Como se omite la Marcha Verde -es una cita menor de acompañamiento-, que es para hacer a España la única e incondicional responsable de la descolonización, y así se evoca, como cuestión muy menor el riesgo cierto de guerra entre España y Marruecos, que obligó al Consejo de Seguridad (su competencia: guerras) y no la Asamblea General, a instar la celebración de los Acuerdos de Madrid (u otros) a fin de superar una guerra inminente. No interesa porque de esa forma la libertad de España para celebrar el derecho de autodeterminación no sería en absoluto incondicional, ni exclusiva su responsabilidad.
El libro da una visión de ellos, de Euskadiko Ezkerra en la que ETA pm se disolvió- muy positiva, de su mentalidad abierta, heterodoxia, singularidad, enriquecimeinto de la vida política, social del País Vasco. A los de Euskadiko Ezkerra se les llama euskadikos, ya en plan jatorra con un término guapo.
Escribiendo el libro de Bilbao a Bilbao, 40 año después, descubrí estando en ello, ya que mi lejanía del Pais Vasco era sideral, que todo lo que surgió de ETA y el antifranqusimo (extrema izquierda) no introdujeron alternativas de nada y todos acabaron bajo las alas del nacionalismo ya monoteísmo: ETA-Batasuna- Bildu o el PNV, incluido el post PSOE del estadista transparente Zapatero, ya con el doctor Pedro Sánchez subsumido por Bildu y dinamitando la Constitución. Por tanto siendo el libro comentado de 2022 parece mentira la exaltación que se hace de Euskadiko Ezkerra/PSOE. Al parecer les falta la fusión de horizontes que preconizara Hans-George Gadamer para aquilatar experiencias propias/colectivas con la vida y el mundo en general.
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