viernes, octubre 16, 2020

Descubro otro tipo de relaciones con Marruecos: las de Manolo Vidal

Ayer me cupo el honor de descubrir la terraza de la azotea del nuevo Hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria a Manolo Vidal.  Nos pusimos comparativos XY y yo, y mejor que la del  Watergate y otra con piscina también en los tejados de Washington
Evidentemente no somos dos activistas, pero sí hemos tenido actuaciones a favor de Marruecos y en contra del Frente Polisario. La superioridad política, histórica e institucional de Marruecos frente al régimen totalitario político militar de Tinduf, no admite medias tintas, a poco que se quiera estar informado y desprendido de los prejuicios españoles antimarroquíes de muy larga data

Breve digresión. Aquí antes de ir al restaurante vasco distinto al que habíamos ido el día anterior, también vasco: empiezo a traicionar hasta  la propia traición
Precisamente hoy he recapitulado en la relación que tiene Manolo con el Sáhara y Marruecos. Es intensa, personal, directa y permanente, y afecta tanto a Marruecos como el Sáhara, es con los dos, que no es nada habitual hasta donde yo conozco, siempre intruso. Y al margen de los consabidos y compartidos nichos de interés
Conoce, tiene amigos en el Sáhara (hasta en Dahkla) y Marruecos-norte , y sus vínculos son personales como intentaré explicar.
Esas relaciones no son por vínculos académicos -él, experiodista, como dice, está culminando el doctorado sobre el Sáhara-, tampoco de instituciones  (políticos y bien-arracimados), de grupos empresariales, culturales, ni activistas
Tampoco de plataformas extraterritoriales, institucionales y culturales, en los que uno siempre está muy acompañado, incluso celebrado. Sin haber sabido nunca de estos, me ha sido dado saber -en realidad casi todas mis experiencias fueron de hace bastante meses y entonces decidí no hacerme mala sangre-, en los últimos tiempos, de instituciones españolas de proyección  árabe y marroquí, inclusive de tres culturas. 
Otro inciso fundamental: o sea, La Bodeguita en los bajos botánicos del hotel.

Moverse, ir de un lado a otro, husmear en distintos sitios, que te ocurran cosas abre la mente y precipita las ideas, que de otra forma difícilmente hubieras advertido.  He dejado más arriba escrito las tres culturas (foundation), y que a mi me parezca muy bien honrar el pasado, no hace que yo prefiera  y me interese más que Sefarad el Estado de Israel o los judíos (no pequeños nichos patrimonializados). En Israel y los judíos ya está Sefarad y todos los judíos de Marruecos que no proceden de Sefarad y llevan casi 20 siglos.
Es a raíz de mis experiencias, de las que he dado alguna cuenta recientemente,  es cuando me sorprende y recapitulo sobre la relación tan distinta de Manolo Vidal con el Magreb. no conozco nada parecido, que tampoco es la mía.
Está visto que me estoy convirtiendo en un tejedor de alfombras.
 

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