martes, enero 17, 2017

Viajes, el pasmo y las absolutas nimiedades

un  tramo del lado izquierdo  lo  bordearemos,  desde San Diego a Tucson pegados a la frontera y sus vicisitudes 
Ya cada vez más cerca de la costa oeste de EE.UU., no quedan más que 4 meses. Ahora mismo Fer y XY llevan horas  viendo habitáculos, itinerarios… Serán  15 días en el Far West. Según Fer deberíamos empezar por San Diego y de allí a Tucson cruzando bastante California y mucha Arizona, en paralelo a la frontera mexican. 4 días en Tucson para la ceremonia de nuestra  Espy, (vienen mis hijos) ir a Heroica Nogales, cruzar la frontera y pasar a los mexicans caminando, Phoenix, las Vegas y para el final Los Ángeles.  Con Pablito de asesor áulico.
Tengo un primo dentista en Bilbao, y como hay mucho que recomponer iré bastante o estaré tiempo.
He roto o me he alejado en mi vida muchas veces de auténticos amigos. Sabía que el que había cortado unilateralmente era yo, y por motivos nimios. Pero aunque eras capaz de reconocerlo, incluso cuando XY me decía que eran muy divertidos y que me adoraban (no hace mucho lo conté aquí), siempre lo hacía de manera fría y distante, como algo que resultara meramente ocurrido e inexorable. Mi hermana lleva tiempo  haciendo  de promotora de encuentros, porque no entendía desavenencias mías con amigos de toda la vida “¡con lo amigos que eráis!” y que me esperaban, y ellas, XY y la mujer ya habían empezado a prometerse encuentros. Mi hermano siempre ha dicho gozoso que no había conocido un solo amigo mío, de los de aquí, que  resultara convencional, y se reía evocándolos. No era para menos.
He tenido a mi edad la experiencia más fuerte de mi vida en lo que se entienden relaciones interpersonales o de "amistad", convenientemente entrecomillado. Ni pandillas de verano, ni internados, ni servicio militar… Nunca antes jamás me había ocurrido nada mínimamente comparable, de lo que he dado abundante cuenta en las últimas entradas de este blog. Ha resultado exactamente  como esas enfermedades graves o hechos traumáticos que a partir de ellos sientes, no solo piensas, todo de otra forma y cobra importancia lo que realmente  tiene.  Reflexionas y revisas los pasajes de tu vida, todos los amigos que has tenido y aún  conservas o no cuidaste o fuiste injusto con ellos. Lo fui, sí, básicamente eso, aunque pecata minuta...
Hasta que no eres tú quien recibe la injusticia incomparablemente mayor, de la peor condición que cabe, y encima defendida y emponzoñada al máximo por seres básicamente elusivos, no cobras el sentido de la verdadera jerarquía e importancia de las personas y sus actos. Lo que separa a lo que en todo momento era reparable de lo que ni lo es ni podrá serlo. Por tanto, ahora con los  viajes,  recomposición de lo que jamás debió descomponerse.
Incluso gracias a un pobre patoso célebre y una trupe tan afecta a cualquier fiestecilla de cartón piedra (auto-eximidos -¡alucinante!-  de  mínimos  éticos y estéticos) han propiciado, han hecho necesidad,   perpetrar una algarada gaditana, que debió celebrarse el pasado verano. Espero verme pronto en la vertical Bilbao- Cádiz con lo pendiente realizado.   


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