verdadera “no invitación” no hubiera tenido gracia,  la premisa  previa del absurdo del enunciado hubiera faltado (¡lo que hay que llegar a explicar!), ni yo he hecho jamás esas cosas. Yo si hago daño es voluntariamente directo, explícito, odio el daño por el daño. Pero estos o no me conocen o les da igual todo. Esto, no toleran que se pueda frustrar sus diversiones, y como ocurre en estos casos  tempranos en los humanos, lo quieren todo. Dieron por razón legítima, ellos que simplemente  se habían dejado invitar, pues igual que a la boda de mi hijo, que mi ausencia era porque “no se llevaban”. Si eso era así por qué no paraban de reclamarme para acudiera al grupo, ¿querían bronca? Son así de coherentes. Lo que no sé es si la que les invitó a la boda otra, XY ¿tampoco se llevaba? Ahí no han entrado, lo suyo es el borrado a lo bestia y la irresponsabilidad plena. No interesa nada conflictivo, solo quieren no perderse nada.
Recibo un correo de una del grupo de fuera, de la Península, que fundida en la penosa versión del coro, dice que es una tontería ser excluido, mi hermano humillado, (el grado de empatía de algunos es de estudio) hace la comparación imbécil recién comentada, y da por hecho que no fuera invitado yo (de rebote, dice), otra  también  invitada por nosotros.
Lo sorprendente es que se olvida la primera pregunta "¿pero qué demonios os pasa a LGC y a ti, no sé nada, nadie me ha contado nada, para que no os invitara a ninguno de los tres, si iba de matrimonios? Desde luego algo muy gordo hubo de ser para que no correspondiera (por muy respaldado que estuviera en la exclusión), ¿qué pasó realmente?". Nada, que se olvidó de esto también.  Estoy abierto a una mayor concreción del "NO SE LLEVAN", seguro que entre todos se puede. Me conformo con hipótesis y especulaciones. Han faltado muchas cosas, una ha sido  el respeto. Algo que jamás he reclamado para mí nunca, porque generalmente aborrezco a quien lo hace. 
Ahora se quejan de este blog, del mensajero y tienen la máxima desfachatez de hacerse los ofendidos. No, no, y no. Uno me dijo que no se podían  defender del blog, ¡cuando a la vez me decía que me había contestado en el blog de una manera tan dura que igual rompíamos!, pues decía esto y a la vez que nadie puede defenderse (debió cometer un acto fallido porque no me llegó), basta contestar y decir que esa respuesta no es para publicar en el blog, mandar correos, SMS etc, ¡Que no podían contestar!, nunca le he oído decir tantas barbaridades. Nos sorprendió mucho sus argumentaciones. No parecía él. Jodér como está la tontería.  No quiero imaginar que fuera algo serio, no digamos grave.
A ver, quienes no tuvimos amigos auténticos (en el sentido de mi hermano y yo y de mi tierra) que nos defendieran de las falacias que soltaba LGC, de las mentiras fuimos nosotros y solo nosotros. De un ofensor consuetudinario y en directo de mi hermano. Nadie tampoco le dijo que era una discriminación, que no solo discriminaba sino que había una humillación asquerosa,  que se lo pensara, siendo tan convencionales, que habían estado todos en la boda de mi hijo, que no les comprometiera a ellos. Que las exclusiones no tienen enmienda, y que estaba extendiendo objetiva y funcionalmente el problema a todos. Eché en falta algún amigo, en el sentido de como lo viví y lo entendemos nosotros, como dice mi hermano. Nosotros que no pudimos contestar no contamos con nadie ¿te enteras? Yo sé que hay que agarrarse a "la tontería" –aunque yo soy mucho más de dar la cara siempre- lo que no conviene es que se entre en el fondo. La táctica es buena en principio, por absolutamente disolvente de todo, pero tiene una pega, que supone tratar de imbéciles a los demás. Y otra pega, que no puede resultar por la última parte, y que encima lo emponzoña aún más. Empeorar. Aunque ya hemos rebasado esa situación y da igual.  
Le contesté a la total despreocupada por las  graves desavenencias entre “amigos”, -impactante el absoluto desinterés-  digo por las consecuencias, y si muy  preocupada por algún viajecillo (muy potencialmente privada de  trupe para viajecillos: este es el tema), con una carta, que pasó de carta a post, luego carta que  se la mandé a mi hermano, que se le rayaron los ojos y a dos amigas de ese guasap. Todos muy de acuerdo. Fue una carta abierta.      
Lo bueno de los trances límite, es que se aprovechan, se ven las cosas con claridad y cobras sentido real de la importancia de las cosas. Vaya que sí, me resultan imperiosos algunos abrazos en Bilbao.
Mi hermano ayer estaba muy contento, todo por nuestra cita de hoy con Gaviño, Juan, XY y yo. Dijo ayer  muy gozoso –nunca se lo había oído, quizá algo pero no tanto con la perspectiva de vernos con Iñaki- ¡mañana  con  Gaviño! y nos ha citado a los demás, a XY incluida  a la que ve todos los lunes y hasta a mí. Pero el elemento  de exaltación ha sido Gaviño. Espero que no  nos defraude y no traspase demasiado los límites (con lo que es razonable contar sino sería mantenerse dentro  de estándares, y solo mera superación del aburrimiento y absoluta previsibilidad convencional), esperaba mañana (hoy) como si fuera a amar salvajemente.
  


