-Hoy tienes planazo
-Pues sí
El traumatólogo es tambiénn vascongado, aunque guipuzcoano y no vizcaíno (del mismo Bilbao, que soy yo) y tenemos amigos comunes tambien vascongados. Entro
-¿Cómo estás?
-Regular.
-Ya veo, traes la muleta y no la usas.
Paso a contarle mi paso hace un par de semanas por el médico de rehabilitación, y cómo me ha antagonizado la cerveza, porque el lúpulo y la cebada son lo más incompatible que pueda haber con el cartílago que ha de desarrollarse para proteger mi rótula. Ese dia miramos internet y era tal que así, solo hay que poner: cartílago, rótula y cerveza
Y ya, como cada vez soy más mi madre, me pongo hablador, superficial y sociable, que se han convertido en mis características más destacadas- Le cuento al traumatólogo vascongado:
-Me dijo que no debía beber cerveza y le respondí que mi relación con la cerveza es como un ascesis y estado de gracia e integridad personal.
-Pues beba vino
-Es que ya lo tomo, pero no como alternativa sino como complemento.
Se lo estoy contando al traumatologo vascongado, que le mira a a la enfermera también y nos dice riéndose:
- Vamos, que no mezclaras.
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