Se componía de tres partes y yo como director de la colección, había de estar en las tres, desde las 15 horas canaria hasta las 20.
El streaming tenía plató, y Clara podía caminar y sentarse. Como siempre en sus programas había eminentes, un inglés no se qué, un profesor de Georgetown. Este primer programa de la colección era sobre sus dos libros de Marruecos e Hispanoamérica, lo moderaba un periodista escritor muy famoso: Ibsen Martínez al que leo y sigo. Ya de arranque el ruido era infernal, estruendoso, chirriante, metálicos, ecos, pitidos, golpes: estrépito. Hasta que Clara mandó a parar.
Ibsen Martínez si entendí bien me preguntó por los libros de Clara, yo dije la verdad: que mi interés por la relación Marruecos Hispanoamérica es nula.
Lo editaba porque me brindaba toda confianza intelectual, había leído muchos trabajos periodísticos suyos, tanto como analíticos y de profundidad, que tenía ideas políticas muy personales, que denunciaba todo lo que consideraba debía hacerlo -¡tan difícil encontrar personalidades desacostumbradas y pensamiento propio!- , le interesaba conocer las realidades empíricamente: ir a ellas (Zu dem sachen, como Husserl), introducirse y comprobarlas, Además que somos grandes amigos y también camaradas.
Al margen de Clara, si en la colección ES había colombianos y marroquíes era forzoso que se abordara las relaciones entre ellos.
A Clara se le ocurre invitar a alguien, les escribe y todos le dicen que sí, hasta el gran biógrafo de Susan Sontag, que creo sale esta semana, en su programa "De ida y Vuelta" de la ecuatoriana Algranopress
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