martes, agosto 30, 2016
El Día: Cómo me hice español
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
domingo, agosto 28, 2016
El abogado de mocasines con borlas y reloj de pared
Tras 10 km: unos vienen y otros se van
Mi hermano me invita a tres pintas
Irme a Málaga es una de las cosas mejores que me puede
pasar, y equivale a estar con Al y Serena. He consolidado vínculos con la zona,
puedo tener 8 frentes abiertos pero no por ello dejo de perder o mitigar
intensidad en las relaciones. Las
relaciones no son solo con las personas
y sin las dependencias no podríamos vivir, ahora la escritura. Creo que es
lo que más ayuda a vivir.
En septiembre tengo dos citas
judiciales (y quizá alguna –prejudicial-
sorpresa), son muy cómodas porque llevo
mi último libro Las ruinas del
sindicalismo y El País, me siento muy cerca del abogado lacaniano de la USO-Canarias (el
adinerado, según documentan sólo sus propias y repetidas palabras) que viene de
Las Palmas en avión…tarde. Y viste muy esforzado (¿Vegueta, La Isleta…?). No atino a adivinar la data de su finezza (mocasines con borlas, calcetines
delicadísimos de ejecutivo de la City y reloj de pared). A ver si
observo más. A mí ni me mira. No
se le oye y eso que pongo la oreja. Debe ser experto, con José Ramón Rodríguez,
el gran “Titulares”, el secretario national de USO-Canarias (el que
vacaciona en Japón con la nave en peligro ¡estos sindicalistas!) en la clandestinidad
bajo el franquismo, esto ya es producto de su vis cómica. Son así de
insolentes, ignorantes, avispados a su escala, en sus niveles- cota minera. Para eso tienen
mis libros sobre el tema sindical y laboralista. Voy a empezar a llevar los
dos. Perdona que no abordara al que lo
es de las dos partes, como el saltimbanqui que lo fue y muy operístico en mi juicio. Es el único
DOCUREALITY que ha generado la jurisdicción.
Mi libro es el mejor, porque en realidad es el único ensayo,
digno se ese nombre, que se ha escrito del sindicalismo y el laboralismo (los siguientes
también son míos). He descubierto a un catedrático de derecho laboral,
comunista claro, que ha escrito unos 20,
todos empiezan por “sindicalismo”, nos podemos imaginar el nivel y la capacidad
crítica e intelectual. Manuales vulgata para el obrerismo y el megáfono. En la solapa
o contraportada habla del futuro
sindical con una
simplicidad, ignorancia y ombliguismo propio
de manifiesto laboralista. Cultural y experiencialmente down underground. El obrerismo constituye objetiva y subjetivamente la máxima pobreza
de la izquierda, la lucha económica por arrebatar unos incrementos (para
el consumo) que caen y como el mito de
Sísifo que lo representa, hay que volver
a subir la piedra arriba y vuelta a caer y así.
Históricamente es el ámbito de la izquierda acrítica, antiintelectual y
antiteórica. Fue el almacén de la izquierda, la intendencia, masas en todas las teorías marxistas, no
precisamente la biblioteca, ni el puesto de mando.
Ayer pensé que mi programa judicial, está por medio USO
Canarias por supuesto, tiene que ver con mis libros, con y cómo escribo en general. Hay una
actitud ante la vida y escribir, al menos lo que escribo yo, exige “actitud”.
Ayer imprimí otra vez mi tercer libro sobre el Sáhara, que va a ser el de más
trascendencia, hago lo que es mi mérito cierto, adentrarme por donde nadie lo
ha hecho antes. Decidí distanciarme, no
corregir, hasta Fuengirola, ya que llevo
mucho tiempo encima, aunque cierto que
también leyendo e incorporando cosas.
No sé por qué, pero estoy escribiendo un artículo-ensayo sobre el islam en el África occidental, para
la web chilena. Me ha dado por eso. Lo lógico sería, si no fuera todo tan falso
en los procampamentos, que si empiezas con el Sáhara, sigas con Marruecos y te
encuentres con el islam africano. Málaga
tiene una enorme oferta museística y de librerías incluidas de viejo,
que trataremos de aprovechar. Tengo otros asuntos para septiembre, no
solo “pasear” mis libros.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
sábado, agosto 27, 2016
Mi hijo del Banco Mundial al IRI
Con el Intendente de Asunción
Con la Ministra Baiardi y senadoras el representante del IRI
De la gente con la que trato, la vida más interesante que conozco es la de mi hijo (e hija) con mucha diferencia. Y mi vida no es de las más planas. Por tanto, dar cuenta de sus andanzas tiene una doble motivación, por un lado no le considero alguien repulsivo o repugnante, ni siquiera nos detestamos ni abrigamos viejos odios o reproches, e insisto, se mueve por muchos lugares y con gentes interesantes, pero su ocio no le va a la zaga.
Hace un mes se fue a la Universidad de Berkely para ver a The National y a su cuñado.
Durante años estuve preocupado en que pudiera salir un inútil por no odiar a su padre. El natural deseo de la muerte simbólica del padre (en términos lacanianos), lo llevó al resultado preciso y no se entretuvo por su tránsito. Aunque se trataría más bien de una fulminación.
Leyendo el periódico de Asunción que viene en el enlace de arriba: "reunión con autoridades del Instituto Republicano Internacional de los Estados Unidos", he sido consciente de algo que no lo había sido: que ahora trabaja para los Estados Unidos. Hay que leerlo. Representa a EE.UU., lo que me llena de orgullo.
Siempre he admirado a extranjeros que hacen algo para países que no son los de origen. Me parece poder forjarse un destino y agrandar la vida una barbaridad.
