miércoles, mayo 20, 2020

Marruecos, una emoción, una lágrima

Clara y yo. Ella con conversación, yo sin
Las emociones irrumpen, brotan, no pasan el tamiz de la conciencia y la razón.
 ---Me dijiste que venías y ahora me dices que no, cuando está todo organizado- me reprocha Clara Riveros desde Bogotá 
---Vale, bien, voy- le contesto. XY me llama el hombre sin personalidad pero antes me lo atribuí yo mismo, y ahora me copia-
Yo había comentado a  mis amigos; que hago 15 días con una joven politóloga colombiana  y un exdiplomático marroquí entre otros sitios por el desierto de Sáhara. Mi círculo: tú no lo aguantas y montarás algún número.  Quitando el comienzo, un congreso de estos académicos en El Aaiún, que era muy sobrecogedor, luego salía el sol: con chofer y todo, recorrer unos 900 km, visitas, en las que mi interés y atención se desvanecían, y dos presentaciones del libro prologado por Clara en las universidades de Rabat y Casablanca, en donde yo apenas abría la boca y todo lo decía Clara, y a mí nadie me preguntaba nada sino que todo iba para Clara. No por ello me confiaba, y acrecentaba mi imagen de desinterés y de realmente no estar. 


Clara, Jamal (ir a Málaga donde vive y estar con él, es un verdadero placer)  y yo somos muy amigos, han publicado en mi colección y fue un viaje inolvidable, todo muy bueno , nada malo.

Me asustaba mucho  Clara, politóloga colombiana, treintañera baja, vivida en Argentina y vamos a ver si escapamos a todo esto:  Teología de la liberación, cristiana de base, montonera, de las FARC, MIR, peronista, ERP, tupamara, castrista, indigenista, populista de Laclau y Kirchner. Hará que me suicide o la mate. Pues nada de eso, lo contrario,  liberal, constitucionalista, kantiana de la  mayoría de edad. Hemos firmado algún artículo juntos en su revista, que no salieron muy allá.

Tuvimos también un momento distinto de los habituales, en el tren de noche de vuelta de Rabat a Casablanca, hablamos de cosas personales. Nos medimos la confianza. Somos colegas y camaradas.

Me pidió mi camarada Clara Riveros un comentario para su revista a una entrevista de un dirigente de una plataforma  por la paz que ha surgido en Tinduf, para oponerse a su  sistema totalitarios. Es fundamental forzar los conceptos: el Polisario es totalitario, no autoritario, la epopeya saharaui es metarrelato) La descomposición del régimen del Polisario, me emociona, por primera vez, se me rayaron los ojos. Me sentí partícipe de ese nuevo estadio, al que no he contribuido en nada, pero sí he formado parte de un ambiente, de unas fuerzas morales y argumentos, de inclinar la correlación de fuerzas. Fue un regalo de verdad, los ojos húmedos y yo satisfecho. Una satisfacción íntima, jamás prevista. Clarita, libertad, legalidad, derechos individuales, ya esté bien de "pueblo", no, ciudadanos como en Europa, individualidad.


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