Mi hijo recusó mi centralidad tan reñida con el policentrismo y faccionalismo posmoderno: En esta foto efectivamente presido, pero sin completud al estar impugnado por mi etnicismo, de patria oprimida, en el vestir, que apela al exidentitarismo vascongado: ya nadie lo lleva. Visto un kaiku de colores y baile lekeitiarras que decía un porfesor de Donhostias, porque siempre que ibas las había, joven yoAquí estamos padres con hijos, un padre con el suyo y consorte y una madre con la suya e idem- Todos sospechamos que llegará un día que mi hermano reciba una o más demandas de hijos esparcidos y desatendidos/desentendidos por ahí. Le dijo mi nuera: pareces (por el vestir) un profesor de la Sorbona. Ignora las materias que da, ni en la Sorbona ni en París VIII -Vincennes, si lo he escrito bien, se dan.
En esta foto exhibo insuperable indignidad, no es preciso entrar en detalles, pero mi nuera es tan top model, norteamericana y valiosa, que me cierra el camino al disimulo u opacidad
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