Chukri tiene ya un modelo o camino para proseguir, tras su primer libro ha de saber lo que ha tenido de éxito rotundo (y escándalo en su país, es una obra de doble pegada).
Y no resulta arriesgado sostener que eso es lo que hace, pues saca una saga de 3 libros autobiográficos, ¡cómo se va a quedar con uno! Sería de tontos. Esto no quiere decir necesariamente que se le haya indicado el camino a seguir y él lo haya seguido, aunque tampoco impide que lo pensemos así, sin incurrir en una sola distorsión lógica ni contextual. Ni que le haya marcado ser editado en ingles con un padrino de lujo.
Acabo de terminar de leer el libro Un hombre sin título de Xavier Le Clerc, quien en realidad se llamaba Ait Taleb y es argelino, argelino francés, de la Cabilia. La vida de sus padres, antepasados muertos por Francia en la gran Guerra resultan antecedentes a ilustrar. Sus orígenes y vida son muy miserables que en Francia no mejorará sustancialmente. En la Cabilia ir a por cebada para poder comer o a por agua para matar la sed suponen desplazamientos de muchas horas de camino, horas de eternas caminatas. Lo ilustra con un libro de Camus joven por la zona, que dirá que "Argelia es la desdicha sin fin". Ni siquiera tienen el recurso de sus propias habilidades, que el medio urbano faculta y a la picaresca (de lo que absuelve Fernández Parrilla a Chukri), no tienen ni mercados ni puestos de venta, ni cafés ni bares donde obtener algo. Y eso afecta a familias, aldeas. comarcas enteras, como la guerra de independencia.
Xavier Le Clerc/ Ait Taleb no puede modelarse como HÉROE O ANTIHÉROE INDIVIDUAL que es Chukri, y que así es reconocido por legiones de seguidores y ANTIHEROE URBANO
Una recomendación.
Le Clerc, a las afueras de Caen vive muy miserablemente con sus muchos hermanos y padres, aunque su padre esté empleado en unos altos hornos necesitan de la caridad de unas monjas francesas, la familia no para de crecer, destinados todos a una vida oscura, periférica, en los confines de los confines de la ciudad, doliente; misería, discriminación, inseguridad extrema, futuro turbio e incierto de todos, venta de raquíticos pertenencias para comer, siempre ropa de segunda mano. Viajan a Argelia en verano, la miseria sigue igual. El autor hecho así mismo, triunfará en el mundo del lujo, ademas de la literatura. Los sufrimientos de familias enteras con mucho niños, de poblaciones descritas conmueven y emocionan, las destrezas de supervivencia de adolescentes audaces individuales y urbanos, que se comen al resto, mucho menos.
En ese otro mundo hay familias, sujetos sociales, clases, países, distintos ciudadanos y leyes, no hay lugar para antiheroes, ni habilidades rufianescas (sacarle un libro a Tenneesse Williams faltando a su palabra). En la Cabilia y en Caen serían impensables. No está prestigiado el postureo, ni existe la popularidad con sus loas españolas, ni la talla artesanal de un personaje. Los españoles finalmente ganan a Bowles. Por tanto imposible la IDOLATRIA que suscita Chukri, los seguidores de Chukri ahogan al personaje, no lo han favorecido, lo han hecho producto de éxito y consumo, culto e icono, o souvenir. Y Chukroi es una ECUACIÓN, un BINOMIO. El autor no está solo, es CON. Siempre ha sido CON: Bowles, editoral anglosajona, proscripción árabe, arremolinados seguidores, leyenda del santo bebedor, mito de Tanger, decorado. Autor de masas y culto. Se le maneja también como filósofo ilustrado del pueblo, voz a citar de máximas del pueblo. Chukri es tantas cosas que también es Tánger
¿Chukri podría ser en parte de cartón piedra como los decorados de Hollywood? Hay muchos Chukris, ya vemos, es un personaje y una vida que sorprendentemente subyuga, que se han comido al autor/literatura, como hay un discurso/literatura/ Chukri.
Chukri es findamental para construir el significante Tánger, su escaparatismo.
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