miércoles, enero 18, 2017

Calendario de enero y proyecciones

Simplemente es un Dodge no sé si el nuestro
Se presenta el calendario de enero intenso. El sábado comida a las 13:30 con Gaviño, Juan, un amigo de Carlos, conservador del Museo Canario de LPGC y un tipo encantador que estuvo hace años en la movida presenta en el club de la prensa canaria, mi hermano y XY. Con Gaviño tienes más que garantizada la diversión, las intervenciones más inesperadas, el rebosamiento del ingenio y la inteligencia, la provocación y las ocurrencias inverosímiles y la cultura a tope. Un cóctel de lujo. En un mundo tan aburrido eso es el maná. Sabes que van a pasar cosas, que al día siguiente te vas a reír recordándolas. Mi hermano se frotó las manos cuando hace tiempo se lo anuncié, como si fuera a ir a un concierto de Wagner. Le he llamado para decirle que el sábado, le he alegrado el día.
La víspera de Reyes, en el lapso entre comida y picoteo de cena, entramos XY y yo al Círculo de Bellas Artes, me compré dos libros y pregunté si no tenían más. Por lo que una me empezó a explicar la historia de CBBAA, le dije, no se moleste, fui el secretario de 1988 a 2002. Advirtiéndola que fui un pésimo secretario poco comprometido aunque para lo que vino después…  y que estaba por el presidente Gaviño. Lo que aprovechó para atacarle, XY y yo entramos en tromba para defenderle. Que tenía muchos enemigos, le contesté,  todos obra de él, porque tiene mucho talento, él los ha  construido, eso es patrimonio suyo,  lo malo es tenerlos sin haber dado motivos directos como la sucesora. Hablé por teléfono días después,   le conoces a DC, ¡cómo no le iba a conocer! te puso a parir, pero le paramos los pies. Esa es una cretina que estuvo en la candidatura que vencimos. Gaviño no estuvo nada cruel, demostrando una indiferencia y desprecio admirables.
Eso el próximo sábado, y el siguiente viernes: Oliver. Y en él Carl Schmitt.
 Íbamos a ir durante  los carnavales a Bilbao, y sigue condicionado, a ver si nos movemos. Ahora si tengo ganas de dar el paso con aquel amigo distanciado  por un motivo tan leve en relación a la sacudida de mi vida recibida. De repente descubres dimensiones reales de la vida. Me  lo debía, bueno todos,  ahora con plena urgencia.
Ayer con Fer  fijamos la ruta del viaje por el Far West. Coche: un Dodge grande.



martes, enero 17, 2017

Viajes, el pasmo y las absolutas nimiedades

un  tramo del lado izquierdo  lo  bordearemos,  desde San Diego a Tucson pegados a la frontera y sus vicisitudes 
Ya cada vez más cerca de la costa oeste de EE.UU., no quedan más que 4 meses. Ahora mismo Fer y XY llevan horas  viendo habitáculos, itinerarios… Serán  15 días en el Far West. Según Fer deberíamos empezar por San Diego y de allí a Tucson cruzando bastante California y mucha Arizona, en paralelo a la frontera mexican. 4 días en Tucson para la ceremonia de nuestra  Espy, (vienen mis hijos) ir a Heroica Nogales, cruzar la frontera y pasar a los mexicans caminando, Phoenix, las Vegas y para el final Los Ángeles.  Con Pablito de asesor áulico.
Tengo un primo dentista en Bilbao, y como hay mucho que recomponer iré bastante o estaré tiempo.
He roto o me he alejado en mi vida muchas veces de auténticos amigos. Sabía que el que había cortado unilateralmente era yo, y por motivos nimios. Pero aunque eras capaz de reconocerlo, incluso cuando XY me decía que eran muy divertidos y que me adoraban (no hace mucho lo conté aquí), siempre lo hacía de manera fría y distante, como algo que resultara meramente ocurrido e inexorable. Mi hermana lleva tiempo  haciendo  de promotora de encuentros, porque no entendía desavenencias mías con amigos de toda la vida “¡con lo amigos que eráis!” y que me esperaban, y ellas, XY y la mujer ya habían empezado a prometerse encuentros. Mi hermano siempre ha dicho gozoso que no había conocido un solo amigo mío, de los de aquí, que  resultara convencional, y se reía evocándolos. No era para menos.
He tenido a mi edad la experiencia más fuerte de mi vida en lo que se entienden relaciones interpersonales o de "amistad", convenientemente entrecomillado. Ni pandillas de verano, ni internados, ni servicio militar… Nunca antes jamás me había ocurrido nada mínimamente comparable, de lo que he dado abundante cuenta en las últimas entradas de este blog. Ha resultado exactamente  como esas enfermedades graves o hechos traumáticos que a partir de ellos sientes, no solo piensas, todo de otra forma y cobra importancia lo que realmente  tiene.  Reflexionas y revisas los pasajes de tu vida, todos los amigos que has tenido y aún  conservas o no cuidaste o fuiste injusto con ellos. Lo fui, sí, básicamente eso, aunque pecata minuta...
Hasta que no eres tú quien recibe la injusticia incomparablemente mayor, de la peor condición que cabe, y encima defendida y emponzoñada al máximo por seres básicamente elusivos, no cobras el sentido de la verdadera jerarquía e importancia de las personas y sus actos. Lo que separa a lo que en todo momento era reparable de lo que ni lo es ni podrá serlo. Por tanto, ahora con los  viajes,  recomposición de lo que jamás debió descomponerse.
Incluso gracias a un pobre patoso célebre y una trupe tan afecta a cualquier fiestecilla de cartón piedra (auto-eximidos -¡alucinante!-  de  mínimos  éticos y estéticos) han propiciado, han hecho necesidad,   perpetrar una algarada gaditana, que debió celebrarse el pasado verano. Espero verme pronto en la vertical Bilbao- Cádiz con lo pendiente realizado.   


