Entre post o columna: post. Die Amerikaner se han ido

Ya en Lisboa, mañana para Washington (ellos), con su última gran pasión hombruna: los tranvias. Ayer bajó en uno de ellos a Santa Cruz a ver la cabalgata de los Reyes Magos. Lo resumiremos si la vergüenza no nos lo impide: más monarquía y juguetes hetero machistas patriarcales de sexo no binario (ni trinitario). Aunque el Espíritu santo nos pudiera confundir.

Sin olvidar los aviones. Nos está saliendo muy patriarcal, a ver si además sale hetero, lo que faltaba. Le interesa todo de los aeropuertos, hasta los fálicos paneles de vuelos. Incluso llevar la maleta. Cierto que los juguetes los compran los padres, pero a las maletas no obligan padres ni abuelos. Está prohibido.

Nueva elección machista, de mozo de carga. Por cierto, en el aeropuerto ningún rictus de malestar de género en el turismo, debía pasar como niño. 

Pensábamos regalarle alguna muñeca, para que  sopesase libremente con naturalidad el constructo cultural  de género, de fabricante, reyes magos, padres, abuelos que, como cantaba Bob Dylan los tiempos están cambiando, y nuestra gobernación/na dirige, orienta, alumbra y enseña  (nueva masculinidad sin pecado concebida)

Hubo también Papa Noel con mucha más familia y regalos, pero le faltaba el toque monárquico, y siempre le damos

Me deberían avergonzar los juguetes machistas en derredor, con el avión de transporte militar del USAF, el Super galaxy de la derecha. sin darle oportunidad a discernir el juego como igualación, intercambio entre afines y homogéneos (Diversidad),  simbiosos y en el futoro sex: duro o blando, o todo lo contrario.

Abochornadas por esta exhibición de micromachismos, a una vez, de género y progreso conturbado. Un día fallido.