Tengo dos libros en la imprenta ya remitidos a la editorial para última supervisión y próximamente saldrán, El de Israel y el wokismo lo presentaré en el mejor sitio: la Real Sociedad Económica, que tienen video, por tanto testimonio largo. El de Jünger y Handke obviamente no se presentará, no tiene ningún interés sino es para alguno que ande buscando sobre ellos. Para los que si tendría interés y sí sería compartir mucho.
De haberme quedado en silla de ruedas, de manera muy rápida, lo que es mejor para la posible recuperación de los nervios comprimidos en la columna: estenosis de canal, al de 24 horas de la operación ya podía caminar (de aquella manera). Ahora mal, pero mucho mejor, Alcanzo la cocina y cruzo el salón con un peldaño a un lado y dos al otro. Obviamente por la sanidad privada ¡Qué sería de la pública sin ella! Se les llena la boca hablando de la sanidad pública -me hubieran operado el año próximo-, y son incapaces de gestionar algo bien, solo de salmodias-pancarta.
Aquí se me nota más el chaleco anti balas, solo para sentado. Que de qué me sería dado poder hablar, puesto que no veo gente ni salgo a la calle, pues de muchísimas cosas. O sea, de una, de lo que escribo. Estoy enfebrecido, febrero pasado ya, por mi libro de Chillida y Tindaya aprovechando dos pequeños ensayos, pero que me he puesto a buscar todas las vicisitudes que malograron el proyecto (poética, estética, antropológicamente..), o sea el proceso y avatares administrativos, políticos, ecologistas-pueblo, que lograron impedir la magna obra que se iba a hacer, un Guggenheim subtropical.
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