El Día: La biblioteca de Francisco Aguilar y Paz


 http://eldia.es/criterios/2017-01-17/17-biblioteca-Francisco-Aguilar-Paz.htm 

domingo, enero 15, 2017

El arcano de las líneas que se encuentran

El jueves por la noche suena el teléfono, número muy largo. Es EE.UU. E. suele llamar haciendo la compra, interrumpe la conversata para pagar y la termina con “bueno, ya he llegado a casa”. También llama desde el autobús o taxi, o en los aeropuertos  (solo norteamericanos) cuando está embarcando. Tiene muchas cosas que contar de viajes esta vez. Ahora mismo está en Florida de fin de semana, pero también va ir a las Montañas Rocosas a esquiar. Al parecer hay una consigna muy extendida en Washington, que es desaparecer de la ciudad el próximo viernes 20, día de la toma de posesión de la presidencia de Trump. Mis hijos tenían muy claro que  no pensaban estar en Washington ese día.
Siendo yo niño vino Franco a inaugurar un barrio muy populoso, que acogería a los chabolistas que había a las afueras de Bilbao, que recuerdo perfectamente; mi padre detestaba a Franco de manera acerba –le llamaba “el calavera”  de golfo y “cofran” de co-fran-co… al menos era original—, sin tener ningún muerto o represaliado en la familia, que tenía mucho más mérito por lo que suponía  de convicción propia. No tenían que ser todos victimistas como es ahora. Su padre era carlista. En mi casa no se podía escuchar la música de apertura del parte de Radio Nacional, incluso la chica, María Ángeles, lo apagaba; que terminó (ella) en ETA, por lo que no debía desagradarle hacerlo. Para no coincidir con el Caudillo, nosotros  nos fuimos a Mundaka y creo que había controles a la salida para los que se iban, y nos pararon. Justificando la salida, recuerdo vagamente a mi padre. Como todos, en el sentido de absolutamente todos, los sábados salían mis padres de cena y  farándula, algunos de ellos, cuando se iban, Mª Ángeles nos llevaba a mi hermana y a mí al cine. Íbamos los tres a un cine de estreno que había cerca de casa: vimos My Fair Lady, Sonrisas y lágrimas, Lawrence de Arabia y muchas más. Creo que íbamos a todos o casi todos los estrenos. Excuso decir que ni una sola vez regresaron intempestivamente mis padres a casa antes que nosotros, que íbamos a la función nocturna. Yo no he salido de la nada.
Volviendo a E y la conversa del jueves. Me contó que pronto tendría que ir a Denver, Colorado, después a Camboya, Indonesia again, Ucrania. Pero no sabes lo más curioso, que parece obra de algún designio, arcano o extraña correspondencia, tendría que ir para 4 meses a El Aaiún. Se debe seguir hablando español.
- Pues sí, que curioso.
-Ese viaje y estancia espero saltármelos.


sábado, enero 14, 2017

Despedida final

Mi hermano y yo nos despedimos con la mano  
Fue una despedida que tuvo aperitivo fuera, comida dentro, copas fuera, y luego cervezas y vino con picoteo. Nuestra gran estrella invitada, Octavio reprimió su pulsión laboral, y adscribió tarde y noche a una deslumbrante  ociosidad, con maltas y puros, que hacían intuir  una inmunización del alcohol del que solo  pueden  hacer gala hombres muy poderosos física y mentalmente. Otro elemento más de admiración: con Octavio eres consciente del placer de conversar, sus conocimientos son enciclopédicos,  te ves penetrando en las  parcelas del mundo que ha privatizado para su disfrute  más intenso y exclusivo, al que  permite acceder a otros (seleccionados) pero solo de vez en cuando. De esa forma logra mantenerse alejado de  ámbitos que le disgustan o no le conciernen por su prosaísmo y mal gusto. Como suponía, conocía al autor sobre el que voy a escribir, puede que tenga hasta algún opúsculo de él. Entre él y Gaviño ya tengo dos entradas  perfectas.
La despedida fácil  duró 10 horas. On line entraron María Jesús y Rosana. Mientras seguíamos viendo renovarse completa la clientela de Los Reunidos. Comida de mucha altura.
Los dos socios parecían como escindidos para siempre del despacho y sus largas permanencias, la vida monacal, para declararse inmersos en una suma de placeres: conversas, alcohol, y también comida. E ingenio en elevadas proporciones. El conde  y el presidente actuaron en todo momento como si hubiera sido abolida la ley, y no fuera ya preciso un proceso de purificación etílica y borrado de alcohol en sangre, porque no iniciaron ese proceso cautelar en ningún momento. Como si esperaran que algún platillo volante les fuera a rescatar. Pues yo me quedo, conduce tú.
Gran abrazo con el abogado RZ,  y parada, para no molestar,  y gran saludo de otro, RMB.
Como habíamos prometido hicimos la despedida. XY ya le dijo a su hijo por teléfono la noche anterior. Voy a tener que ir yo a hacer bulto y se apuntó. En realidad era a pasárselo bien.
En cuanto al grupo del que nos despedimos como despedidos: Todas las exclusiones, por si tuvieran próxima oportunidad, sepan que  acaban en marcha inmediata o a medio plazo del excluido, porque han quebrado íntegramente las bases de lealtad y confianza  de cualquier grupo. Hay veces que es mucho mejor estar entre los perdedores que con los ganadores. No reconozco la inocencia moral de nadie y todos somos responsables de nuestros actos, y sus consecuencias, y poniéndome como Inamnuel Levinas, del daño al otro.
Para mí es una verdadera pérdida -en mi caso la movida viene desde septiembre y antes, cuando estaba en los preparativos de la apoteosis final -, creía que lo único que me quedarían de unos años que ahora veo sin gota de simpatía y como nebulosa que se disuelve satisfactoriamente, sería nuestro grupo. No ha podido ser, todo ha salido de la peor forma posible, y me voy con la conciencia tranquila: He hecho lo único que podía hacer.
Supongo sirve de consuelo: la vida no es más que una sucesión pérdidas y no dominamos la vida.  


