La foto me ha salido un poco de bodegón, diré que velazqueño, por no pensar en otros eventuales parentescos... igualmente gratuitos. Lo estoy leyendo con verdadera fruición, armado de lápiz afilado, porque es mucho lo que hay que subrayar y resaltar. Me traía dos libros de Las Palmas, que han cedido ante esta obra sin par. Solo el idioma elegante, denso, muy culto, trufado de galicismos, anglicismos, latinajos y demás, siempre aclaratorios y pertinentes, ingenioso te obliga a leerlo, un saber enciclopédico que se hace muy ameno por todo lo que tiene de gran creatividad e imaginación. Sus hallazgos son episodios narrativos y no desarrollos de una tesis, son piezas que no aparecen por transitar por senderos jamás hollados sino por hacerlo por los apenas transitados, los que hay que descubrir como anticipaciones a las propias intuiciones e interpretaciones, no por tanto arabescos dibujados en el aire, sino escritos en las líneas raizales (así escribe) del espíritu en la tierra.
Yo mismo me honro y mucho de haberlo editado
No sé si se lee Sáhara en el extremo derecha de la mesa, se trataba del estatuto de autonomía marroquí para el Sáhara. Lleno en la sala.
Iba a preguntar que pensaba la mesa de que España no reconociera la integridad territorial de Marruecos, cuando habían proyectado mapas ingleses y franceses del XVIII que ya lo incluían, pero se acabaron las preguntas. Llevaron muy en secreto este acto y a la salida en la acera de enfrente había policías nacionales. Le pregunté al Cónsul si estaban por el acto y dijo diplomáticamente que pasaban quietos por allí. A mi me vinieron en esa misma sala una turba de Izquierda Unida y saharauis afectos al Polisario, mil veces más educados y respetuosos, lo que podían propalar por los cuarteles de Tinduf.
Al Cónsul le di los dos libros anteriores, éste (el 10) llegó estando yo allí y le dije: Ya me debes 9.
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