- De literatura serán- me responde cuando se lo digo
- Salvo uno de la paz, son de ciencias-
-pues no tenia ni idea, lo miraré.
Pedro es el sumo pontífice del oceanográfico, ha pasado por universidades USA. y ha hecho muchas campañas por los océanos. Es marido de Belén y mucho más moderado y científico (ciencias fuertes, cuidado), gran conversador,
Tan guapas, divertidas, graciosas, cuánto saben del mundo moderno, no paraba de hacerles preguntas. Hacían tik tok, cantaban y hablaban en inglés. Te abismabas al vértigo de la contemporaneidad, la sima feraz y colorista, de insectos zumbones y pájaros alegres, el mundo emergente, la generación zeta, instagramer, youtuber. Yo modestamente alardeé de bloguero y Adriana me dice: ¿Qué es eso? Mi pulso juvenil pisoteado. Luego le comenté a XY esto que escribo: es cuando te das cuenta que tú no tienes absolutamente nada que decirles. Menos que contar. Salvo que fueras un progre fósil y republicano, e hicieras el ridículo hablando de la épica del antifranquismo, una épica de los más grises, aburridos y atornillados a su tedio vitae eternizado, devenidos así en generación estulta. Era mejor ser del la generación baby boom, y no del 68.
la perspectiva orillada desde lo que damos en llamar el Complejo.
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