Me faltaba un álbum para mis artículos de prensa, desde octubre 2019 no los había recortado y archivado, y esta mañana inicié el proceso recopilatorio, ayer me hice con archivadores. Empecé hace 20 años, he pasado por dos periódicos (el decano: Diario de Avisos y el de mayor tirada de Canarias: El Día), tres empresas y cuatro directores. He visto desaparecer a compañeros de página o merodeadores, muy pérfidos algunos y los tenías pegados, y ahora estoy rodeado de muy notables, de relumbrón algunos, a escala nacional
Más que artículos de opinión son pequeños ensayos. Me he encontrado con hallazgos expresivos e ideológicos muy notables entre corte y recorte. No escribo sobre las noticias de la semana, como me decía un director del anterior periódico, que me llamaba y con el único con el que he hablado -siempre me mantengo como decía Walter Benjamin con aura: presencia próxima de una lejanía- me decía que mis artículos eran (y son) de profundidad, en estos seis últimos años en El Día he aprendido a escribirlos.
Cuando trabajaba algunos se acercaban a decirme que leían mis artículos, incluso de jaez progre.
-No te pueden gustar- me rebelaba
- sí, si están muy bien- repicaban como campanas. Hubo quien me dijo, al menos dos o tres que recuerde:
- no los entiendo pero me gustan mucho- No cabe mayor satisfacción. Es como un psicoanálisis.
Ahora hay quien me felicita vía Whatsapp. Mi hermano se emociona cuando sale un texto de mayor infamación, como habitualmente los califica. Teniendo en cuenta que la gente es muy aburrida, que en casi todo hay quorum, que ya sabes lo que te van a decir, que comentarios van a repetir, que latiguillos babear, siempre con las invectivas ad hominem por delante (en lo que a quedado la izquierda, que es la mayoría social de este país).
Álbumes diseminados
No es que no haya ideas personales, que alguno te asombre, le escuches por no recitar lugares comunes, sino excomunión excitada a Vox y Trump con chulería y aplomo falangista, buenismo plañidero, solidaridad monjil, condena de todo atisbo de individualidad, han de coincidir con las mayoría, sino que tampoco hay pensamiento político. Solo maniqueísmo y cohesión a ultranza. Ni dios pierde el paso. Y así también escriben muchos, si son doctos en algo introducen cierto margen de conocimiento algo elaborado. ¡Maldito Zeitgeist!
Hace años un afamado crítico de arte que durante el franquismo, deglutía todo el arte que podía, me despachó, juzgando mi parcela periodística, "que era PP". Otro amigo más inteligente comentaba que a mi el PP no me admitiría. Y algunos analfabetos de mi profesión me llamaba facha a la cara y divertidos por la cuenta que les traía. La primera vez le dije a XY:
-Sabes que MADP me ha llamado facha
- ¿y que has sentido?
-Tedium vitae
A veces he pensado si podría sacar algún libro de reflexiones y comentarios sobre algunas partes, no lo veo claro.
Este libro editado por IDEA de la colección Quinta Columna es sobre periodistas canarios y este es el mío con artículos de Diario de Avisos que eran casi de una pagina. Como en El Día me pusieron límites, mejor sabes hacerlos. La longitud ha de estar muy justificada.
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