El próximo lunes conoceremos esta casa, comprada por mi nuera desde Washington, radica en Cabopino, la zona más boscosa de Marbella, hay que hacer distintas compras para proveerla de enseres. Colapsa un poco con mi vocación bohemia, periférica, mi odio antiburgués y anticonvencional, mi desconsideración hacía los veraneantes, si madrileños, sevillanos, o cordobeses que sobreabundan en Fuengirola, mi inveterada ojeriza a toda la casuística progre, máxima a la izquierda caviar (my class enemy), que sin duda también merodearán por allí, no están todos en Caños de Meca, Zahara de los atunes y Menorca.
Nunca imaginé que mi hijo bien casara en Marbella y que allí veranearía yo cual pariente pobre y recogido. ¡Cuánto lo necesitaba mi anémica biografía de brillos y hojalatería, de presunción y afectación, de pompa y circunstancia!
La semana que viene comida en Málaga con Jamal Eddine Mechbal y Nina, ya acordada, frecuentación intensa a Al y Serena que nos irán a recoger a parte de la comitiva. Visita a la librería Teseo de Fuengirola y a las de Málaga,Barajo la posibilidad de ir a Melilla -quedó pendiente la segunda visita-, aunque me falten un par de rodillas en condiciones. Si aquella vez me inspiró un libro sobre Tánger igual lo hace ahora sobre Tombuctú. Y después Las Arenas- Getxo. Os tendremos informados.
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