miércoles, enero 11, 2017

Mi admiración por Obama y familia

Este es el segundo libro que me regaló mi hija por navidades. He visto la emotiva despedida de Barak Obama en Chicago y asocio. Es un  libro autobiográfico. Es muy probable, leyéndolo, que la literatura perdiera un buen novelista en beneficio de un grandísimo presidente. Mi hija me ha descubierto  a grandes autores y libros. Yo por mi parte,  a ninguno. Ha de influir sin duda  que estudiara  literatura y ciencias de la comunicación en la New York University, acuda a reuniones de lectura -tiene su propio Oliver itinerante en Washington-, y haya trabajado en la editorial Random House en su sede central de Broadway.
Al hilo, casi le pillan los asesinatos en el aeropuerto de Florida de hace unos días. Iba a Guantánamo, no a interrogar a nadie, sino por su trabajo: refugiados.
En esta ocasión,  los dos libros regalados han supuesto una  verdadera inmersión en la experiencia directa de ser negro en EE.UU. La vida de Obama es increíble: madre blanca, abuelos liberales y antirracistas, abandono del padre keniata y brillante, niñez en Indonesia, convivencia  con el novio indonesio  de su madre y  nueva (única) hermana, regreso a Hawai, su  madre soltera haciendo un doctorado en antropología, beca como ingresos familiares de los tres (madre, hermana), su madre debe volver a Indonesia para su trabajo de campo, cuando Barack opta por quedarse con sus abuelos en Hawai,  y ahí voy. No hay un origen predeterminado para alcanzar lo más alto. Dice mucho del talento y condiciones personales. Su familia blanca, madre y abuelos siempre le inculcaron el conocimiento de la tribu y la cultura de su padre abandonante,
Iba a seguir pero empieza una película de Sandra Bullock, me resulta muy atractiva sin ser sexy, pero no tan absolutamente voluptuosa, sexy y deseable como es Michelle Obama. Hay que decirlo porque resulta algo categórico.Mi hermano y yo siempre la invocamos con uf, mmm,  nnnn...   Dotada además  de una  inmensa capacidad intelectual,  naturalidad y simpatía. La belleza la doy por sobreentendida. Debe ser la efigie de lo sagrado en EE.UU.: Michelle Obama, de soltera Robinson. Me dicen mis hijos y lo he leído.

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