A Jamal se podía por mor de sus méritos calificarlo de hispanista, pero no lo es del todo porque prevalece su condición españolista, que para mi la quisiera, sería mucho más feliz, si es que algo lo fuera. Ser españolista es muy fácil cuando no se es español, en esa tesitura ya veríamos.
Chaui, otro paraespañolista, nos ha honrado viniendo solo para nuestra comida y helado posterior -antes eran gintonic-, yo me he mantenido inflexible (pero no otros) por muchos helados que degusten. Según dice, mi hermano es un personaje literario y es posible que lo haga literatura, lo trascienda y acuñe de arquetipo. Mi hermano se lo merece...bueno
Jamal como siempre tiene mucho que decir y contar, ni hemos discrepado políticamente, algo que temía. Jamal no solo es entusiasta y joven sino también elegante, es un diplomático marroquí de los de antes, y muy versado en la vida.
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