Correo de E. contestándome, un testimonio in situ
En Washington? Qué va! En Asuncion hasta el sábado amigo.
Tenemos una agenda repleta así que no paro y cuando llego al hotel colapso. He conocido ya a la mitad de parlamentarios y gobernadores del país yo creo. Hemos estado en el Senado, comido con senadores y desayunado con el alcalde. Mañana vamos a una provincia del interior a reunirnos con líderes locales.
Ahora estamos volviendo de una cena en la casa de un senador (para variar) con la plana mayor del partido liberal radical auténtico. Nos han agasajado con fruición.
El sábado llamo!
Dado el nivel de superioridad analfabeta (científicamente demostrable por sencillos tests) de los hispanos sobre los norteamericanos, sus prejuicios ignaros, sus consignas de gallinero anti, su odio soterrado vitalicio, aquí en estos dos enlaces tienen la oportunidad de rebajar patetismo, pero mantener vivas sus supersticiones (no somos tan crueles)
http://www.iri.org/ http://www.ned.org/
hay que pasar el cursor por el enlace y pinchar
A quien tenga mínima inquietud intelectual y política le aconsejo entrar en las dos direcciones
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
miércoles, agosto 24, 2016
El gran viaje
L.A. y Base naval de San Diego
Por fin tengo DNI y pasaporte nuevo para sacar los tikets ya.
Oferta ahora.
El lunes en Los
Reunidos se perfiló más el viaje a Tucson (Arizona) a la graduación en Law de
Espy. 20
horas a Los Ángeles: TFE Sur- Oslo-LA.
15 días. LA se ha convertido en un punto logístico, empieza este curso
Pablo, el hijo de Conchi (venían de Tailandia y Myanmar, no sabía nada, se emocionó y lloró), en la UCLA. Igual para entonces tenemos más
infraestructura allí. Él se incorporará a la expedición. A E. le gusta mucho la
ciudad, y le parecen superficiales las críticas habituales (españolas: tráfico). Debe
haber más cosas además de coches, según críticos por elaboración personal, y no
crítica en serie de a prioris (los estadios de banales). En LA se incorporarán E. y S. Al final nuestros hijos, todo apunta, se asentarán todos en
EE.UU. Lo bueno de la vida es que
sorprende siempre. Que no resulta en absoluto como se intuyó, que puede dar extraordinarias
alegrías y abrirse en horizontes bajo arco iris rutilantes. Nuestros hijos
se tienen por familia y mantienen
contacto y saben que se tienen para lo que haga falta. A LA le daremos una batida, tenemos
el Pacífico, Santa Mónica, Venice, la catedral de LA de Moneo, a Gehry,
museos, muchas cosas. De allí iremos a
San Diego a sacarnos una foto en la ex
casa de Belén y Pedro y visitar la Base Naval, la mayor seguro de EE.UU. El riesgo de guerra global no está
en el Atlántico, sino en el
Pacífico, en los pasos del Mar de China,
y límites fronterizos. Es la zona caliente y crítica del mundo.
Fer y yo nos dijimos al unísono de ir a la base naval y
visitar un portaviones y algún barco más que tienen de museo, aunque son más
impactantes los modernos barcos de guerra,
que a los dos nos encantan. La idea era o es pasar a Tijuana, ya
solo el nombre es sumamente sugerente.
Para evitar colas pasaríamos caminando. Belén nos lo desaconsejó y que una vez en coche tardó 4 horas en pasar la
frontera. Según Belén es hórrido, más caro
y no vamos a oír mejicano sino inglés americano slam y además nos van a
robar los pasaportes. De LA a Tucson nos separan más de 700 Km (500 millas), es a través
de California pero sobre todo de Arizona. Las grandes rectas, las gasolineras polvorientas y abandonadas,
puertas batientes por el viento en locales de carretera que se sospechan
deshabitados, los moteles con gente dudosa
y poco cuerda, territorio de
navajos y apaches (de Jerónimo), de bases secretas, de cactus, plantas heridas,
rastrojos y el sol de la antigua España, la única que nos apasiona. Hemos de
atravesarlo releyendo a Cormarc
McCarthy. En Tucson, apartamento a las afueras, de estilo y ambiente post-hippie, donde vive Espy. Traje y
graduación. Dentro de la vida americana.
De Tucson tenemos Heroica Nogales a 50 km, o sea MÉXICO, vamos a adentrarnos
hasta el Mar de Cortés en el arco de la
Península de la Baja California. No
tengo otros dos países que me puedan gustar más.
