El sábado tenemos Oliver. Mácaros. He criticado tantas veces a Mákaros y por escrito, para que no pueda decir, "eso no lo dije yo", con cero resultados, que una vez más al menos me servirá para cargar el blog, henchido de cierta acritud benevolente, como acostumbro con la susodicha tertulia.
Si fuéramos el Partido Socialdemócrata Obrero de Rusia, podíamos dividirnos entre bolcheviques y mencheviques, pero no procede porque somos de inspiración liberal ilustrada e intelectualista en grado leo y lo entiendo.
En realidad se trata -y cuidado que lo acuso- de una aula cultural para adultos, una universidad popular para repescar las obras del bachillerato no leídos o poco leído, pero sobre todo, se trata de sumisión psicológica profunda a una vocación de tutela y discipular: tener en todo momento obras y autores sobre ti aprisionándote
Convendría saber que las lecturas juveniles son de mayor impronta que las tardías,
Así mismo, de que lo quedó no leído deja la marca de un vacío para siempre de imposible colmatación y que su recuperación es artficiosa y muy devaluada.
reconozco en esta foto un enemigo de clase, quien al día siguiente me difamaba en las redes tildándome de marxista, bueno, es neoliberal de ejército y policía privados
Hay que creer que ese (la parte) grupo rocoso, inamovible, ve la vida como un eterno retorno a las aulas y su saber pontifical, pero su sed de conocimientos nunca se diversifica, ni se abre a la fusión de horizontes de Hans George Gadamer, luego no cabe ni una hermenéutica de urgencia y mantel y vino.
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