jueves, enero 12, 2017

Se llamaba María Teresa

María Teresa era una magistrada que se jubilaba, una  persona muy interesante que no se casaba con nadie absolutamente. Poseía  una verdadera biografía,  de las que confieren autoridad vital.
Con María Teresa -lo que era difícil- logré tener una relación personal, mínima pero personal, que son las únicas que me salen.  Yo trataba de hacerla reír y se reía. Una vez le dije: a que soy chistoso, y me contestó, no, yo no diría eso, suena a andaluz, tú serías ocurrente o divertido, algo así. Sí me dijo lo de andaluz. Alguna vez, era al  final ya de su vida laboral, subía de la sala de vistas con un montón de expedientes y se paraba sonriente ante mí, y me decía: qué, cómo estás. Si estaba en el despacho del secretario y aparecía ella solía decirme: hombre aquí estás... cosas así.  Como era muy singular y divertida, encantadora por única, yo trataba de enrrollarme. Un día le conté que tomaba barbitúricos (decir la palabra de imprevisto me encantaba por la reacción de la gente) y entonces me pareció  que yo cobraba consistencia  para ella. Qué tomas. Me quede un poco cortado porque solo tomaba una pastilla para dormir: pensé que la defraudaría. Me dijo, pasa (a su despacho) y siéntate. Abrió un cajón y me enseñó lo que tomaba ella. Como no era experto, no pude aportar nada. En otro encuentro también  cerca de su despacho, le conté que hasta la treintena me había considerado inmortal, pero que en la treintena ni un solo día había dejado de pensar en la muerte… de inmediato me dijo que entrara a su despacho, realmente fascinada por mis confesiones. De la cuarentena no recuerdo que le dije e iniciaba mi cincuentena.
En mi exámbito hay unos poderes fácticos  parainstitucionales con un aura muy similar a la Madre Carmena, María Teresa que no casaba, como ya he dicho,  con absolutamente  nadie, y con ellos menos, decía: Se creen los reyes del mambo –ante un reverencialismo general-. Concebimos hacerle una despedida y  ella dijo que no. Fue un "no" que ni siquiera significaba oposición, resistencia ni real ni simulada, sino total indiferencia y desprecio por la idea. Lo que la hacía a mis ojos aún más admirable e interesante. Los poderes fácticos expandían ideología y valores entre el magma uniforme de lo laboral, y les molestaba mucho la idea, pero no tenían fuerza entre nosotros. María Teresa, ya hay 15 abonados, no puedes faltar- que no puedo faltar, ya verás si puedo o no. María Teresa, ya hay 21,  y además han pagado,  no serás capaz de hacernos eso. Eso y más. De haber ido, se habría disuelto en virutas para mí, yo entonces hubiera sido el ausente y sedicioso, por traidora. De todas formas, yo ya contemplaba una alternativa sinceramente embriagadora y rupturista en el cansino/casino carrusel vital  convencionalista.  Que era hacer una despedida sin la homenajeada. Eso si lo haces en la facultad de filosofía o bellas artes no pasa de tontería, pero en un ambiente tan augusto, carrusel del convencionalismo como eterno rotar, tenía su punto. Dadá vive.  Vivió, eh  Conde. 
Mañana celebramos a las 13.30 horas la despedida anunciada que damos los despedidos del grupo al mismo. Solo nos han fallado 7 de 10. De aquí la remembranza de arriba. Acabo de hablar con mi hermano, y le he dicho que viene el conde. Todo según lo esperable de cada cual. Dice mi hermano como siempre humorístico: que no vamos ser solo dos ¿significa eso? Me dice el conde, voy a formar parte de la Seccesion vienesa. No creo que estén para perder más efectivos.  Magnífica la interpretación del conde del fracaso del llamado.
El último de la caída de nuestra legitima despedida –nadie la  hubiera dado, solo nosotros- como le conozco, le dije que primero leyera el blog. Efectivamente tampoco era el contenido, sino para alguien de su talante burocrático y moral (van unidos)  y a modo de disquisición jurisperita, como la convocatoria era inicialmente para una celebración y no para una despedida, es decir cuestiones de orden del día previa a una  reunión, quedaba invalidaba. Los formalismos preceden al contenido. Que me administrativice algo de mi vida, manda narices. Dando a entender que otra comida para ese fin (subsanado orden del día) contaría con  su asistencia, a lo que le he respondido que no va a ver ninguna otra. Que solo había esta. Evidentemente hablábamos en otro idioma. Preveía todo. No iba a sacarle la dogmática del enunciado- orden del día el asunto.  Le he explicado que es muy jodido ser excluido y que lo de mi hermano eso sí que no tiene perdón. ¿Pensaba alguno que no sentimos e  íbamos  a ser indiferentes a actos de esa naturaleza? A esto que se puede llamar. Al parecer alguien en el enésimo convencionalismo  cansino/casino (unos 6 ó 7 al año y  todo idéntico, repetición), nos echó en falta. Se le dijo que yo “NO ME LLEVABA” no-me-llevaba, con  LGC,   SIN QUE NADIE PREGUNTARA: PUES QUE HA PASADO…  DESDE CUANDO… Para mí que fue un  gran acto de homenaje al silencio, silencios trenzados,  el más doliente e indignante de mi vida, avivado por lo de mi hermano. TAMPOCO SE ENTIENDE QUE SI  ERA RECLAMADO PARA QUE ACUDIERA AL   GRUPO como era que “NO ME LLEVABA”, qué pasa, qué la gente buscaba que hubiera  guerra o qué.  Esa persona preguntó: ¿Y ELLOS SABEN DE ESTE ACTO? Lo que forzosamente  lo pensaron todos si no lo sabían. Se le debió decir que no, y terminó la misma persona vaticinando “pues prepárense”. Entrevió las reacciones más humanas e infalibles. Lo natural, seguro que también pensado por varios. No hubo secretismo sino un manejo de los silencios y disimulos formidable. En la primera parte y en la segunda, porque hay dos partes, la peor es la primera en su conjunto, pero tampoco  está nada mal la segunda. Ahora resulta que los ofendidos no somos nosotros sino ellos. No sé qué es más alucinante la primera parte o la segunda. No debería escribir ni una palabra más, pero como escribo sobre lo escrito tiene continuación.  Llevo fatal la posición de inocencia. A nadie reconozco inocencia moral, y me deprime la falta de decoro estético.
Quien traspasa algunas líneas de sensibilidad las traspasa todas. Los últimos días de navidades indignado, teniendo que escribir para desahogarme  y encima ¡teníamos que no molestar! Me contengo. Mañana me despediré definitiva y formalmente con una foto ya pensada.
Con los enemigos de clase que yo he tenido, que nos demuela alguien como LGC es vergonzoso, un verdadero conductor de masas hay que reconocerle. Sus risotadas, con golpes en el antebrazo para que le prestaras atención, cuando urdía sus jugadas aquí han tenido éxito, con victimismo y escenografía crea un NO SE LLEVAN y conduce a la gente sin importarle a actos muy lícitos pero “sensibles” (al parecer, salvo que la exclusión y la ocultación sean algo inocente, y que a nadie le ofenda), sin buscarles una salida, que lo tenía tirado. Parece que o somos un exaltados de momentos  histéricos o esto ha sido muy grave. Evidentemente por mí, porque escribo cada cosa. Mejor escribirlo, que es denunciarlo y desahogarte, que hacerlo. O se trata de calladitos y sonrientes. Bueno, un poco de seriedad y respeto. LGC lo ha montado muy bien, y además contaba con la indiferencia y prevalencia de uno ante cualquier daño que se pueda infligir –yo con eso no hubiera contado, por eso algo de sorpresa, debo ser ingenuo.
Tiene un fallo el operativo: la victoria (con una utilización muy perversa, aunque consentida) ha sido demasiado total, y estratégicamente será un error. Supongo que algún rumor me llegará algún día.


