Mi entrada en Marruecos fue por el sur, sin restringirla a una época y espacio

Esta entrada es la primera post hospitalaria. Ahora no solo puedo andar sino que lo hago, cada día con más seguridad, como si fuera una función propia y hubiera andado toda mi vida, menos ese mes que me postró en silla de ruedas, la estenosis de canal tenía el ligamento amarillo totalmente inflado que oprimía a los nervios de forma crítica. Sólo  me impedía andar, en todo lo demás estaba perfecto, podía hacer cualquiera filigrana con mis piernas siempre que las mantuviera en el aire, voladizas

  Ha habido algunas personas que se han interesado por mí,  algunos quedan, y con quienes  he mantenido más contacto verbal han sido con mis amigos marroquíes, pocos, pero muy selectos. Ingresé el lunes tras ver mis 6 libros sobre el Sahara publicados (que  se pueden leer con el formato de los libros y todo gratis )  en el Observatorio Mexicano del Sáhara Marroquí. (que no puedo colgarlo). Y he pedido a Chaui 2 ó 3 libros más de mi segundo libro  traducido, que siempre responde. Les ha preguntado por los derechos de autor cabreado, que se los han comido.  Pero me conocen. El haber entrado (descubrirlo)  por el sur a Marruecos, es muy distinto a hacerlo por el norte. Hay mucha más biografía personal implicada (resultado de las inquietudes personales y generacionales) y también mucha más realidad presente, desde un prisma estrictamente  propio.

Los cuatro, uno en camino, están esquiando en Suiza, Teníamos que haber celebrado los cumple en Getxo, tener los tickets para Washington sacados para abril como todos los años.

Mi hijo se niega en redondo a hablar de Trump, como si pudiera enfermar por hacerlo, pero sí que la nieve americana es mucho mejor que la europea, de la misma opinión debe ser mi nieto, que ha tomado cursillo en Suiza. Padre e hijo son grandes aficionados al esquí.