Belén que es española porque no puede ser norteamericana,
nos aconseja ir hasta Las Vegas, ella es muy fan de EE.UU. –no descarta irse
definitivamente, pero no puede-. Si Belén dice Las Vegas será por algo.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
martes, agosto 23, 2016
Reportaje/viaje de Víctor Hernández Roncero
TRATADO DE TORDESILLAS
Las casas del Tratado entre España y Portugal, en Tordesillas, son el testimonio de la forma más radicalizada de apertura al mundo, del ente que es el ser-ahí. Ser natural de Castilla en torno a 1494 y hasta el siglo XVII ha significado llevar a sus últimas consecuencias el modo de ser del Dasein en el abrirse al Ser y al Mundo, como lo son igualmente los viajes de descubrimiento, las conquistas, el aprendizaje de las lenguas nativas para evangelizar a los indios, la fundación de Universidades en suelo de Iberoamérica poco después del descubrimiento, la creación de ciudades espléndidas, las misiones científicas de exploración, el progreso de la cartografía y el arte de navegar, la exclusión de los indios de la jurisdicción inquisitorial, el mestizaje profundo, el descubrimiento del régimen de corrientes y vientos en el Océano Pacífico, imprescindible para navegar, la introducción en la América Hispana de las mismas formas políticas que regían en la Península -con el mismo status político-. Todo esto estaba latente y en el horizonte inmediato, en el futuro más próximo, cuando España y Portugal se repartieron aquel año el orbe con la bendición de la Santa Sede. El Dasein puede serlo en diferentes grados de intensidad, y en los siglos de que te hablo se registró un hito en su Historia que no tiene precedentes -el Dasein también tiene una Historia rigurosa en que se materializan los alcances de su apertura al Mundo-.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
El Día: Las "diferencias ideológicas" del PSOE
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
lunes, agosto 22, 2016
Nuevo trabajo y más al sur de América
Con la Presidenta del Poder Judicial de Paraguay (a la dcha)
En el Centro Franco de Paraguay, recibida también la delegación de IRI
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
Firma invitada: El DALAI LAMA EN VALLADOLID
Fotos: Das ist Valladolid
Schalom, hermano: En el vagón del Albia conté con la presencia física del mismísimo Ortega y Gasset, a quien hice esta foto furtiva. En mi vida he tenido jamás la experiencia de una semejanza tan asombrosa de una persona a otra. Los planes en la meseta son Tordesillas, las casas del Tratado, lugar en que Portugal y España se repartieron, literalmente, el mundo. Las había visto, pero sin entrar, hace cinco años, porque estaban cerradas, y ahora quiero aprovechar para ver los documentos que están expuestos en el museo. Intentaré ir a Burgos el miércoles. Entretanto, recréate con estas fotos. La de Ortega no la cuelgues, que no sé si entramos en infracciones del derecho a la imagen. Por cierto, en el tránsito a Castilla el ferrocarril cruza un paisaje majestuoso, henchido de una luz irradiante, que se desborda e irrumpe sin pudor en retinas como las mías, poco habituadas a la naturaleza como espectáculo, confinadas siempre al ámbito de la letra impresa. Hay instantes de la existencia en que el Dasein no necesita abrirse al mundo porque es el mundo el que le penetra sin pedir permiso ni llamar a la puerta.
¡Cómo conmueven tus palabras y pensamiento, extraordinario escritor ágrafo! El editor
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
domingo, agosto 21, 2016
Diario gráfico narcisista de un viaje por Vascongadas, Navarra y Castilla IV
Ahora mismo cuando escribo estas líneas, mi hermano está a
punto de salir de la Estación de Abando de Bilbao en un Albia dirección
Valladolid, por lo que estamos a punto de entrar en la última fase del diario:
Castilla, la más larga. Me mandó fotos de casa y de Bilbao, pero las borré. Por lo
que no habrá documentación gráfica, pero sí de alguien que le puede muy bien
sustituir: el Dalai lama. Me refiero a la línea invariable en el vestir, que
vemos ligado a la espiritualidad o intelectualidad. Ninguno de los dos hace concesiones a las
modas, al que dirán, tendencias, marcas, colores, novedades dictados por los fabricantes. La
espiritualidad del Dalai Lama se corresponde con la intelectualidad de mi
hermano. No se gasta dinero en ropa pero es el único que
tiene estilo en el vestir, que viste exactamente como es, su envoltorio es
su interior o sustancia. No podría ni un
solo día del año pasar por alguien distinto a él, ofrecer dudas. Con los
compromisos existenciales no puede haber concesiones, que a diferencia de los
llamados ideológicos –esa superficialidad máxima y absurda- no son pura estética encima moral, un minimalismo de delirios docentes.
Hace poco hablando con alguien decía de mi hermano, que
gozaba siempre del respeto de las élites. De eso soy testigo yo, además de
todas: culturales, intelectuales y profesionales.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
El diario de un escritor comprometido. 14: patatas fritas
PONFRITS
KÖENIGSEE
Jamás me he frito ni
una sola patata. No he puesto nunca ni una sola en la sartén. Tras este dato pareciera que nada
tuviera que decir sobre ese tubérculo. Hablando de ellos, jamás he probado la
batata, el asco empieza por su nombre, que suena a banana
y postre.
Sé que es muy sencillo pelar patatas –estuve todo un día en
el campamento militar de Córdoba haciéndolo- trocearlas y echarlas al aceite.
Sí, pero nunca lo he hecho, es mucho más
fácil abrir latas. Cuando pienso en qué receta debo hacer para el día
siguiente, pensé en las patatas aunque fuera en negativo, hasta que caí en la
cuenta que de negativo nada de nada.
Tuve un corto periodo
de actividad en la hostelería alemana,
que mi ingenuidad y malos consejos unidos pusieron fin. Estaba de alta y legal,
en el borde de un lago alpino
bávaro (arriba). Abríamos a las 9 o así, el
dueño, el turco (recoge mesas) y yo.
Servíamos desde el mostrador un montón
de cosas, todo tipo de salchichas, pollos, embutidos, sauerkraut y el producto estrella
que eran las patatas fritas, que era lo que más se vendía a la tarde hasta que
desaparecían los turistas y cerrábamos.
En la barra estábamos el dueño y yo, y la cajera Silvia, una austríaca
que andaba enrollada con el hermano del dueño. El dueño era literalmente
asqueroso, más de las SA que de las SS, o mezcla, su mujer que siempre llevaba el típico traje
bávaro me excitaba muchísimo (ojo, ella
no hacía nada, todo yo), lo que me incitaba a detestar aún más al dueño. Al
mediodía me dejaba solo, entonces
me enfrentaba en solitario a las hordas. Hacía de todo, menos cobrar,
ante la mirada conmiserativa del turco, que solo tenía que esperar que se
vaciase alguna mesa para retirar los restos.