miércoles, enero 11, 2017

Mi admiración por Obama y familia

Este es el segundo libro que me regaló mi hija por navidades. He visto la emotiva despedida de Barak Obama en Chicago y asocio. Es un  libro autobiográfico. Es muy probable, leyéndolo, que la literatura perdiera un buen novelista en beneficio de un grandísimo presidente. Mi hija me ha descubierto  a grandes autores y libros. Yo por mi parte,  a ninguno. Ha de influir sin duda  que estudiara  literatura y ciencias de la comunicación en la New York University, acuda a reuniones de lectura -tiene su propio Oliver itinerante en Washington-, y haya trabajado en la editorial Random House en su sede central de Broadway.
Al hilo, casi le pillan los asesinatos en el aeropuerto de Florida de hace unos días. Iba a Guantánamo, no a interrogar a nadie, sino por su trabajo: refugiados.
En esta ocasión,  los dos libros regalados han supuesto una  verdadera inmersión en la experiencia directa de ser negro en EE.UU. La vida de Obama es increíble: madre blanca, abuelos liberales y antirracistas, abandono del padre keniata y brillante, niñez en Indonesia, convivencia  con el novio indonesio  de su madre y  nueva (única) hermana, regreso a Hawai, su  madre soltera haciendo un doctorado en antropología, beca como ingresos familiares de los tres (madre, hermana), su madre debe volver a Indonesia para su trabajo de campo, cuando Barack opta por quedarse con sus abuelos en Hawai,  y ahí voy. No hay un origen predeterminado para alcanzar lo más alto. Dice mucho del talento y condiciones personales. Su familia blanca, madre y abuelos siempre le inculcaron el conocimiento de la tribu y la cultura de su padre abandonante,
Iba a seguir pero empieza una película de Sandra Bullock, me resulta muy atractiva sin ser sexy, pero no tan absolutamente voluptuosa, sexy y deseable como es Michelle Obama. Hay que decirlo porque resulta algo categórico.Mi hermano y yo siempre la invocamos con uf, mmm,  nnnn...   Dotada además  de una  inmensa capacidad intelectual,  naturalidad y simpatía. La belleza la doy por sobreentendida. Debe ser la efigie de lo sagrado en EE.UU.: Michelle Obama, de soltera Robinson. Me dicen mis hijos y lo he leído.

