La expansión maniaca de mi hermano plantando comas -ahora me tiene que corregir un libro incómodo- invita a recordar que la forma de puntuación no es relevante en cuanto normativa, pero si lo es como fiel reflejo de la estructura mental, sobre todo psicológica, incardinada en el temperamento. Así mi temperamento desordenado, abandonista, con dificultad para la atención, veleidoso me hace no puntuar, desatender ritmos y flujos. Sin embargo el caracter dogmático, geométrico y cuadricular, de ideas fijas y mineralizadas, abusivamente controlador de mi hermano se abona a la puntuación como un diabético a la insulina, exagerado de comas.
Me voy al Laplanche/ Pontalis, aquí está todo y busco para confirmarme, la fase anal sádica, porque no voy a buscar la anterior, la oral, el erotismo anal sádico del niño de 2 a 4 años, en el que la líbido se asienta en la zona erógena anal, viene determinado por el goce en la retención y evacuación de los excrementos, y obviamente prefigura con esa fase pregenital un carácter, fijado a ella, de dominio y autocontrol. Así lo señaló Sigmund Freud, dibujando un tipo de personalidad para esa fase.
Ciertos rasgos de carácter que persisten en el adulto: Orden, avaricia, obstinación, control: comas.
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