Lo peor, aparte de atender a las mesnadas, era las patatas congeladas que tenía que
freír en dos freidoras. Sacarlas de las cajas, echarlas a las freidoras con el
subidón de calor, olor, pringue, salpicaduras, suelo embarrado de grasa y
deslizante, servirlas en cucuruchos con una tenedorcito de plástico y
normalmente ponerlas Ketchup, mientras otros pedían cosas distintas. Al
atardecer la cola salía del establecimiento y era entera para mí. Y todos
pedían “ponfrits”. Eran niños hijos de puta la mayoría. Había bastante
norteamericano que me hablaba en inglés –entonces les entendía perfectamente
(ocurría además que odiaba al
imperialismo de manera personal)-, les
decía en alemán que no entendía,
entonces me señalaban, y yo o me avenía o seguía en mis treces. Era cuando
Silvia me reprendía discretamente. Entiendes de sobra y estate tranquilo. El
turco no paraba de admirarme. Antes me había descolgado del servicio étnico
alemán con los que comía en el restaurante del hotel, tras un biombo, no en el
autoservicio de fuera donde trabajaba, porque no me hacían ni puto caso, ni me
saludaban, por lo que me pasé a la
cocina a comer con los turkisch. Lo que les gustó mucho, no lo hice por marxismo,
sino por repelido.
Pese a mis malas caras, melodramatismo, enojos lo cierto era
que llevaba solo el chiringuito en su
actividad central. Debí pensar que era imprescindible. Una noche hablando con
Silvia, nos referimos a nuestros sueldos. Tú eres tonto, me dijo. ¿Y qué hago
entonces? Pedirle un aumento y si no que
te vas. Dicho y hecho. Entré al hotel y se lo dije así. Muy bien, te
vas. Era de noche y había que ir a Berchtesgaden para poder coger el tren para
Munich. Pero ahora no me puedo ir, será mañana. Mi habitación era del hotel.
No, ahora mismo. Fui al hotel de al
lado, donde estaba Manu, que tenía trabajo de turco, oye que nos han echado (de
la habitación los dos y yo del trabajo). ¿Qué has hecho? Nada, una
reivindicación salarial. De madrugada estábamos en Munich, como en un gran
circo, donde jóvenes de todo el mundo dormían
en sacos en el suelo. Nosotros nos pegábamos codazos cuando veíamos a las tías
buenas meterse en bragas en los sacos. Los marcos me salían por los bolsillos
de los vaqueros. Entonces MH estudiaba germánicas, andaba por la zona y tenía contactos benefactores en Munich
(residencia ilegal). Antes de su guerra con Herr Arnold, profesor de la universidad.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
sábado, agosto 20, 2016
Diario gráfico narcisista de un viaje por Vascongadas, Navarra y Castilla III
Foto: Das ist Pamplona, einz
Foto: Das ist Pamplona, zwei
Si hay una figura incordiante e
inédita en este mes de agosto de turistas por España, con turbas
ensayando distintos modelitos y conjuntos, según ubicación
si húmeda o calorífica, pero
todos en un mismo
empeño, dejando como nota común el
claro compromiso vacacional (efímera y espejeante tierra de promisión), ese es mi
hermano. Mi hermano no tiene plan vacacional, un cúmulo
de destinos, algo que fotografiar (él solo fotografía su interior),
que probar, saborear,
poder alguna vez ostentarlo.
Mi hermano al tener unos intereses vitales y
existenciales muy superiores al común, no precisa dispersarse, tratar de
descubrir que le puede gustar, romper la rutina, buscar modelos y ofertas que les
vendan que considere convincentes o al menos aceptables.
Mi hermano no hace sino prolongarse, su apetito intelectual al ser de
tanta solidez y hondura, no precisa de aspavientos, ornatos,
hazañas, incluso signos
ideológicos siempre superficiales y demostrativos, es el espíritu el que a él le
guía, no el mundo sensorial más primario. Y mucho menos la turbamulta.
Su opción intelectual y espiritual es de tal magnitud que ni un solo signo le hará asemejarse al resto de deambulantes ávidos de vacaciones, para los que no son, en el fondo, más que un concepto legal de finalidades funcionales.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
Diario de un escritor comprometido. 13: Chorizo
Este plato es de los
que me
gustan: van solos. No
soy de los que puede decir le
pongo esto o lo otro, y tenga alguna clave, o una especia esencial y basculante. Y menos pueda hablar de cocina
y recetas, como las conversaciones sobre bebidas exquisitas, no me gustan y no
participo si no es para decir lo que estoy escribiendo.
Este chorizo es de
Mercadona, es picante y muy bueno,
algunas veces me lo como crudo, algo que también hacía mi madre cocinando y con una
copa de vino. Cuando lo hago me acuerdo
de ella, que me caía entre bien y muy bien. No se trata de
ningún chiste porque me cae muchísima
gente fatal.