martes, enero 10, 2017

Constituidos en mera localización geográfica

Para una comida que organizo  en toda mi vida, he recibido comunicados de algunas personas declinando asistir. Lo que suele traumatizar a mucha gente, que les hace sentirse sin entorno, pertenencia, aceptación y desairados a mí no me ha ocurrido.  Lejos  de sucumbir al desánimo del fracaso, rápidamente he reaccionado y ya hay confirmación de invitados. No creo que me ría más en la sobremesa del viernes que lo que he hecho hace un buen rato. Aunque seguro que sí. La inspiración muchas  veces es muy contagiosa, y natural. Tampoco es tan desastroso.
 La verdad es que había fomentado un poco la deserción, como yo siempre la he practicado mucho, estimular a otros a hacerlo también, yo lo consideraría impagable, pero no parece el caso.
Las despedidas del ámbito que sean, suelen ser casi tumultuarias y siempre gozosas y celebrativas, lo mismo las biológicas como de giro vital, que no viene a ser  ni parecido en nuestra vicisitud-¡fuera! Ni siquiera era despedida en mi caso porque ya lo estaba,  era una oficialización lo más, y la inauguración de la de mi hermano, éramos dos celebrantes animosos, inmunes (tratando de)  a las conductas de la gente, y yo enemigo de debates.
No me gustan los debates, me parece que solo son posibles en determinadas comunidades de hablantes en las que existe un consenso previo. Si eso no se da, no hay nada de qué hablar. Hay otra cosa además de los debates, que son las posiciones. Hablo en general, del mundo, que es de mayor interés. Hay gente que puede vivir toda la vida sin tomar una posición que suponga anteponer determinadas ideas o, mejor, emociones o sentimientos personales frente  o contra los demás. Se puede vivir  la vida entera evitando o no sintiendo esa incomodidad segura. La mayoría es convencional, con las pautas ya definidas y enemiga de disensiones embarazosas o inconvenientes. No es casualidad que se aplique  el término de  los peces de zonas de confort a los humanos porque realmente se usa. Uno se respalda en la licitud o libertad de la conducta más segura y provechosa. Qué me lo impide, o por qué no. Y es verdad, a mi juicio pobre e insuficiente, pero no se puede negar. Quizá esa comprensión fácil con uno mismo suponga una injusticia  o una humillación para otro. Sí, podría ser, pero ese no es mi problema. En la vida en el convencionalismo no hay elección posible entre el desaire y el mínimo provecho, y la empatía, hablando de proximidades emocionales, no de chinos.
Y si el otro, que es muy próximo, se siente humillado, si se le inflige una discriminación, un  desprecio que son ciertos. Todo argumento es: a mí me han invitado ¿o no tenía que ir? Yo no sé lo que había que hacer, ni lo que hubiera hecho yo (en este caso solo por estética, sí), yo solo sé que yo no estaba. No puedo hablar de empatía, porque ocupaba su misma posición de excluido (que tiene su punto, informo), pero sí puedo decir e insistir que yo no estaba, y de lo que  no tengo duda es de que  me hubiera sentido ante  una tesitura o hubiera experimentado algún sentimiento. No parece mucho.
La empatía es un don escaso, me he dado cuenta leyendo el libro que me regaló mi hija del negro de Baltimore que reseñé. 
Con la amistad pasa lo mismo: hay posiciones y convenciones. Incluso pueden surgir, a título de mera posibilidad y sin necesidad de tragedias ni nada aproximado: tesituras, dilemas, exigencias, sentimientos, empatía, unos mínimos ante situaciones que a alguien puedan comprometer ¿Actos libres? ¿Qué es eso?



El Día: El carrusel revolucionario



lunes, enero 09, 2017

Bajo una nueva estrella

Esta foto es la del día de Reyes y de fin de fiestas (las más fabulosas), aunque el sábado a la noche  aún oímos en casa  historias muy divertidas y malévolas de basquish, contadas con mucho talento y gracia. Que se contrapone frontalmente a la conjura casi perfecta de la que he escrito en demasía (prometo  compensarlo  con creces, de verdad), y de la que ya no hay nada qué  hablar, explicar, preguntar o decir.
Mi último libro del Sáhara que ya he remitido a algunas personas que me interesan, tengo amigos decisivos desde el punto de vista estratégico, pero el editor anda por Méjico y no se ha movido todavía en internet. Lo volveremos a hacer en la Real Sociedad Económica  de aquí y de Las Palmas. El presidente de allí se me ofreció.  Luego hablan de Lanzarote, Península a ver en que queda.
Estoy trabajando en el intelectual canario  más interesante para mí. Le conoció Ángel Delgado al que le cité en un artículo a cuenta de él, hace mucho tiempo por lo que me informó,  muy favorablemente.
Resulta que Gaviño le conoció mucho, hizo que la administración canaria pagara el contenedor de su biblioteca de 27.000 volúmenes que siguen en un contenedor sin catalogar. Gracias a Gaviño siempre providencial ya tengo ese otro libro  fundamental. No solo para mi, sino Canarias. Es muy olvidado por su  cambio  de ideas políticas  


