La reflexión que escuché a Aznar, no deja de estar jurídicamente fundada y es preocupante:
1º-La decisión de reconocimiento fue mediante carta hecha pública por Marruecos, no simultáneamente según usos internacionales.
2º- No fue propuesta, discutida y aprobada por el Consejo de Ministros
3ª- Tampoco fue debatida y votada en las Cortes Generales
4º- Solo obliga a su autor: Pedro Sánchez. No tuvieron ninguna intervención los órganos representativos del Estado Español como son el Consejo de Ministros (el presidente lo es del Consejo de ministros) y el Parlamento
Una suma de chapuzas que enlaza perfectamente con el caso Brahim Ghali, la ministra española interpuesta por Sánchez, la embajadora de Marruecos en España y derivaciones y astracanadas. No se puede prescindir de la ligereza, despotismo, imprevisibilidad e irresponsabilidad de Sánchez, tomándolo en serio.
Con el asunto del Sáhara han conseguido que los favorables a Marruecos como el estadista Rodríguez Zapatero y Sánchez, consigan no representar a la izquierda en este particular, y a la vez coloquen en contra a los que estarían más dispuestos a las tesis de Marruecos que sin duda es la derecha- Es decir, negocio redondo: enajenar a la opinión pública española de las tesis marroquíes y de otros paises, por la acción del presidente español más desacreditado de la democracia española. Algo con lo que Marruecos debió contar.
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