Cuando no tengo nada que comer acudo a los huevos fritos a
los que les pongo el chorizo, que
impregna de color y sabor a los
huevos. Me gusta mucho la sopa de sobre,
más que la natural en cantidad de casos. Es otra cosa que siempre compraba (y acumulaba porque no se hacía, yo
alguna vez), aunque me dicen que no es nada sana y me he frenado un poco de
comprar, seguramente por todo lo
que me
cuido. Pues bien, a la sopa de sobre, el Gallo es la que más
confianza me inspira, le ponía unos trozos de chorizo del mismo –como soy muy
tiquismiquis hay muchos chorizos de
los que no me fío y me dan asco- y hervidos quedaban geniales. La sopa la tomo como mi padre
–entre mi padre y mi madre noto que no
me dejan hueco para ser yo: se tomaba primero el caldo y dejaba los
fideos para el final. Hago
lo mismo. Supongo que sería infantil,
pero me lo transmitió. Bueno, no quiero pensar en otros padres.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
viernes, agosto 19, 2016
Diario gráfico narcisista de un viaje por Vascongadas, Navarra y Castilla.II
Salaz y sicalíptico ante el pintor fauvista vasco Iturrino
Mi hermano ayer paseó Bilbao. Estuvo en una de las librerías
del nuevo oligopolio y dijo que era
mejor que las de aquí, estaba en filosofía. Fue al Museo de Bellas Artes del que soy
amigo, por si hubiera alguien que no lo supiera, y había tal cola, que le aconsejaron que fuera
a las tres.
Qué has comido ¿café?-le pregunto. No, no, una tortilla de patatas que he
repetido y una cerveza, creo
que es suficiente.
En el Museo se ha tirado dos horas y media. El Museo lo merece,
pero son lugares que cansan mucho.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
El diario de un escritor comprometido.12:revueltos
Hay muchos revueltos: de setas, espárragos, ajos tiernos,
gambas… Los únicos que hecho yo son los de setas. Siempre compro setas, que luego caducan o terminan en
paellas. Me gusta mucho los revueltos de
espárragos, pero echar a los fibrosos y
delicados espárragos en aceite, es como
hacer un tattoo a un bebé.
A las setas las pongo los condimentos típicos vascos, ajo
muy troceado y perejil, y por último el huevo. No tiene ninguna ciencia.
También he hecho setas a la plancha, pero no tengo recetas propias de nada. Soy un artesano malo, no un creador.
Mi estilo como he repetido, ahora introduzco la novedad, es de ama de casa, sin
descendencia o con mucha, que exige la misma pericia culinaria: escasa.
Luego subiré a la
cota 600, a ver libros. Aparte algunas cuchipandas, he trabajado mucho este
mes. Mi hermano regresa el próximo
viernes y yo me voy el lunes siguiente, igual ni le veo.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
jueves, agosto 18, 2016
Diario gráfico narcisista de un viaje por Vascongadas, Navarra y Castilla I
Foto titulada: Ya he llegado
Foto titulada: Das ist Bilbao
Puede observarse detrás las txosnas de las Fiestas de Bilbao, un lugar muy poco recomendable si vuelve al tema político, como ha hecho estos días sin consecuencias.
Iremos dando cuenta de este apasionante viaje conforme nos llegue el material gráfico.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
El diario de un escritor comprometido.11: Bacalao
La dieta de fin de semana
pasa necesariamente por el
pescado fresco. Aunque nunca cocino yo,
sí diré que aparte lubinas, doradas… el
cherne y el pámpano son de mucha calidad y precio, como el buen bonito. Nada de eso
hago yo, a veces se trae pescado
congelado para entre semana y ese
sí hago yo. Pero no tiene
ciencia, se puede hacer
hasta en el microondas rociado con
aceite de oliva. Es como una comida de enfermo. Durante tiempo todo lo
solucionaba con ajos, ya a casi a nada pongo –los ajos los como crudos, con
aceitunas, para no abrasarte la boca, como hacía antes- a estos
pescados sin fuste hay que
echarles mayonesa. No lo suelo buscar en el congelador hasta que lo
ves de noche descongelar, y sabes qué vas hacer para comer. Hay unos
que pueden casi pasar por no congelados.
También he ayudado en
muchos bacalao al pil-pil, que es un
ejercicio de muñeca muy específico, que
requiere su maña. Durante los meneos hay que apartar la cazuela del fuego para
hacerlos y volver a ponerla, se trata de cadencias con unos resultados alquímicos.
Del bacalao blanquísimo al vacío se puede sacar, aunque parezca mentira, la
salsa del pil- pili, mediocre pero sale, del roce de la piel del bacalao con el aceite de oliva en la cazuela
de barro, que es como se hace.
Este bacalao si lo he hecho pero con pimientos de piquillo.
Ayer me llamó mi hermano desde Bilbao a la noche, supo llegar. Se ha acabado
la diversión y las risas perpetuas.
Aunque MH y Arantza conocen a Fer y Rosita desde hace muchos
años. Con Espy pequeña estuvieron en Mundaka
en casa, ayer comentaban la
espectacularidad de la pareja junta o por separado, según MH juntos son un crack. No fueron para menos.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
miércoles, agosto 17, 2016
El diario de un escritor comprometido.10: morcilla con pimientos
Despedida
Hay
momentos en los que la carne que queda en
la nevera está caducada o ya no hay, un fácil recurso es acudir a la morcilla
de Burgos envasada al vacío y mirar si tienes pimientos de piquillo. Una
morcilla entera ahora, a esta edad mía, llena, y si es con pimientos más.
Como
cocino de manera muy mediocre y ahora con alguna pretensión de extender mi
“carta” para satisfacción nuestra, daré cuenta de un plato que me gusta, mucho
más cuando lo hacen que cuando lo hago yo. Veremos esas dos fórmulas: de pasivo
y activo.
Cuando la hace la gran instrumentista, y de mítica fama –ahora dice que le ha dejado de
gustarle, lo que nos puede perjudicar—se
pone en un cazo de aceite y ajos partidos longitudinalmente en dos. Se echan los pimientos de piquillo
sin el agua, y a medida que se van haciendo, se va echando el agua de
la lata, cuando se va haciendo más, agua, hasta que se ponen como de una suavidad lechosa y aromática. En la
sartén se fríe cortada la morcilla sin aceite, porque como decíamos se
fríe con su propia grasa. Se saca
y se echan los pimientos sobre la
morcilla, cortadas en unos 8 ó 9 trozos.
