No me acordaba ya de mi larga locución ante una cámara de hace unos meses sobre el Sáhara, para un documental con intenciones de exhibición nacional e internacional. Bueno, intenciones fundadas, serían reincidentes. No sabía yo que debiera figurar un breve currículo para una película. Será para justificar mi discordancia y elocuencia, pues lo estuve. Ma bastó releer mi primer libro sobre el Sáhara. Debuté con una base de conocimientos, e ideas, o sea, lo que es la crítica, que me sorprendió, me iba saltar el primero y resulta que me bastó.
Lo que significa que el asunto va, sigue, que es siempre el tema.
3 comentarios:
El famoso "¿cómo te ponemos?" Y el chasco que se llevan cuando no eres profesor universitario. Lo que lleva a la siguiente pregunta "¿pero dónde estudiaste?" que se resuelve señalando a la estantería de libros.
El otro día en una videoconferencia sobre los libros: populismos, Fidel castro.. de un profesor italiano, tras mi intervención, se refirió a mi como "profesor Lizundia". No conciben que exista vida fuera de la academia. Yo reivindico al intelectual no académico por disponer de todos los recursos del conocimiento -no solo los presuntos científicos- el conjunto de sus lecturas, su experiencia personal, su mundo de intuiciones, analogías, evidencias particulares, haber defendido sus argumentos en el ágora y en las tascas
Sin pretenderlo comprobé que los de Ensayos Saharianos (la última es profesora), solo uno era profesor universitario, Gabriel Restrepo; que resultó el más poético, esotérico, gnóstico de todos.
Como estoy leyendo a Walter Benjamin, no fue académico, ni Sarte, ni Simone, Camus, Hannah Arendt, de vieja empezó a dar cursos
De abogado y escritor a editor y escritor. Yo creo que has subido de categoría.
Publicar un comentario