El libro es La Letra y la Ciudad y sacamos su segunda edición
En términos filosóficos este no sería un libro
fenomenológico sino epistemológico: dos caminos. No solo da cuenta de hechos y sucesos en torno a la literatura de Tánger, sino que nos ilustra cómo una ciudad va
tejiendo un mundo de signos que puestos en comunicación (progresión en
condiciones de conocimiento) posibilitan que los libros y autores tengan anclaje en las realidades que toman
como espacio y curso literario. Uno de los aportes teóricos del libro es que
podría ser sobre las ciudades y concepciones de sus espacios. De lo que Tánger sería mera epifanía. De lo universal a lo particular y no de lo particular a lo
particular, como marca de la casa.
Hay autores (no me acuerdo de ninguno) que omiten el
significante, el nombre de la ciudad , pero han dejado plenamente establecido
su sistema de localización y balizado, sin embargo el gran valor de Tánger mucho antes que
cualquier otro es como significante: Tánger
es su significante, y a partir de aquí hablamos.
Esta obra de Randa Jebrouni entre sus muchos méritos, es que
da vuelta al segundo gran valor del Tánger que es Mythos (literario, paraíso),
que deja de ser un globo y lo ata a tierra, al logos (razón, lenguaje,
argumentación, lógica, demostración). Jebrouni se atreve a mirar al mito desde
el logos racional, cognitivo, que no es la alegría heurística de la creación
literaria de ficción, sin necesidad de autojustificación alguna. Despojando del colorido
festivo (verbenero) del mito, lo desacraliza, y además suspende el aura para
confrontarlo con las reflexiones teóricas
que se da a espacio, lugar, ciudad o el
claro del bosque heideggeriano
Siempre habíamos pensado que los trabajos académicos estaban
habitualmente para consagrar lo ya existente, en este caso es para impugnarlo
con elegancia. Esta vez no es una
oportunidad de acción de sectores asentados, ni de patrimonialización,
promoción y venta, como tampoco debe ser cuestión eurocéntrica involuntaria y tribal. Sin ser
conscientes de ello somos los contemporáneos de la invención del mito Tánger.
Había deshilachadas y tenues mitificaciones, gasas y ensoñaciones dispersas.
Nada más, ya no.
Si empezamos filósofos vamos acabar de igual forma. La
verdad es siempre el fin perseguido por muy incompartida que sea.
La verdad tradicional era la adecuatio mentiis at rei.
Pero hay otra, que es la griega aletheia
y es Heidegger quién la desempolvó con
su idea de verdad como correlación entre ocultamiento (Tierra) /alumbramiento
(Mundo)
Hasta ahora habíamos estado
en el acontecimiento de la verdad, en la apertura del Mundo: Tánger –puerto- visitantes-actuaciones., pero
nos faltaba la autoocultación de la Tierra, lo que subyacía, las fuerzas tectónicas del topos, los registros ocultos y prescindidos; sin ir más lejos: siempre quedaba Marruecos un poco de lado.
1 comentario:
Tengo muchas ganas de leer ese libro de mi amiga Randa.
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