Mi
proceder presidido por mi impaciencia
y tosquedad, abrevia el procedimiento.
Me limito a pasar los pimientos de piquillo por muy poco aceite hasta
que adquiere unas vetas negruzcas –como
los pimientos de caserío que se hacían sobre la chapa- y
después las hecho a la morcilla.
Queda también bien.
Nuevamente tuvimos celebración, con Rosita
resultan memorables. Mi hermano
va perdiendo chaquetas por ahí, le llevo
contadas cuatro. Se van todos a Bilbao hoy, incluido mi hermano, que es mi
informador diario de la gente que ve. Luego quedaré aislado. Fer
me dice de ir a caminar. Tengo
muchas cosas que hacer, básicamente
corregir mi último libro sobre el Sáhara. Me he entrampado con el nacionalismo de los grandes teóricos, he ido más lejos de lo que preciso. El prólogo o el epílogo lo hará El
Niño, ayer hablamos. Es la vuelta que no se había dado.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
martes, agosto 16, 2016
El Día: Corruptos previos y sobrevenidos
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
lunes, agosto 15, 2016
El diario de un escritor comprometido 9 berza, garbanzos morcilla
NUESTRO PARRA
Para preparar un plato de berza (col), garbanzos y morcilla,
preciso ayuda solo para acuchillar la col. Me parece una tarea técnica y violenta. Salvado ese escollo, se
trata de hervir, la garbancera es de frasco, pero ha de hervirse igual, pero separadamente. Una vez hervidas las
sacas con una espumadora y lo pones en el plato. A simultáneo fríes ajo para rociar por el plato, como confetis de
oro y café.
La morcilla que ha de ser de Burgos y de arroz, también de Merca, la corto y la pongo en una
sartén sin gota de aceite, la grasa de la morcilla se encarga de freírla.
La morcilla, a pesar de que no me gusta
usar muchos platos porque después hay que
fregarlos, la pongo en otro plato. O voy comiendo de los dos platos, o
dejo para el final la morcilla. Lo normal es comerlo todo en el mismo plato,
combinando los tres ingredientes. Este es otro plato baskisch.
Mis pautas de cocina como ya hemos advertido son todas de
ama de casa sin descendencia. Jamás he cocinado nada para nadie (salvo XY) ni
lo haré en mi vida, ni nada que propenda
o insinúe la exquisitez. O la mera
experimentación, que solo hice hace muchos años con el arroz. A lo pobre
(hervía zanahoria, ponía perejil…
tonterías) y sin resultados.
Ayer retornamos
triunfales al Parra tras un encuentro muy desagradable. Al llegar me
recibe Rafa el dueño, muy contento.
-Rafa, ¿cuanto tiempo que no vengo?- un clásico
- a ver….año y pico- contesta
-¡si señor!
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
domingo, agosto 14, 2016
El diario de un escritor comprometido 8 confit de pato
¿Se
podría decir que Mercadona representa para el hombre mínimamente autónomo de
hoy, lo mismo que supuso la píldora para la libertad sexual de la mujer en los
años 60? Seguramente no, pero desde que
nos lo formulamos y tenemos la necesidad de esa analogía estamos dibujando un paralelismo,
asociación, trasunto... Tal vez nos incorpora mejor a otro horizonte de vida, porque lo
facilita. La cocina pasa a ser una
biblioteca que se amplía cualitativamente. Entran Kant y Montaigne, el codillo
y el pato.
Jamás
he andado y desandado 20 metros para ir a la nevera y sacar un producto, un
comestible, para mostrarlo como si fuera algo único. Sí lo he hecho para buscar
libros incluso alguna pequeña obra de arte o curiosidad, pero nunca por comida.
Estábamos
en el jardín ponderando la oferta de Mercadona la noche del codillo y quise
enseñarles el confit de pato de esa marca. Estaba en su envase y al mostrarles les dije “a que
tiene buena pinta”. “Sí, sí, muy buena -me respondieron al unísono- tenemos que
ir cuando volvamos al de Bilbao, han abierto dos, el otro en Barakaldo”. “Jon,
me ha dicho que le lleve boquerones”. No papita chica, mojo, o queso-cabra (que
sí creo van a llevar), sino Mercadona dreams. Ayer que por toda salida fui a
Mercadona, le compré boquerones a Jon.
Les
conté que antes metía el confit en el horno, así años hasta que descubrí (leí) que
bastaba el microondas. Con verduras
hechas de no sé qué manera con jengibre, es su gran compañía, pero eso es muy
engorroso para mí. Y no me gusta (hacerlo).
Ayer
estuvieron MH y Arantza en El Parra y que estaba hasta la bandera. Turbas. Creo
que tras el penoso incidente en el Callejón de
Gaza solo volvimos otra vez.
Evocación
que me induce a concluir con la llamada de ayer de E. (tendría relación), muy
contento, le van bien las cosas. Hay urdimbres familiares de sensibilidades, ideas,
valores, desde luego, en absoluto serviciales de los entornos cómodos y
sectarios de siempre en los que uno ha decidido permanecer predeterminado la vida entera,
y sin conocer en la
propia vida personal ni una sola
disidencia o autonomía real y vital –experiencias de verdad y propias- y que al
final regresan como para intentar probarte. Se da, si has elegido ser el que es
capaz de guiarse por sus propias pautas personales, renovarlas por el
pensamiento, avanzar por el conocimiento
y decidir por la propia experiencia
(acto abierto de vida y comprensión/función
crítica); y no por el mundo cerrado que siempre le ha cobijado y resguardado
de absolutamente todas las contingencias en una vida burbuja en una viga de hielo.
