Una de esas fotos que como las del abuelo ocuparía en otros tiempos un lugar destacado en los álbumes de fotos familiares, ahora quedarán preservadas en la memoria de los móviles hasta que se rompan o pierdan.
No sería ninguna tragedia la pérdida o devastación esta de las tarjetas de memoria de los móviles, porque se ve que la memoria no es nada a recordar, ni ser meras reminiscencias (como de sueños decía Freud) de hechos vividos, la memoria se urde, diseña, planifica y obedece a la clara intención de quien la inventa y se beneficia. Y hasta la intitulan de Memoria histórica (panfletaria) o Memoria Democrática (de agitación y conversión). Memoria obligatoria con multas para el discrepante.
Claramente la vida fluye como los ríos y las corrientes de los mares en las costas y el color doble de metales, conforme tabla periódica: aurífero y broncineo, de los veraneantes y turistas tan felices y dueños de sí mismos, como nunca los dejan estar
Tres generaciones de nadadores mediterrané
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