jueves, mayo 21, 2020

Comenzamos la publicación del libro de Randa Jebrouni


El libro es La Letra y la Ciudad y sacamos su segunda edición
En términos filosóficos este no sería un libro fenomenológico sino epistemológico: dos caminos.  No solo da cuenta de hechos y sucesos en torno a la literatura de Tánger, sino que nos ilustra cómo una ciudad va tejiendo un mundo de signos que puestos en comunicación (progresión en condiciones de conocimiento) posibilitan que los  libros y autores  tengan anclaje en las realidades que toman como espacio y curso literario. Uno de los aportes teóricos del libro es que podría ser sobre las ciudades y concepciones de sus espacios. De lo que Tánger sería mera epifanía. De lo universal a lo particular y no de lo particular a lo particular, como marca de la casa.

Hay autores (no me acuerdo de ninguno) que omiten el significante, el nombre de la ciudad , pero han dejado plenamente establecido su sistema de localización y balizado, sin embargo el gran valor de Tánger mucho antes que cualquier otro es como significante: Tánger es su significante, y a partir de aquí hablamos.
Esta obra de Randa Jebrouni entre sus muchos méritos, es que da vuelta al segundo gran valor del Tánger que es Mythos (literario, paraíso), que deja de ser un globo y lo ata a tierra, al logos (razón, lenguaje, argumentación, lógica, demostración). Jebrouni se atreve a mirar al mito desde el logos racional, cognitivo, que no es la alegría heurística de la creación literaria de ficción, sin necesidad de autojustificación alguna. Despojando del colorido festivo (verbenero) del mito, lo desacraliza, y además suspende el aura para confrontarlo con  las reflexiones teóricas que se da a espacio, lugar, ciudad o el claro del bosque heideggeriano
Siempre habíamos pensado que los trabajos académicos estaban habitualmente para consagrar lo ya existente, en este caso es para impugnarlo con elegancia. Esta vez  no es una oportunidad de acción de sectores asentados, ni de patrimonialización, promoción y venta, como tampoco debe ser cuestión eurocéntrica involuntaria y tribal.   Sin ser conscientes de ello somos los contemporáneos de la invención del mito Tánger. Había deshilachadas y tenues mitificaciones, gasas y ensoñaciones dispersas. Nada más, ya no.

Si empezamos filósofos vamos acabar de igual forma. La verdad es siempre el fin perseguido por muy incompartida que sea.

La verdad tradicional era la adecuatio  mentiis at rei. Pero hay otra, que es la griega aletheia y es Heidegger quién  la desempolvó con su idea de verdad como correlación entre ocultamiento (Tierra) /alumbramiento (Mundo)

Hasta ahora habíamos estado  en el acontecimiento de la verdad, en la apertura del Mundo:  Tánger –puerto- visitantes-actuaciones., pero nos faltaba la autoocultación de la Tierra, lo que subyacía, las fuerzas tectónicas del topos, los registros ocultos y prescindidos; sin ir más lejos:  siempre  quedaba Marruecos un poco de lado. 


1 comentario:

Alberto Gómez Font dijo...

Tengo muchas ganas de leer ese libro de mi amiga Randa.