un tramo del lado izquierdo lo bordearemos, desde San Diego a Tucson pegados a la frontera y sus vicisitudes
Ya cada vez más cerca de la costa oeste de EE.UU., no quedan
más que 4 meses. Ahora mismo Fer y XY llevan horas viendo habitáculos, itinerarios… Serán 15 días en el Far West. Según Fer deberíamos
empezar por San Diego y de allí a Tucson cruzando bastante California y mucha
Arizona, en paralelo a la frontera mexican. 4 días en Tucson para la ceremonia
de nuestra Espy, (vienen mis hijos) ir a Heroica Nogales,
cruzar la frontera y pasar a los mexicans caminando, Phoenix, las Vegas y para
el final Los Ángeles. Con Pablito de
asesor áulico.
Tengo un primo dentista en Bilbao, y como hay mucho que
recomponer iré bastante o estaré tiempo.
He roto o me he alejado en mi vida muchas veces de auténticos
amigos. Sabía que el que había cortado unilateralmente era yo, y por motivos
nimios. Pero aunque eras capaz de reconocerlo, incluso cuando XY me decía que
eran muy divertidos y que me adoraban (no hace mucho lo conté aquí), siempre lo
hacía de manera fría y distante, como algo que resultara meramente ocurrido e
inexorable. Mi hermana lleva tiempo
haciendo de promotora de
encuentros, porque no entendía desavenencias mías con amigos de toda la vida “¡con
lo amigos que eráis!” y que me esperaban, y ellas, XY y la mujer ya habían
empezado a prometerse encuentros. Mi hermano siempre ha dicho gozoso que no
había conocido un solo amigo mío, de los de aquí, que resultara convencional, y se reía
evocándolos. No era para menos.
He tenido a mi edad la experiencia más fuerte de mi vida en
lo que se entienden relaciones interpersonales o de "amistad", convenientemente
entrecomillado. Ni pandillas de verano, ni internados, ni servicio militar…
Nunca antes jamás me había ocurrido nada mínimamente comparable, de lo que he
dado abundante cuenta en las últimas entradas de este blog. Ha resultado
exactamente como esas enfermedades
graves o hechos traumáticos que a partir de ellos sientes, no solo piensas,
todo de otra forma y cobra importancia lo que realmente tiene. Reflexionas y revisas los pasajes de tu vida, todos los amigos que has
tenido y aún conservas o no cuidaste o
fuiste injusto con ellos. Lo fui, sí, básicamente eso, aunque pecata minuta...
Hasta que no eres tú quien recibe la injusticia incomparablemente
mayor, de la peor condición que cabe, y encima defendida y emponzoñada al
máximo por seres básicamente elusivos, no cobras el sentido de la verdadera
jerarquía e importancia de las personas y sus actos. Lo que separa a lo que en
todo momento era reparable de lo que ni lo es ni podrá serlo. Por tanto, ahora
con los viajes, recomposición de lo que jamás debió
descomponerse.
Incluso gracias a un pobre patoso célebre y una trupe tan afecta a cualquier fiestecilla de cartón piedra (auto-eximidos -¡alucinante!- de
mínimos éticos y estéticos) han propiciado, han hecho necesidad, perpetrar una algarada gaditana, que debió
celebrarse el pasado verano. Espero verme pronto en la vertical Bilbao- Cádiz con lo pendiente realizado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario