Ayer me dijeron si salíamos, dije que prefería jardín y
sobrepasamos las 3 de la madrugada en él otra vez. Tienes la certeza de que eso es lo
que va a ocurrir. Debemos estar a gusto porque no hay otra explicación. Todas
las bendiciones las volvió a tener Mercadona, hace años era por la cosmética,
ahora es por la variedad y calidad, que haya boquerones, tantos tipos de mermelada, Hacendado
con buena pinta. Hace 30 años íbamos de Mundaka al Eroski de Gernika, veíamos la carnicería y
decíamos aquí puedes comer todos los días del mes distinto. No sentíamos como
ecuatorianos o bolivianos.
Cuando era dogmático lo fui a niveles patológicos. Que es como se es cuando uno es
dogmático, combatí en las filas de los
negacionistas de la pasta, la pizza y la
comida italiana, sosteniendo que no
fueran cosa distinta a comida basura. Hay
italianos (restaurantes) en París, ¿no verdad? Pero si hay en Londres, ¿no? ¿Será por algo? No
conocía Italia. En la primera visita, escasos
de recursos, apenas la caté,
en la segunda disfruté mucho y me sorprendió,
no así mi necedad, que ya daba muestras de su dimensión, y en la tercera
entendí que sublime. Como he perdido mucho interés por la comida, aquí me sigue pareciendo bastante batallesca.
Procuro no entender
de platos ni de vinos, ni sugerir restaurantes donde se coma muy bien. Me gusta comer y beber
bien, sin incrementos sutiles de
calidad. No digamos excelsitud. Y quedarme mudo cuando se habla de esas
cosas. Me gusta no quedarme con nombres de vinos. Intento no conocer nombres de platos. Deduzco que hay un poso de superioridad como
bilbaíno, modalidad “a mí me vais a contar”. En mi época todo era muy bueno y de verdad,
incluso se comía de temporada. No había mariconadas ni muchas variedades, pero
la carne, el pescado, verduras, legumbres… eran muy buenos. Los pasteles, los bollos de mantequilla, turrones.
Los viernes, o sea
hoy, como siempre pasta, más que por asociación
con Termini por dejarla hecha. Lo que más me gusta son los espaguetis
western que llevan más agua y sal, y
tienen una cocción más lenta y tienes que ir probando, en cambio los raviolis
son dos minutos, les pongo boloñesa y
paprika para darle marcha. Quiero
volver a los espaguetis western, punto. La lasaña no me hace ninguna gracia.
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