martes, diciembre 06, 2022

Brindamos por la Constitución, proferimos vivas a la monarquía (y a Portugalete)


Hemos vivido un proceso, que si fuera revolucionario sería (se decía cuando jóvenes) de reflujo del movimiento de masas,  a veces ocupábamos tres mesas, aunque los últimos tiempos fueron de penuria, esquilmados como algunos bancos de merluzas y sardinas: Fer ya no está, pero ayer vino Rosita. Y no alcanzo ver a mi hermano, ¿quién es, dónde está, es acaso Wally?
Me pasé toda la vida entre progres, izquierdistas y obreristas (los omitiré por transparentes). Los izquierdistas salvo los más religiosos y ultramontanos evolucionaron (evolucionamos), los progres siguieron disfrutando en sus zonas de confort, siempre en  mayoría y luciendo apariencias, demostraciones, fuera superioridad moral como enseñando El País, como si fueran libros de Althusser o Gramsci  
La monarquía es la única opción republicana de España, como he escrito muchas veces, la república en España desde la II República es la gran promesa de la definitiva exclusión de la derecha y fin de la democracia, claro.  Es la forma instrumental de propiciarlo. Y eso que saben que al menos más de la mitad del país quedaría fuera,
Portugalete al otro lado  del Puente Colgante  de La Arenas Getxo es el pueblo del médico que por fin conocí, además de un grandísimo emprendedor de allí. Vasco por los 4 costados, pero menos que yo aplicando su propio sentimiento/ideología. A mi los emprenderores ya me caen bien, no se parecen en nada a mí y tienen mucho mérito: más cuando yo he trabajado con quienes  siempre eran víctimas, inocentes, receptores, los primeros... por sorteo.
Como me pasa siempre en el cuerpo a cuerpo con los vascos hay un latido, un determinismo de misteriosa conexión.  A pesar de bastantes cosas.

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