Estábamos libando en el bar con Idoia y Jose cuando han empezado a pasar barcos por debajo del Puente Colgante, algo que es infrecuente y me he puesto a disparar frenético mi celular como si fuera un fusil de asalto M-16. No me ha salido ni una. Si hubiera sido un fusil y el mercante estuviera artillado me hubieran dado matarile sin remisión.
Me advirtió XY ayer , mira que escaparate, las Arenas señorial y clasista, y añade, esto no lo ves en ningún otro sitio. Le respondo: sí, en Sevilla.
El pijerío sevillano tiene un punto venezolano en cuanto a ostentación, de aquí estoy yo, que en lugar de ferretería de oro colgando, viene a ser más o menos de inspiración terrateniente. El de Getxo es más luterano y recogido. No es el bilbaínismo, otro concepto y dimensión.
Aquí taciturno cavilando sobre Zygmunt Bauman, sintiendo poéticamente su curso, rumor y cabrilleo (líquido).
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