Un joven argentino contestaba porqué votaría a Milei, diciendo: o Milei o Ezeiza (el aeropuerto de Buenos Aires), y otros venían a decir lo mismo pero no como disyuntiva de tanta plasticidad. Al parecer ante las primarias (PASO) el 62% de los jóvenes argentinos eran partidarios del líder anarco capitalista mientras el peronismo era casi aniquilado en las urnas. La narco banda del kirchnerismo con Cristina juzgada y condenada en firme por el sistemático expolio de los recursos de la nación, convocó hace unos pocos meses su acto de desagravio en la capital argentina. Allí pudimos ver al zascandil estadista Rodríguez Zapatero y al prevaricador y abogado ahora del narco-izquierdismo americano Garzón. Zapatero es uno de los grandes valedores de la despolitización de la justicia para que un búnker de políticos, pueda autorregularse (amnistiarse) al margen de la ley y la separación de poderes
La elección de Lula da Silva en Brasil y Petro en Colombia
se vivió con alborozo general en el mundo de progreso, se enfocaba por fin el
destino ineluctable de la historia, ese mesianismo que anidaba entre los
teóricos marxistas. Hispanoamérica se
teñía de rojo se proclamaba. Un anuncio de redención, encarrilado el progreso. En
la única región del mundo en que aún quedan los rescoldos del colectivismo
izquierdista. Enrique Krauze en sus
memorias, como antes diagnosticó Octavio Paz señalaron que Sudamérica, sobre
todo los claustros universitario
profesan la religión marxista contra el mundo y el crecimiento real (Asia por
ejemplo). Esa ideología impuesta en varios países ha logrado al menos un triple
triunfo: miseria o declinante
prosperidad económica, el creciente poder político del narcotráfico, y el
enriquecimiento/saqueo de esas elites gobernantes. O férreas dictaduras o
corrupción sistémica ilimitada.
Argentina en ese sentido es modélica, el
60% de la población recibe ayudas a costa de una inflación tremebunda y pobreza galopante (40%). A este
estado de cosas, de estatismo asistencial improductivo lo consideran progresista, podría serlo por molicie
conceptual, porque empíricamente es una cangrena. Todo esto ocurre cuando los
países escandinavos van abandonando los modelos socialistas, no por
insolidarios y malvados sino al haber fracasados.
El modelo argentino es el que gustaría a nuestro sanchismo,
tomando como triunfo de gestión, el
número de ayudas y mantenidos por el estado. Así como la izquierda sudamericana
solo puede respaldarse en el
clientelismo de los sectores cautivos, lo que irrumpe y toca realidades
sangrantes, no conceptos sobados y
siempre fracasados, son ya fenómenos sociales con lideres carismáticos (Milei, Bukele), que están poniendo patas
arriba Sudamérica, es en verdad lo
disruptivo y rompedor. Lo valioso es el nuevo discurso y horizontes
abiertos, más que ellos seguramente.
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