viernes, mayo 01, 2020

Publicaré dos libros de Ensayos Saharianos en breve (1)

Sacaré dos libros de la colección en breve, ahora que todo induce a la contención y  la espera, a mucha incertidumbre  o ninguna, la mucha incertidumbre linda con la certidumbre, y puede pasar a alcanzar y disolverse en lo que la provoca. Se ha hecho certidumbre. Pues ahora es el momento de aprovechar para editarlos, antes de que la “certidumbre” ya “transustanciada” sobrevenga.
El placer de publicar es enorme y sé que lo que estoy haciendo, si no lo hago  yo, nadie lo va hacer, lo que produce mucha satisfacción, como a un fisiócrata inglés del SXVIII la productividad de la tierra. El gusto que comporta editar, hasta   te lo puedes plantear como una terapia, en lo que a veces pienso. Me gusta el hecho de publicar lo que para ti tiene un interés inusitado en ese momento, que merece la pena, el hacerlo tuyo, tener relaciones personales con gente de la  que admiras lo que hace. Así como la edición me la fabrican, tampoco me gusta ser editor-director, -yo edito pero no soy editor- que impone su arbitrio y es menesteroso en ideas y prescripciones, y de paso se da mucha importancia como señor de ilusiones.  Yo lo más que digo, esto es muy largo y esa parte sobra, pero nada más, que los autores determinen su puesta a punto. Ni tacho frases ni sugiero otros cambios. Lo hago a mi manera, pero sobre todo: yo hago. Cosas digo.
 No me entretengo en rituales, ceremonias y lugares comunes. Ni necesito tener ninguna autoridad. Puede que mi forma de editar sea algo novedosa (de gastar, totalmente).
Ahora mismo  va a ser más minimalista el editar, quedará reducido a su más pura esencia y función, sin ninguna parafernalia de presentaciones y viajes, que ya no habrá en bastante tiempo. Los libros irán solos a librerías y al mercado. Poder despojarte de esas ceremonias no está nada mala, pasas a apreciar solo la esencia, la nueva vida que has promovido. Es apreciar lo que haces vacío de ornamentación y gesticulación. La edición como aparición de lo que no estuvo, y es celebración su advenimiento, por darle un tono sacral. Los libros llegan solos a sus lugares, yo con todos los anticontactos posibles, casi se puede decir activos, fuera de circuitos, completamente al margen de la universidad he llegado a grandes templos.  Ver arriba. No me preocupa nada eso.
Lo que sí tendré este año aciago a dos colombianos y a tres marroquíes, dos mujeres, publicados con cierta dignidad: offset y cosidos.
Yo creo que lo más sorprendente de mi vida es verme vinculado a Marruecos y de qué forma además, sin jamás interesarme lo más mínimo, sin conocer a nadie y nadie me hubiera invitado o propuesto algo. La culpa la tienen algunos españoles infumables, básicamente pobres deleznables. My class enemy. Me suelen llevar a trincheras vacías, donde salto alegremente, las únicas que merecen la pena.


No hay comentarios: