La procedencia es de un muy distinguido despacho de Srs Advocats amigos míos, y esa al parecer mi fama. Pero lo curioso es que realmente sigo haciendo buenos amigos, aunque sean extranjeros y, a la vez, presuma de mis enemigos de clase (no al alcance de cualquiera; timoratos, genúflexos, vendidos: abstenerse).
Algo similar me ha dicho XY:
- hoy les toca a los funcionarios (ella lo es y lo ha arracimado -como he dado en llamar a "compartir"-)
- Bueno, dirás a los funcionarios de izquierda "de progreso", no al Cuerpo en su integridad y hasta su extenuación emocional
A los funcionarios en su casi integridad les hubiera molestado y ofendido que yo los calificara de derechas. Creo que conozco a dos o tres que son de derechas, o al menos no se pronuncian con sus jacarandas, pamemas y loas al Altísmo que les son connaturales, y yo que he trabajado ante la Administración de Justicia y de Trabajo, los he conocido y, casi lo hice, compulsado. Conozco muy bien las unanimidades de prestigio, tan enriquecedoras y tan superinteresantes.
Además no hay capas ni sectores dentro del funcionariado de progreso relevantes, como creímos a Poulantzas o Gramsci, son columnas como las del Ejercito español en las guerras de Marruecos: compactas, macizas, unísonas.
La izquierda desde hace muchos años son eslóganes (solo eslóganes) con ecos cósmicos multiplicados entre estrellas y galaxias: "No a la guerra", "de progreso", "Nunca mais", "la foto de las Azores", "Rajoy-Acebes y Zaplana", "República" "Franco", "Memoria histórica. "solas y borrachas" esto ya del ministerio de Igualdad y la marca Pronovias). Pensamiento pancarta sindical.
Hay que decir que los probos funcionarios en general son de creencias e ideología (íncuba de ejemplaridad moral) de izquierda.
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