Alejandro Gaytán de Ayala vuelve con este segundo libro a sus apuntes autobiográficos, sobre su época en Lausana trabajando para el COI, doble filólogo de francés e inglés. En Suiza es donde alcanza la vida buena que preconizara Aristóteles. En ambos escritores vascos está mucho más presente el ambiente opresivo, coactivo, gregario y cobarde de la sociedad vasca y el tirón constante del terrorismo, que cuestiones de género, u otras promociones gubernamentales, que no obturan el discernimiento intelectual o la conciencia moral. Se puede decir que en el ámbito de la literatura y otras artes, la distinción homosexualidad/heterosexualidad no existe, si existe si damos en llamar gays -tan solo a efectos de esta oposición- a aquellos que cultivan estereotipos muy marcados de afectación, narcisismo, exhibicionismo, lucimiento extremo y actualmente mejor condición que el resto de mortales. Lo que llevó a la cantante Soraya presentadora en Chueca a pedir perdón por no ser gay.

No hay linde homosexualidad/heterosexualidad, ya condición indistinta, disuelta en el continente de la cultura frente a otra homosexualidad de alharaca, teatralidad y superioridad en los territorios de la ideología y propaganda.