sábado, enero 28, 2023

La pérdida aloja otra presencia. Amigo/enemigo. Carlos Gaviño

La pérdida se  transforma en presencia vitalicia, como si quedara habilitado un pequeño espacio, donde dejarla  alojada,  en el núcleo sentimental y biográfico-referencial de uno. Antes, como cualquier amigo,  radicaba en la periferia de ese centro en contacto con la realidad exterior e intercambios.  Antes fue Fer.
Tuvimos oportunidad, tras la misa de saludar y abrazar a muchos amigos de Carlos y por él algunos también nuestros. Pocas veces se puede decir verdaderos amigos, en este caso,  un fluido de aguas subterráneas mantuvo las sustancias atractivas y nutrientes sin diluirse con el tiempo. Subterráneas porque no hizo falta el regular contacto de superficie
Carlos ha conservado los amigos realmente  importantes de al menos 40 años.  A mí no me queda ni uno, por diversos motivos. Ahora bien, siempre he tenido muchos y he seguido haciéndolos (mi mérito). Hasta sus enemigos que tenía muchos, la mayoría han sabido comportarse y han estado a su altura: no fue ninguno, aunque alguna excepción vi. 
Al teórico del derecho que he leído, encima con fruición ha sido a Carl Schmitt, el jurista nazi anticonstitucionalista, por parte de sus teorías políticas, pero también seguido por  la extrema izquierda (Ernesto Laclau y colonias de roedores), de él es la dialéctica en las relaciones internacionales de Amigo/enemigo. Vínculos tan básicos  como esenciales y determinantes, las relaciones  fácticas frente a la norma, el "decisionismo" y vínculos particulares u orgánicos frente a reglas previas abstractas y positivas
Socialmente Carlos era una estrella de Hollywood y yo un cazaautógrafos -es la (única) personas que ha tenido influencia en mi, me descubrió mundos-.  y siempre cultivó los enemigos. Alguien sin enemigos o sin beber no es  de fiar, aunque conozco a dos personas que no lo hacen y son amigas. 
Me fio de los que hablan mal de otros, incluso me hacen gracia  si  es como desahogo y acto de creación, y no por motivos de ruindad, resentimiento, envidia. Carlos con los suyos le bastaba una palabra, una descripción somera de precisión, envuelta en la más bella literatura de la metáfora cruel y quirúrgica. Aunque otras veces los abatía  a corta distancia, siempre interesando órganos vitales. CARLOS.

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