Sonríes: todavía hay clases.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
sábado, agosto 13, 2016
El diario de un escritor comprometido 7 carne picada
Según el sistema binario que seguimos escrupulosamente, ayer
no tuvimos jardín, o sea terraza de
verano de cuatro. Sigo trabajando duro, es todo lo que hago. Los raviolis resultaron como de costumbre.
Mi padre nunca cocinó y eso que era de txokos, pero en casa de amigos, en un caserío que compró
un amigo de él y en algún otro lugar cocinó barbarismos: marmitako de salmón,
donde el bonito más óptimo, y cuando el salmón no estaba de moda. El sin sentido colonizaba el resultado. Otro amigo de él (tipo compinche y del mismo pelaje,
creo que aún peor) en otra ocasión, los
asquerosos caracoles terráqueos. Mi ex familiar dominicaba (perdón por el
neologismo) paella con mucho aderezo de mandil y órdenes; ninguno de los tres había frito un huevo en su vida. Los tíos
propenden a la alta cocina de esmero y
presencialista, sin tener ni idea, cuando hacen algo lo quieren a lo grande.
Yo sin embargo me muevo por parámetros más de ama de casa
sin familia: mi comida no tiene destinatario extra. Hago arroz de siempre, según
XY muy bueno, no le pongo nada (ajo y muy pocas veces un poquito cebolla muy seccionada), luego kechup y huevo, pero jamás se me ha ocurrido hacer una paella. Para empezar por la
laboriosidad, y por ahí no paso. Tampoco me gusta la cocina. Los fines de
semana sin embargo, como de gran restaurante en casa, muchas veces mucho mejor que fuera pudiendo
elegir cualquiera. A lo más, yo he ido a Mercadona, como enseguida haré.
Hago una carne picada que creo he inventado por mi vagancia endémica. En
lugar de hacer hamburguesas o albóndigas, yo que soy muy ajista, troceo varios
dientes de ajo, cuando se han dorado le echo la carne picada, más picada, a la sartén, y la voy troceando
mientras se hace, cuando ya está, le
pongo un huevo, pimienta negra y lo revuelvo. Es rapidísimo y sabe bien, o sea,
un escalón por encima de “se puede comer”.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
viernes, agosto 12, 2016
El diario de un escritor comprometido 6 pasta
Ayer me dijeron si salíamos, dije que prefería jardín y
sobrepasamos las 3 de la madrugada en él otra vez. Tienes la certeza de que eso es lo
que va a ocurrir. Debemos estar a gusto porque no hay otra explicación. Todas
las bendiciones las volvió a tener Mercadona, hace años era por la cosmética,
ahora es por la variedad y calidad, que haya boquerones, tantos tipos de mermelada, Hacendado
con buena pinta. Hace 30 años íbamos de Mundaka al Eroski de Gernika, veíamos la carnicería y
decíamos aquí puedes comer todos los días del mes distinto. No sentíamos como
ecuatorianos o bolivianos.
Cuando era dogmático lo fui a niveles patológicos. Que es como se es cuando uno es
dogmático, combatí en las filas de los
negacionistas de la pasta, la pizza y la
comida italiana, sosteniendo que no
fueran cosa distinta a comida basura. Hay
italianos (restaurantes) en París, ¿no verdad? Pero si hay en Londres, ¿no? ¿Será por algo? No
conocía Italia. En la primera visita, escasos
de recursos, apenas la caté,
en la segunda disfruté mucho y me sorprendió,
no así mi necedad, que ya daba muestras de su dimensión, y en la tercera
entendí que sublime. Como he perdido mucho interés por la comida, aquí me sigue pareciendo bastante batallesca.
Procuro no entender
de platos ni de vinos, ni sugerir restaurantes donde se coma muy bien. Me gusta comer y beber
bien, sin incrementos sutiles de
calidad. No digamos excelsitud. Y quedarme mudo cuando se habla de esas
cosas. Me gusta no quedarme con nombres de vinos. Intento no conocer nombres de platos. Deduzco que hay un poso de superioridad como
bilbaíno, modalidad “a mí me vais a contar”. En mi época todo era muy bueno y de verdad,
incluso se comía de temporada. No había mariconadas ni muchas variedades, pero
la carne, el pescado, verduras, legumbres… eran muy buenos. Los pasteles, los bollos de mantequilla, turrones.
Los viernes, o sea
hoy, como siempre pasta, más que por asociación
con Termini por dejarla hecha. Lo que más me gusta son los espaguetis
western que llevan más agua y sal, y
tienen una cocción más lenta y tienes que ir probando, en cambio los raviolis
son dos minutos, les pongo boloñesa y
paprika para darle marcha. Quiero
volver a los espaguetis western, punto. La lasaña no me hace ninguna gracia.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
jueves, agosto 11, 2016
El diario de un escritor comprometido 5 fabada
Un producto alimenticio que ha sido esencial en mi dieta durante décadas ha sido la fabada
Litoral. En Bilbao y Vizcaya el plato nutriente, dador de potencia, suministrador
de energía, espiga telúrica, el equivalente
a las espinacas de Popeye, de los hijos
dioses del matriarcalismo vasco, eran las alubias rojas de Gernika y en
Guipúzcoa las de Tolosa.
Un amigo mío
tenía un
bar muy conocido en las Siete calles de Bilbao. Tendríamos
20 años y me llevaba a comer gratis
claro, a su restaurante,
en el menú del día del comedor
cercano a la barra ponían alubias de lata, que
eran tan buenas como las otras.
