Ya tres días de natación, al atardecer, entre el pino más bonito de los existentes que es el pino mediterráneo tan copudo como el brócoli (quise decir coliflor), y que invita a caminar por las copas de los árboles, como simios o aves (no de repetición que para eso está mi hermano). Desde el agua de la piscina entre pinos ves el mar y el cesped sedoso o bruñido (no sé que adjetivo le iría mejor) del campo de golf anexo. Primero bajó caminando a la playa la descendecia, consanguineos en dos grados en línea recta que dicen los juriconsultos como yo y mi hermano (vertebrado). Ellos a laplaya y después nosotros al chiringuito
Para subir de noche pedimos un uber, un marroqui saharaui tekna Ait Dejmel (demostré conocimiento y confraternizamos), Deberían estar acostumbrados a encontrar gente, habida cuenta los turbiones de propolisarios que hay, interesados por ellos. A los amigos del Sáhara lo que les importa es tener una causa, una gran épica, ellos.
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XY siempre ha de sacarse la copa, no concibe una foto en un bar y que se pueda pensar que vamos a ver el ambiente. Giramos visita a Fuengirola, donde tantísimos años hemos venido de vacaciones (a Mijas realmente) y otros asuntos
Todavía no hemos ido a Marbella centro, para ver el pijismo en su naturalidad más prístina, Estamos en su periferia a dios gracias, pero ya en Mercadona la sociología se imponía a la alimentación.
La voz del niño para Clara Riveros, que la pedía
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