Así comienza este manifiesto “la actual crisis hispano
marroquí ha provocado una preocupante
escalada verbal teñida de reproches y discrepancias (sic)…”
Es un enunciado con
enjundia, para empezar no tiene sujeto porque “la actual crisis” es un resultado dado y nunca un sujeto agente, y “la escalada verbal teñida
de reproches y discrepancias” obviamente es asunto menor como efecto ¿o es
algo malo reprochar y no digamos discrepar?
El manifiesto al menos nos deja claro una autoría que es la
que motiva su redacción, que convoca a españoles y marroquíes a plantar cara “a
ese discurso erróneo y envenenado que están utilizando algunos grupos
mediáticos y redes sociales basado en
bulos y manipulaciones perversas” Por fin aparecen los actores de
escaladas, reproches y discrepancias, ¡que mira por donde!, no son actores
posibles en Derecho internacional, que es de lo que va, en el concierto de relaciones entre naciones, sino “grupos
mediáticos y redes sociales”. Esta
autoría de los “grupos mediáticos y redes sociales” con bulos y demás vuelven a
aparecer en el párrafo octavo como invitación a ponerles freno.
De aquí se arriesga una conclusión torticera e inverosímil como
es que con ello “se supera la naturaleza diplomática del conflicto actual”. ¿Pero
cómo va ser? Esto sí que es desvergonzada manipulación y falsedad,
una barbaridad obscena. Es difícil concebir tanto desprecio a los hechos
políticos, a las medidas materiales diplomáticas, y lo que
es mucho peor, a los presupuestos
fácticos desencadenantes, como al
orden causal de realidades ciertas y jerarquía axiológica a lo sumo
concatenadas. Denuncian, ya en el segundo párrafo, que estamos ante un discurso
radical e innecesario que pretenden acabar con el gran esfuerzo de diálogo,
investigación (me da que el ámbito académico -una urna de indemnidad- poca
influencia tiene en la vida política internacional, y es mucho mejor que siga
así). Ese discurso es, no olvidemos el de los bulos los grupos y las redes. El
manifiesto está trufado de estas expresiones y sintagmas claramente
corporativas que da una dimensión inédita a una crisis internacional
(con intervención y resoluciones del Parlamento europeo, Parlamento árabe), como
son punto de vista científico, investigación humanista, universidades
marroquíes y españolas, trabajo académico en ramas…
Apelan la sociedad
civil erigidos en su vanguardia privilegiada, exudando autocomplacencia endogámica y corporativa que no ocultan
sino hacen gala. A los académicos hay que reconocerles mucho conocimiento,
prolija erudición sobre temas de su especialidad, incluso anexos, pero nos
negamos en redondo a reconocerles especial espíritu crítico y aún menos
pensamiento personal/propio. Ellos no son la sociedad civil, sino una parte muy
privilegiada, con todas las facilidades del mundo como funcionarios que son:
casas árabes, fundaciones de tres culturas, institutos cervantes que, siempre
olvidado, corren a cargo del contribuyente español aunque actúen de
manera muy patrimonializada/chiringuito,
y de las que nos cupo el honor de ser
repelidos Ensayos Saharianos por que un título nuestro decía Marruecos y su
Sáhara occidental, como mis libros del Sáhara que podía molestar a los
españoles (muy progres polisarios muy presuntamente) incluso en Marruecos, no digo que sean los
abajofirmantes, pero si antifranquistas resueltos y encendidos como los
encontré y muy callados en Marruecos
Un manifiesto de factura
totalitaria: 1) Ocultación
de los hechos, porque los pasa por alto, disipa y disuelve. Lo común en
los totalitarios es la ocultación de los hechos, aquí ni se tergiversan
directamente se prescinde de ellos. ¿Pero por quién nos toman?, que es del
Ghali, de la ministra de AAEE y
gobierno español, la embajadora marroquí
en Madrid, el gobierno español, Ceuta y su primera plana, la retirada de la
embajadora, el veto a los puertos, la exigencia se reconocimiento del Sáhara marroquí-¡qué lástima, íbamos ganado-
¿pero cómo no se dice ni mu? ¿de qué diálogo hablan, de metafísica de
garrafón?
22) Lo
que es increíble y vergonzoso que en la ocultación de hechos y subsiguiente
manipulación intervengan las universidades. Tan conservadoras, neutrales,
descoloridas, inmovilistas. Es un texto
sumamente deficiente, inarticulado, vagaroso y vaporoso, anodino y sin
contenido. Es un acto de autocomplacencia
estamental, con recluta de abajofirmantes de ocasión.
A mi si me duele el conflicto
político y veo, con mucho desánimo, que cultural. Lo que no me lo esperaba.
Otra cosa muy distinta a la retórica de la interculturalidad de autoconsumo entre profesores. Me concierne porque
me afecta a mi mundo personal, yo he estado comprometido. El no poder
tener interlocutores, solo palabrería vacua, no deja de ser una desgracia
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