Mi nieto aunque es norteamericano, al músico que le habla en inglés, como sus padres entre ellos, no le entiende. Solo palabrea español centroamericano.
Este es el Guggenheim de Nueva York y no el de Bilbao, en él conocí la escultura de Cristina Iglesias, unas celosías impactantes.
Mi nieto evidentemente desprecia el arte, supongo que no lo haría con la rampa helicoidal que une los pisos. Mucho más diver, claro está
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