Ayer recibí la llamada de Jamal, que ya había sido entrevistado por el director cubano exiliado en EE.UU., quien quiere mis libros sobre el Sáhara para darlos a conocer entre el exilio cubano. En este trailer, que no consigo subirlo al blog, soy la voz discordante y a la vez entendida -es de juzgado de guardia las inexactitudes y falacias que sueltan los adversos-.
Según el director cubanonorteamericano, le gustó mi intervención y al parecer ha hecho que profundizara en mi punto de vista marroquí (favorable) y le di los nombres de Jamal Mechbal y Bachir Edkhil. Imprescindibles. Sospecho que son más eficaces en la defensa del Sáhara marroquí que el propio Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí (que el actual, un millón de veces).
Como me dijo ayer Jamal yo ya he tirado la toalla, por disconformidad radical en la crisis con el Gobierno marroquí que ha actuado como si fuese su propio enemigo, de vergüenza ajena. Frente al socialpopulista gobierno español enemistado con cualquier idea relativa a gobernar, economía y gestión, de incapaces, analfabetos, vagos en grado sumo y con escandalosos resabios totalitarios que la sola pertenencia a Europa frena y neutraliza.
Haber estado con Marruecos desde una trinchera casi vacía fue defender una idea reformista y progresista de gobierno de un país de cultura no occidental -que mas apoyo merecen.
Y también haber defendido el pluralismo político, un abanico de libertades con todas sus fallas frente a un régimen, el POLISARIO, absolutamente totalitario
Y por último, tratar de hacer una revisión crítica, objetiva y desmitificadora de los antiguos y presentes frentes de liberación nacional que, siempre totalitarios, se convierten en gobiernos de casta, más corruptos y criminales que los depuestos.
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