sábado, enero 07, 2017

Seguimiento de una conjura casi perfecta

El anterior decano tras invitarme a cenar 2 ó 3 veces, me nombró director  de la revista de la corporación. Se empezó  a publicar una sección de puya y alabanza. Las puyas iban siempre contra el mismo. Evidentemente ya habían comprobado que de mí no cabía esperar absolutamente nada, salvo algunas piezas culturales. Ya había sido director de la revista, que  ahí  quedaba, y publicado  alguna cosa, por lo que no había más que rascar. Como me molestaba las puyas contra el juez, y yo figuraba como director, justificarme  con que yo  no lo escribía,  no me parecía muy digno.  Tampoco estaba dispuesto a seguir.Por lo que le llamé al Decano,  no quiero seguir en la revista y estoy en total desacuerdo con las puyas-
-          Ah, claro, él es de lo Social y  las sentencias….- me dijo
-          No es por  eso, es que todos los viernes –entonces-  tomamos cervezas juntos, como comprenderás no es compatible- por lo menos no lo era para mí.
Casualmente fue exactamente así. El gran protagonista de esta historia hasta constituyó   una  comunidad de secretitos y silencios, conjuras y disimulos, tipo de fastos únicos  (fantásticos) y escenarios predilectos (de etiqueta), esquinazos  y  exclusiones, con  visitas familiares preparatorias, descubiertas solo hace días de casualidad. Eso son conjuras verdaderas, fiables. Todo radicalmente sublime, ni siniestro, ni bello (Eugenio Trías)
El caso de LGC tiene mucho interés por lo que tiene de elaboración y cálculo. Hacer amigos le cuesta no sé si más, mucho o todo, pero es muy bueno acercándose, en labores de aproximación. Es como esos portacontenederos de cuatro hélices que atracan a los muelles besándolos. Siempre es con gente  notable, influyente, buenas posiciones, pódium con aura, primera mesa. No conocemos a ningún aproximado –porque amigos, amigos…- que  no esté  bien colocado, con proyección, ascendencia, relaciones... En relación con el grupúsculo empezó conmigo, porque entonces  tenía muy buena posición (relaciones y actividades), era muy asequible al trato y había una proximidad de partida, un primer peldaño, que por supuesto detectó (y así la puerta).
 “¿No es curioso que no suela ir a ninguna de tus presentaciones?”, me han dicho varias veces. Alguna ha elegido, siempre por circunstancias concretas. Una vez en la corporación le tuve que dar un papel (presentador de presentadores) para que viniera, para evitarle  hacer demasiado  evidente su fastidio y boicot.
Ahora estoy totalmente fuera de su mundo, demasiado indolente, pero en una fase realmente sorprendente por  óptima de mi vida. Carezco de todo  valor bursátil.  Es buen momento para él.
Cuando no ha habido un acto concreto: grave desencuentro, traición, indignidad, decepción profunda, es decir algún hecho de relevancia cierta para la exclusión, no se nos olvide doble  (mi querido hermano es el segundo), algo muy profundo ha tenido que pasar. Cuando uno tiene que tratar de construir una versión o argumento de lo que ha podido pasar, es que se trata de algo de mucha hondura, algo  que se venía incubando, desarrollando en las simas personales y que manifiesta un conflicto profundo. No hay actos, hechos, sino procesos profundos que van progresando. Dada su personalidad hay mucho cálculo, aprovechamiento de momentos y circunstancias.
Hay elementos sueltos que me han sido suministrados no de manera cronológica, y  que muestra la falacia del ocultamiento de los verdaderos motivos: esos tan humanos, como no muy confesables, de la psique. De lo último en enterarme fue de lo primero aparentemente. Que en una inauguración de despacho yo me comporte inadecuadamente (encima que voy, como para someterme a su tono); siempre será mucho menor que lo que merece gente infinitamente aburrida, pacata, sin gracia ni temática. Ante este tipo de ambientes incluso con personas sin esos rasgos tan pobres nunca he tenido conciencia de que me haya pasado, sino de que me he haya quedado corto en todo caso. Lo siento, me he movido por muchos ambientes.
Cuando por fin se decidió a devolverme una documentación familiar  que  a mí me la estaban pidiendo, y le ofrecí la oportunidad de dejarla en Los Reunidos, que le pilla de camino, apareció pero se sentó en otra terraza contigua. No había llegado yo.  Tuvo que ir XY a decirle que por qué no se sentaba con ellos -lo había hecho alguna vez-,  como no quiso, XY se sentó con él. Quería darle a ella la documentación, pero  le pidió que esperaba un poco, que  estaba a punto de llegar, mira por dónde ¡que casualidades! con mi hermano. “Estaba rarísimo y sin hablar nada, le tuve que empezar a contar cosas”. Se quejó del blog, debió ser porque le llamé ladrón de documentos. Como jurisperito  siempre bien relacionado de comidas tácticas -lo que tiene de buen tactista lo tiene de pésimo estratega-  debería saber que no podía se ladrón porque yo le entregué los documentos voluntariamente. Por las veces que ha contado XY aquella situación tan anómala, nunca la entendió por extraña. Debía estar en plena incubación del proceso.
Después me referí en el blog como el “hombre sin conversación”, sobre aquel dato empírico inmediato, lo que anotó en agravios. Partiendo de que fuera alguien literaturizable  como el “hombre sin conversación”.
