Me asustaba mucho Clara, politóloga colombiana, treintañera baja, vivida en Argentina y vamos a ver si escapamos a todo esto: Teología de la liberación, cristiana de base, montonera, de las FARC, MIR, peronista, ERP, tupamara, castrista, indigenista, populista de Laclau y Kirchner. Hará que me suicide o la mate. Pues nada de eso, lo contrario, liberal, constitucionalista, kantiana de la mayoría de edad. Hemos firmado algún artículo juntos en su revista, que no salieron muy allá.
Tuvimos también un momento distinto de los habituales, en el tren de noche de vuelta de Rabat a Casablanca, hablamos de cosas personales. Nos medimos la confianza. Somos colegas y camaradas.
Me pidió mi camarada Clara Riveros un comentario para su
revista a una entrevista de un dirigente de una plataforma por la paz que ha surgido en Tinduf, para
oponerse a su sistema totalitarios. Es fundamental forzar los conceptos: el Polisario
es totalitario, no autoritario, la epopeya saharaui es metarrelato) La
descomposición del régimen del Polisario, me emociona, por primera vez, se me
rayaron los ojos. Me sentí partícipe de ese nuevo estadio, al que no he contribuido
en nada, pero sí he formado parte de un ambiente, de unas fuerzas morales y argumentos, de
inclinar la correlación de fuerzas. Fue un regalo de verdad, los ojos húmedos y
yo satisfecho. Una satisfacción íntima, jamás prevista. Clarita, libertad, legalidad, derechos
individuales, ya esté bien de "pueblo", no, ciudadanos como en Europa, individualidad.
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