domingo, julio 10, 2022

Mi hermano: ¿Veremos a Chaui en Málaga? La pandilla de Tenerife con vocación nomadista

Esta es la piscina de la casa de Cabopino y abajo el Mediterráneo,  nadie le verá aquí a mi hermano nadar, desde que es profesor ya no lleva siempre la chaqueta negra raída de intelectual parisino o moscovita, a dieta perpetúa de sopa de remolacha, que tanto le engrandecía intelectualmente hablando, ayer me dijo que se había comprado unos polos.
-¿En Primak? que es ese económico.
-No, en otros sitios
-¿Qué sitios? -y creo que se ha inventado los nombres o no estoy muy al tanto.
- ¿Pero ya sabes la  talla que  tienes? Irás  a ciegas, claro.
-Eso lo saben las dependientas, solo con verte te la calculan y aciertan-
-Pues que fácil todo ¿por eso te llevaban Fernando y Ana a vestirte normalizado? cuando te querían vestir con toda la ropa que te habías perdido en un montón de décadas, yendo como un judio de un shtetl de Bucovina, como a la finca de los marqueses en el norte de Tenerife donde te llevé, y solo te salvó tu alemán.
Abdelkader Chaui se considera tras el paso por Bilbao, corto y muy divertido, con los canarios que fueron, que es de la pandilla de Tenerife, ahora parece que en Marbella a donde se ha apuntado Fernando, habrá que procurar el encuentro. Aunque nuestra cita anual en Málaga es con Jamal, Nina, XY y Chaui, podemos hacer antes una cita la pandilla de  Tenerife. A mi hermano se le administra unos Tía Maria y se sale, lo malo es que se atenúa cuando se ve excesicamente mutado, le dan miedo los escalones más altos, por eso es tan conservador, que siempre será mil veces mejor que ser el progre falso, buenista, de zona de confort y opinión común. El progre contestador automático, que son todos.
Para el caso de que mi hermano se omita y pase a posición cóncava, él y su circunstancia, ya he previsto temas de estímulo: Ortega y Gasset que me interesa ahora mucho, relativamente hablando, la Escuela de Madrid, los neokantianos Cohen y Nartop de la Escuela de Marburgo. De cuando el Ortega del idealismo objetivo y previo al alimentado por  la fenomenología de Husserl, y por último le incitaré al garbancero  (contra el criterio de Andrés Trapiello) Pérez Galdós del que se ha leido dos veces sus obras completas: 10.000 páginas papel biblia. Y yo no leo libros de más de 300 páginas.

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