El tercero o cuarto acto se produce en guasap. Algo debí decir yo, supongo que indicativo de poco agradecimiento al mundo o a sus colegas, que por primera vez en la vida se revolvió agriamente contra mí, poniéndose medallas (hay que ser patoso) de haber acudido de testigo al juicio que yo ni fui. Le contesté que debía a gente, aunque poca, y no a los que van de grandes coleguis y corporativistas y dispuestos a exculpar a gentuza testigas abogadas  que hacen indigna la profesión de ellos, le dije que para él los favores,  la amistad también es materia transaccionable, que lo es.
La dramatización victimista
Los siguientes actos son ya huidizos, se oculta, se ausenta de guasap para llamar la atención, al punto que tanto Rosana y yo nos preocupamos por él, por  si  estuviera pasando por algún mal trance. Reconozco que es una potencia escenográfica, sería la descripción primordial de él.  Decido llamarle y me responde con una sequedad cortante que jamás había pasado,   que reconoce a Rosana haberse  producir de esa manera. Durante meses de pre sentencia me llamaba los viernes y me decía ¿cómo estás Lucian? Ante cada llamada ya pensaba que le debía contestar que   “hoy bien: no tengo fiebre”, otro día “pues he pasado muy mala noche”. Eran preguntas muy torpes. De esos amigos ¡que no he tenido!, que oficializan la amistad conforme a ¡protocolos asistenciales sanitarios! Si al menos me mandara bombones, flores… Recordé cuando, a partir de un momento, iba a ver a Agustín. De hecho se habían   llegado  a conocer, y muy probablemente alguna vez conversaron. Nuestro amigo es muy autorregulativo como diría el catedrático de “ácaros”: “já-já-já: nos ha hecho mucha gracia” que decíamos, repetido,  en el cole,  en sus aproximaciones siempre se ha valido de invitar, mostrarse cercano y presto a hace favores que confiesa se devuelvan, es decir bursatilizables en el mercado.
Buscaba a Rosana (es un gran destructor, más que portacontenedores de cuatro hélices para atraques besados) calculando que era quien también podía entrar en el mismo  interés mío por  él, que lo tenía. Ella no puede controlar la función transmisora/ dos orillas y le llama, al que había construido la táctica precisa para que se interesaran por él, que es justamente lo que nos pasó.  Rosana le cuenta lo de mi llamada, que no debió, él se la confirma y que estaba tan herido el pobre que ya apenas acudía  a la inminente comunidad de esquinazos y secretitos, por el dolor que le infligía, que le llamaba el hombre sin conversación y que en el Tenis le había llamado cobarde. Que yo ni recordaba, tal debió ser el contexto, “pues si le  dije eso igual también pelota, trepa” (como le llamó uno cuando le hablé de su montaje) o un magnifico urdidor logístico.
El otro medio del victimismo: la grosera falsedad e inversión de la realidad
    Luego con el cinismo que le caracteriza rebajado con risotadas, se hace también el mártir a cuenta de mi hermano, que le miraba por encima del hombro y le hacía de menos. Que todo el mundo sabía o debía saber que era totalmente falso. Ser algo soberbio intelectualmente  en algún  momento como puede resultar mi hermano, incluso con motivos, no es en absoluto eso, que jamás  ha podido ser  con él por no poder haber posibilidad siquiera  de confrontación intelectual. Supongo ahora que ya  estaba/n (porque al parecer hubo visitas familiares  a la tasca de la comunidad de discriminación para organizarla)  preparando los carnavales high society del casino. Me mal despido de Rosana, muy cabreado. El inadecuado cuando deja de ser autorregulativo e inversor, especulador y  finalista,  y le sale su hondura sicológica, empieza  a crear problemas, a la primera a Rosana.
Al de una rato  comienzo a reconcomerme con  lo que ha dicho de mi hermano, y casi no  me  puedo contener, la ira y la indignación me abrasan, me tengo que  poner a escribir  un wikileaks, hasta que me digo aquí  lo que hay que hacer es cortar por lo sano y para siempre. Hachazo.  Algo al alcance de mis facultades. Me acuerdo de sus risotadas tontas, las burlas a mi hermano, el desprecio, la licitud de la humillación, la superioridad  del torpe que se ríe de los que cree débiles y fracasados –la materia prima de racistas y fascistas y la infamia de la discriminación-, sin darse cuenta del respeto y  la consideración de las élites profesionales, culturales, intelectuales, de gente valiosa y de que él  sí  tiene amigos. No plataformas sociales y profesionales. Sin darse cuenta que solo llega, a base de muchas comidas de medio trabajo, al grupo A de cortesanos. Mi hermano es un Groucho Marx un Woody Allen, en relación  de alguien al que se le ocurre ácaros y cilicio y se autodivierte por sus parajes yermos. Es desatinado hasta en sus apuestas, no hay manera. Cómo he madurado yo, jamás tuve relación con gente tan falta de ingenio y gracia. Me acaba de llamar Carlos Gaviño y nos hemos partido de risa primero XY y después  yo, con la  absoluta genialidad  de Carlos, que vamos a quedar, por supuesto con mi hermano, ambos se aprecian y valoran mucho. Me imagino a Carlos oyendo ácaros y cilicio, encima repetido porque le divierte su poquedad,  y tantas otras.