Recientemente colgaba el periodista Gorka Angulo, exiliado
hace 18 años en Tenerife (Antena 3) por perseguido por ETA (miembro de Basta
Ya), la foto de su boda celebrada en la Universidad de Deusto oficiada por el
jesuita historiador Fernando García de
Cortázar (nacionalista español, según otro periodista ajeno a todo riesgo), y
con Jose Mari Calleja y Patxo Unzueta de testigos (en la cárcel el primero con
Franco y de la primera ETA el segundo). Los tres fallecidos. No sabíamos de
ninguno de esos vascos antifranquistas reales, que militaron en la estricta
soledad contra el terrorismo fueran nacionalistas españoles. Como insobornables
intelectuales provenientes de izquierda o liberales, llegaron a aceptar la
existencia e historia de España. Terrible, facha.
Entendería que cuando se habla de nacionalismo español,
alguien, alguna vez, apelara a los
nacionalismos de “gran nación” (por intentar argumentar) frente a las etnias minoritarias como
defendían los austromarxistas, pues ni eso. Mera necesidad de simetría,
inocencia y equidistancia inmoral. ¡Oh cielos!: objetividad paritaria. O que
distinguieran entre patriotismo, por ejemplo en la independencia americana y
nacionalismo, sin penetrar ya en el patriotismo constitucional de Habermas, aunque
sea por Savater, que lo lleva invocando décadas. El nacionalismo que arranca con la Revolución
Francesa y sigue con el romanticismo tardío de finales del XIX, es un fenómeno
de la modernidad como el fascismo y el comunismo. Los imperios y monarquías absolutas
(España) no.
De hecho hay grandes teóricos del nacionalismo de todo el
mundo. Habrá que citarlos (por si sirviera para algo): Amin Maalouf, Ignatieff,
Kedourie, Gellner, Hobsbawm, Appadurai, Anthony D. Smith, Benedict Anderson,
ninguno de ellos ni la bibliografía que relacionan figura nada (cero) sobre nacionalismo español y apenas
vasco/catalán. Más que nacionalismo
español, resignémonos, lo que detectamos es el “genio español”, siempre
concibiendo, inventando, siguiendo, acomodaticios en lucha.
Resulta ser que la prestigiosa historiadora, bum editorial,
nuevo paradigma epistemológico, Maria Elvira Roca Barea es una radicalizada
españolista (lo que hay que leer), como García Cortázar, se atrevieron a pensar
fuera de amables comunidades de inserción y vida eterna en zonas de
confort, con mentalidades generacionales
(Kundera) de prestigio. Había leído y regalado los dos grandes libros de Roca
Barea, veo que ciego, iluso, no advertido políticamente. Pues ojo, que no te la
den.
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