Leyendo hoy a Jon Juaristi en ABC, entre otras muchísimas más cosas ex director del Instituto Cervantes, descubro y casi no me lo puedo creer que tanto Mikel Azurmendi como Xabier
Markiegi fueron directores del Instituto Cervantes en Marruecos, Azurmendi del de Tánger y Markiegi del de Rabat. Por lo poco que sé de ese mundo no pegan absolutamente nada. Me sorprende hasta el infinito que dos vascos de las trayectorias, biografías tan marcadas, signadas por la total autonomía de un pensamiento excepcionalmente riguroso y personal, y labrado entre tempestades pudieron pasar por el Cervantes. 
Markiegi con Eduardo Chillida
Ocurre que yo del que leo alguna cosa, poco, es del Cervantes actual, no como Azurmendi al que le tengo bastante leído (Markiegi no escribía).
Otrosi digo y reconozco, que yo soy un advenedizo e intruso en estos temas por lo que ambientes, grupos, pasteleos no me incitan a conocerlos, a lo sumo y ocasionalmente, a intentar discernirlos, dado mi posición en el bosque entre abedules y arces viendo rutilar las luces del valle con música pretenciosa de fondo. Con Azurmendi y Markiegi hubiera sido otra cosa: es otro estilo (casi oteizano), y como dijo Lacan, el estilo es el hombre.
Como me ilustró mi amigo Akalay en ese grupo vasco magrebí faltan otros dos vascos de más mérito allí: los franciscanos Lerchundi y Sarrionaindia.
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