jueves, marzo 20, 2025

Mi nombre: variaciones y San José y el euskera

En algún lugar de Hessen con Rainer y Delf, no es que fueran mis amigos sino es lo que había. Así  como acabo de recordar el nombre de Rainer, también lo he hecho del mío. yo era Joseph. Me enviaron dos veranos a Alemania.

Hoy he hablado con el responsable de una inmobiliaria  de Getxo. por un amigo. Nos vendió la casa y nos caimos muy bien, ese feeling vasco entre hombres. En mi móvil lo tenia como Jose sin apellido, y creía que sería él. Lo era. Me responde sociable y vasco 

-¡josé mari! 

Gorka Angulo me guipuzcoanizó  y me dice Joshe Marí. Carlos Gaviño aunque me llamaba Jose, me decía que el nombre de Jose mari era mas bonito porque era de cocinero vasco.

En el Bilbao de mi época (iría a más imposible después, imagino)  no había un solo Jose María (hubiera sido un nombre directamente anti-vasco). Había un cantante español que se llamaba Jose Maria y era de Fuerza Nueva.

En  casa y familia era Jose y con los amigos y conocidos José  Mari, en los colegios Lizun. Mucho más bonito. Jose me sonaba al primo guay, a Jose,  simpático y con don de gentes, ubicuo y dicharachero, pero José Mari a clan, etnia, localismo, txoko.

Cuando no supe mi nombre en Canarias
Fue cuando me empecé a dar cuenta de que tenía un problema con el nombre, que Jose era el de ese primo 1 de la familia; José Mari remitía a txoko, cuadrilla, al ¡Aupa! ¡Epa! en el saludo.
Una vez en una comida me tocó al lado de una profesora de Universidad, y no se le ocurrió mejor cosa que preguntar cómo me llamaba. Que le digo, no el Jose de círculos inmediatos, pero tampoco el Jose Marí de la cuadrilla, Pozas y Vaya Semanita- La segunda pregunta fue, como si fuera un password
-¿No lo sabes o no te acuerdas?
-Sí, sí lo sé. Es Jose......(aquí venia el problema)....María- Cuando mis oídos bilbaínos directamente  colapsaron. Un ultraje -¿Pero que he dicho?
Alcanzados los 50 ya era un indubitado José María. Así lo pone en el DNI, pues ya está. Tan influyente es el significante y no digamos el del padre, que bien lo explicó Lacan. Ahora me doy cuenta que en Bilbao, la gente nueva me llama José María.
 
Nunca, ninguna tentación con el Joseba Mirenak disponiendo de pruebas documentales
Los del Colegio Alemán (pre al nuevo con iglesia). hicimos la comunión en el Colegio del Sagrado Corazón con su pequeño parque, en el lugar que ahora ocupa el Corte Inglés.
¿Cuáles mis presuntas pruebas documentales? Pues que tenía y conservo por ahí, recordatorio de la comunión en Euskera, igual antes del año 1960, y no eran clandestinos, de imprenta.
Los de la endemoniada persecución de Franco contra el euskera, como la directora bilbaína de La Infiltrada, afincada desde los 13 años en Madrid que dice que su padre se tuvo que ir a Madrid porque no le dejaban hablar euskera, Pues no era difícil encontrar alguien en Bilbao que hablara euskera. Falsedad de toda falsedad, ignorancia brutal, ¿víctima en Madrid?
Euskaltzaindia Academia de la lengua vasca  (2ª época) se hizo con Franco ya en los 50. Hace unos años escribí de memoria 4 ó 5 revistas en euskera (mayoría curialesca). Con Franco estaba la ikastola Lauro en la Gran Vía y otras.
Cuántos reclutas  llegaban a la mili, con Franco si tener ni gota de idea del erdera o castellano. ¿Hasta entonces mudos? Si casi lo conocí yo con mis prórrogas en Sevilla,

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