En la iglesia del colegio de los padres jesuitas de Bilbao, con 15 años dejé de creer en dios. De una manera prosaica y tibia. Durante la misa (diaria, más santo rosario a la tarde) y en la tercera fila de la iglesia, como si de una revelación se tratara vi iluminada mi conciencia. Todo aquello era mentira, ficción... la misa en latín, la liturgia, al imaginería profusa, no existía dios. No cabía ningún discernimiento racional, era todo lo contrario. Aún no había llegado ni a Nietzsche ni a Dostoievski.
Tuve la certidumbre, como pálpito, la visión de que no existía, Una certidumbre aún más profunda que una certeza, que no surge de tu interior, de tu voz insondable, sino que se trata de una demostración ajena a ti o axioma científico. lo mío fue la certidumbre. Me pareció tan natural, tan experiencia de verdad vivida, que no se lo comuniqué a nadie. No daba de sí
Ser No Creyente, me ha hecho respetar al máximo la religión. Años después de casarme por lo civil lo hice por la Iglesia en Florencia con mi mujer, y bauticé a mi hijo, y le llevaba a preparar la comunión (el bar mitzvá católico) para que supiera de la biblia. Había estudiado en el Montestory
Las dos veces se vulneró el derecho canónico. Solo facilidades. Todo lo relativo a la Iglesia me lo salto como las cotizaciones en Bolsa. Aunque debí leer a Ratzinger y a Hans Küng. Muchos se desquician con lo que dice la Iglesia (pero ¿Qué quieren que diga?) y es porque están colgados de ella, como toda la masa progre.
Una de las cosas que me interesa es la historia de las religiones y la cultura religiosa, de cuya vigencia e influencia subterránea me maravillo cada día. No se puede entender los grandes mainstream de la opinión pública de la España de hoy ni la izquierda sin el catolicismo. Nada que ver con el calvinismo y el luteranismo, con la Reforma Protestante.
Una de las cosas que mas abomino es el anticlericalismo. está tan ligado a la Iglesia el quema-iglesias (la única gran aportación en la praxis política y ontología de la izquierda española) como el meapilas, santurrón y beato.
El anticlerical odia a dios porque le ha engañado y estafado, el pobre anticlerical no le perdona a dios un mundo sin dios (una pequeña aporía), son así de infelices. Yo jamás he tenido ningún problema con el clericalismo, el papa , la iglesia, los curas, siempre han estado en la otra cara de la luna, en mi cosmovisión (por decirlo con doble sentido), jamás escucho o leo lo que dicen. Lo respeto y mucho porque son y han sido fundamentales para la humanidad, exactamente igual que el mito. Y la mitopoiesis por si Gabriel Restrepo lo echara en falta. El SENTIDO. Esto ya es mucha cultura para nuestra izquierda "de progreso", Se quedan en las sotanas de los curas, a las que se refieren en sus chistes-crítica social- Escuela de Frankfurt. Y disfruto viendo lo mal que llevan un mundo sin dios y su desamparo, ellos no se lo merecían, por eso a la mínima te levantan una estatua al Che Guevara y una camiseta.
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