jueves, agosto 12, 2021

A mi hermano: o subes con vino o te insulto en el blog y te dejo en entredicho

-Sí, sí, es muy posible que lo hagas como has hecho siempre, no te preocupes que llevaré el botellín-
-Si aprecias tu reputación deberías hacerlo. XY bien que te compra quesos,  tu  mono-dieta, para que arrases con ellos.
Belén tras mes y medio de vacaciones ha regresado a la isla.
Como se ve en la foto también hubo jamón del nuevo bueno de Mercadona, como en todos los picnic que hemos hecho en el mismo lugar durante mi periodo de silla de ruedas y post.
Ya que  se apersonó con una botella que creo que es incluso un Ribera del Duero, me abstendré de mancillarle. 
Había hablado con Ana G, y le inquiero: ¿Por qué no ha venido?
-Porque no me has dicho que viniera
-Cómo te iba a decir, si no sabía si os habíais saludado. Además esta casa es la tuya mientras no manifieste todo lo contrario.
Ahora de vacaciones ha vuelto a Hegel  -no sé si a la Fenomenología del Espíritu-, sin perder la lectura diaria en alemán del Spiegel. Es un sr advocat penalista pasado a la enseñanza secundaria. Entre tanto yo estoy releyendo La lengua absuelta de Elías Canetti, es una autobiografía en que la inocencia forzada por madre e hijo resulta más pornográfica que freudiana. La elusión/ocultamiento, sigamos a Heidegger en la ocasión, es al tiempo desvelamiento.

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