Mi hermano de mochilero en Puerto Banús, en Sotogrande a punto estuvimos de comer en Sotogrande Trocadero (the best one), menos mal que había que esperar una hora, y nos fuimos a otro no tan "expensivo" donde nos "bien-sirvieron". No sin antes advertir yo que habría sido la primera vez que en Trocadero hubiera entrado un mochilero. La mochila le acompaña a todos lados y es muy voluminosa, nadie sabe que lleva, porque no hace uso de nada que pueda haber en su interior, pero el se siente más consigo mismo y menos con nosotros que menoscabamos su mismidad perturbando la vivencialización intensa y constante de sí mismo,
Mainstreet Gibraltar
Ahora no resulta excepcional ver pagar a mi hermano y no una sola vez, al menos pueden ser dos
Sotogrande Fernando y yo no parábamos de hacer celebraciones ante las apariciones celestiales del pijerío femenino, tan altoburgués, sus mansiones y calles umbrías sin aceras, tan óptimas y rutilantes, tan bien alimentadas y gimnastas, golfistas e hípicas. Mi hermano si las miraba era con desprecio. Abomina del poder (como si fueran el del Cristo del Gran Poder) estético y seductor de las mujeres tomadas todas por erinias, arpías, sirenas
Puerto Banús, Fernando va radiando la clase de coches que son....para él Escapando cojo del lugar de los hechos, no fueran los policemen a apresarnos
Sotogrande Fernando y yo no parábamos de hacer celebraciones ante las apariciones celestiales del pijerío femenino, tan altoburgués, sus mansiones y calles umbrías sin aceras, tan óptimas y rutilantes, tan bien alimentadas y gimnastas, golfistas e hípicas. Mi hermano si las miraba era con desprecio. Abomina del poder (como si fueran el del Cristo del Gran Poder) estético y seductor de las mujeres tomadas todas por erinias, arpías, sirenas
Puerto Banús, Fernando va radiando la clase de coches que son....para él Escapando cojo del lugar de los hechos, no fueran los policemen a apresarnos
Hoy vamos al campo, a casa de Serena y Al que tienen piscina gran porche y la comida de lujo de Serena. A mi hermano le sobra la tarde, ÉL se necesita mucho, tener sus propias ideas y asociaciones, ventiscas de imágenes, sus recuerdos y fantasías, estar inmerso como un buzo en el fondo de su subjetividad.
Llamó fuera de sí hijos de puta a los británicos porque le dieron las vueltas en pounds
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