viernes, diciembre 30, 2022
Lecturas recientes. Mañana: cosmopolitismo y globalización con album
miércoles, diciembre 28, 2022
Navidades, y calle y casa
martes, diciembre 27, 2022
El Día: Carlos Gaviño de Franchy, carismático (y original)
Tuvo la oportunidad de despedirse de sus nietas y de sus
hijas Carlota y Claudia, luego le terminaron de sedar, y a esperar, una
oportunidad final que sería su último consuelo. Este parte que recibo es
también el último, procede de María Teresa Mariz Lojendio que ha estado
viniendo desde Madrid como Carlota y su niña, y me lo envía un gran amigo de la
familia, como es Carlos Díaz-Bertrana.
Con ocasión de su cumpleaños hace unas semanas (70 años) me
dijo que tenía la misma edad que Maud Westerdahl cuando murió, y que sin
embargo su marido Eduardo Westerdahl lo había hecho a los 84, que era mucho
tiempo ganado, pensando en él, para poder seguir haciendo cosas.
En efecto, perdía esa suerte de veranillo de San Martín del
que habla Pascal Bruckner gracias a la prórroga que supone el aumento de la
longevidad, que permitiría hacer lo que nunca había podido hacerse, o tener
nuevos hijos, menores que los nietos. Pero él estaba colmado con Carlota y Claudia
y las nietas de las que hablaba con verdadero arrobo, un mundo femenino
envolvente, contando siempre con profundas lealtades femeninas.
En lo que a uno toca, conocer a Carlos Gaviño supuso mucho
para mí; bajo, dijéramos, coordenadas de Heidegger, el arraigo a la tierra, que
yo traía del País vasco, gracias a él, hizo que mudara en apropiación/apertura
del mundo. Con una escenografía muy singular, yo pertenecía a la comitiva, que
con sus hijas él dirigía -con traje blanco, boquilla y abanico-, y desfilaba de
la calle La Rosa al Círculo de Bellas Artes a inauguraciones, a mí me había
nombrado secretario (del Círculo). Los
asistentes que formaban parte de la clase media ilustrada local, resultaban muy
tolerantes: Carlos podía soltarlas pardas, beber demasiado, provocar, ser pedante y hostil, amén de muy
ocurrente con momentos afiladísimos, que la buena sociedad de la institución
aceptaba sin inmutarse. Lo que yo no
entendía, comparado con mi tierra de procedencia, y fue dato sociológico de
Canarias: la permisividad, liberalismo, aceptación del otro y la impugnación,
ausencia de normativismo social y moralismo. Esto también se lo debo a Carlos,
no solo arte y cultura, también sociología empírica. Algunas se enamoraban del
personaje, que solía corresponder: un caballero siempre. He visto a Antonio
Saura o Cuixart rendir pleitesía a Carlos, pero también hacerlo al lumpenproletariat
amaneciendo en el mercado. Cuando la movida
de los 80, Carlos poeta, crítico
de arte y monarca de la noche: ante él, todos súbditos. Tan brillante y culto, provocador divertidísimo. Histórico presidente del Círculo de Bellas Artes. Y editor muy eximio.
La cultura canaria queda en deuda con
él.
lunes, diciembre 26, 2022
La casa principal reformada, la de los americanos e invitados
Nocturno
Y este un nocturno más azulado, podríamos decir
Todos estos presentes me trajo Papa Noel (más unas pantuflas), como si nada, mi nuera es una fuente de cultura tanto pictótica como literaria. (Trabajó en Random House, ahora es jefaza de derechos humanos de Disney, si cumplen proveedores, clientes... esos derechos).domingo, diciembre 25, 2022
La última vez con Carlos Gaviño de Franchy
sábado, diciembre 24, 2022
CARLOS GAVIÑO DE FRANCHY, ya se ha ido
jueves, diciembre 22, 2022
Argentina: la aufhebung de Mad Max y Apocalipsis zombie desde un ambiente pequeño burgués
miércoles, diciembre 21, 2022
Argentina delira de conatus essendi, Marruecos un paso adelante, more geométrico
Mi preferida en el Mundial era Argentina, en que no ganase, contaba con este éxtasis, la gran borrachera, la masa rugiente con las emociones desbocadas, haciendo olas gigantescas de sugestionabilidad y pathos, el estallido de colectivismo que anula cualquier noción de individuo convertido en hombre-masa instintivo.
Tanto laicismo argentino, menos cuando les sale un papa montonero, tan modernos, lacanianos, polistas, hípicos, tenistas, futbolistas, de rugby, sobre todo tan infinitamente esnobs, chovinistas y sobrados, narcisistas y petulantes, ególatras inválidados para cualquier empresa colectiva y propuesta de futuro y superacion. Ese conatus essendi espinoziano de perseverar en el propio ser, en un círculo vicioso del que jamás escaparán.
martes, diciembre 20, 2022
Tres generaciones y por fin vi a un conocido de lejos
El Día: La `soberanía popular´, el gran fundamento del totalitarismo
Dado la incultura, insolvencia y afán totalitario del sanchismo-populismo, ignoran que la
soberanía popular no reside en el parlamento (y ejecutivo fundidos), que
permitiera no someterse a nadie, sino en
el pueblo español, a través de la constitución (la americana principia:
“nosotros el pueblo”) de la que emanan todos los poderes del estado por medio
de ese marco de imprescindibles reglas de juego y ley (con recursos), que es la
constitución.
En la actualidad los golpes de estado no precisan armas, consisten en el desmantelamiento funcional de las instituciones del estado, neutralizando el poder judicial y logrando mayorías sumisas al ejecutivo. La coartada es la elección de la calle -que siempre plural y con minorías disidentes, nunca homogénea/monolítica- en lo que se basan todas las pretensiones totalitarias, que buscan llamarse democracias participativas, masas ruidosas y de choque, y plebiscitarias del todo o nada. Se precisaba un caudillo de vocación con todas sus propensiones, psicópata clínico, falsísimo al hablar, enfermizamente cínico y mentiroso, sin escrúpulos morales y una recua de fanáticos bronquistas refugiados en el mecanismo psicoanalítico de la proyección, proyectando en el otro sus propias conductas. El Rey viene detrás, hecho souvenir.
lunes, diciembre 19, 2022
Artículo de Eguiar Lizundia en Diplomatic Courier
Last month saw the conclusion of the Egypt COP27 climate summit, with a renewed focus on climate action. However, critically absent from these debates, democratic governance should be the cornerstone of any global climate agenda, write Intl. Republican Institute's Casey Cagley and Eguiar Lizundia.