También me invitó alguna otra
vez el hijo de los de otro restaurante más conocido, siempre en régimen
por la patilla. Los lunes que cerraba el primero íbamos a saquearle
el bar, pero nuestro amigo tenía que
luchar contra las culpas, la deslealtad
y la traición filial. Nos conmovió y cesamos
en las súplicas saqueadoras. Me comportaba tal cual Atroz ahora, inmune a los procesos de
socialización y con el prurito compulsivo de sacar el máximo partido a todas las ocasiones, tomaba Schweppes de naranja para gusto del paladar
y una vez casi pierdo un dedo por exceso de gula con la cortadora de jamón.
En el barrio del Toscal de Santa Cruz había una tienda (venta, como dicen los nativos en amazigh)
cuyo estante superior estaba lleno de
Litoral. Eran los años 80 y aparte el sabor y calidad era una comida muy
limpia, no tenías por qué mancharme los
dedos. Me las comí todas, iba comprando el estante y lo veía acortarse.
Me inventaba arroces con zanahoria pérfidos. Si tardaba, allí seguían y reanudaba el adelgazamiento del estante.
Tomaba mucho zumo de naranja, porque fumaba como un enfermo mental, y para no contraer el
escorbuto. Quedé sometido a Litoral. Hasta hace unos años
me comía el de medio kilo,
quitaba morcilla y tocino casi todo. Ayer
comí, Mercadona tiene unas alubias y lentejas, jardineras se
llaman, con verduras, no están mal pero no tienen la consistencia de las otras.
Las mejores son las Gutarras de frasco, que hay que
hacerlas, me iniciaré en ella. Platos largos nunca he hecho salvo porrusaldas.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
miércoles, agosto 10, 2016
El diario de un escritor comprometido 4 codillo
Ayer
cenamos en el jardín, solo ocurre cuando vienen MH y Arantza, que no hacen sino
celebrarlo, como pasó con otros vascongados de mucha dimensión que lo siguen recordando. XY
no puede prescindir de los detalles, puso velas aunque no en la mesa. Hablaron
de La Palma.
Cenamos
un plato muy Mercadona que suelo hacer yo, pero que es preferible que lo haga
XY que a todo le pone gusto y ciencia. Codillo, sauerkraut, remolacha y gurken
(pepinillos) le falto puré de patatas al plato, no a mi deseo. Antes de cenar
ya nos habíamos pimplado, las vascongadas un blanco bueno y frío y nosotros cervezas, en la cena y la post-cena
nos bebimos algunos botellines de vino tinto más, ninguno de los cuatro dejó
pasar una ronda de vino. La socialización neotestamentaria del vino.
En una
de estas dice XY “siempre hay que hablar de ti”. A lo que respondí "porque a mí no me gusta
hablar y preguntar, y saber de los demás; seguramente nada" y añadí “ocurre que mi vida es mucho más trepidante o accidentada que la
media, y por supuesto que la vuestra, es decir que a mí me pasan más cosas”. Para
impresionar a MH y A les dije, “yo solo
he pasado cinco veces por el banquillo”, lo que no les dije es que habían sido
quizá bastantes electivas.
La
mayoría de la gente nunca daría pie a determinadas situaciones, porque siempre
las evitarían. Esta gente a la que le falta un potencial enorme de experiencia,
de garra y acumulación y libertad de
vida, son de perfil muy chato, timorato,
contenido, no salen de sus zonas de
confort jamás. Es gente a la que resulta
imposible no ya admirar sino tomarlas mínimamente en consideración, yo suelo hacer lo
contrario, no porque lo tenga planificado, sean normas de conducta o pautas de actuación, sino que
según sea cada situación tomo posición. Quizá me exija mucho, pero nunca veo otras
opciones, sino solo una cosa que es la que hay que hacer. Las circunstancias deciden por ti, no tú. Un señor
advocat, que dice renegar de su profesión ardorosamente, pero –se lo he dicho
más de una vez- por insuficiente, laxa, imperfecta, profana, ordinaria –él busca la excelsitud y el máximo rango en el tema advocat, que no
es el mejor sitio para buscarlo, y se abate,- aunque a este análisis ni llega él ni sus afines,
me comentó que él (corporativo vulgaris) no actuaría seguramente -¡menuda panda, y éste va de disidente!- contra dos abogadas, a
tal efecto recomiendo mi último libro. Saben que a ellos jamás les
pasaría. Yo les quiero mucho pero no se aproximan a la gente a la que yo tomo
mínimamente en serio, la considero, puedo admirar,
y reírme. Con la que hablaría de algo serio y me interesaría su opinión. Esa gente
la tengo absolutamente, el acuerdo es previo a todo, es de vida. Al, Fer...por ejemplo y hay más.
Bueno
pues ayer hablaron de mí, curiosamente, pero
por mis amigos vascongados. Fue por un
acercamiento reciente, también búsqueda de retomar contactos, a los que no he respondido cuando seguramente debería hacerlo. Tras
romper con todos ellos, nunca pensé en cómo eran, quedaban los profundos lazos
de amistad quebrados, vida vivida. XY desde hace unos pocos años, cuando salía
el tema, en su momento no recuerdo
oírla, me decía de mis amigos que eran muy divertidos, simpáticos, que le
encantaban todos, que siempre se
portaron de maravilla con ella
y que todos me
adoraban. Lo que no se me había ocurrido nunca. Lo que chocaba radicalmente
con mi
actitud de corte. MH que les conoce
a casi todos de siempre, decía lo mismo. Al parecer propendo/propendía a ser bastante querido. Muy bien ¿y mis enemigos de clase? Incluso me contó como un íntimo
lamentó la ruptura, se lo dijo varias veces. No lo sabía.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
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