viernes, julio 02, 2021

Ayer volvimos a vivaquear en la C/ Nokia


Ayer por fin fui a Agapea con mi muleta, con el resultado de este botín, no sé si mucho botín por el último (muy estudio) y luego a nuestro nuevo reducto, La Farándula, más referencioso.
Echenoz era un apellido que me encontraba con frecuencia, sin saber nada de él. El apellido parece navarro o vascofrancés. Debe ser solo galo. Compro libros pequeños, porque no me gustan los grandes, es como ir rodando por el valle del Ródano y de repente encontrarte con los Alpes gigantescos, sin ser Indurain.
De paso, este tipo de libros, te permite conocer a autores como Emmauel Carrère y su reportaje novelita Calais. Una delicia. En versión fina he leído a Patrick Mondiano, que me recuerda a Don de Lillo, será por esa aprehensión del aire circundante en estado de mínima brisa.
Admiro a los intelectuales franceses que no se dejaron contaminar por el gregarismo, sumisión a la norma y a la opinión común de la intelectualidad marxista, a un tiempo cobarde, cofrade, confusa, recitadora, amen de inmoral y creyente-monaguillo. Revel es una luminosa excepción, como Aron
Me atrae la cultura islámica y creo yo que es de lo que más leo.
Sí he de sostener que la atracción como el amor debe ser indefinible e indescriptible, es algo para lo que no tienes ningún motivo, incluso puede representar en mucho una polaridad con tu forma de ser y pensar, y aun así te reclama.

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