Para una universidad mexicana, creo, me han pedido una cosa universitaria o académica -no sé ahora como se llama- sobre Tánger/generación beat/ contracultura, que en parte es de lo que va mi libro inminente. Así que he revocado mi negativa inicial. Me habían pedido currículo, foto, estudios que prácticamente no tengo. A lo que respondieron, pero eres licenciado en Derecho, les contesté que aunque casi no tuviera estudios, en realidad era más, ya que había sido abogado, mucho más peligroso. Si tenía master y cosas así propias de la provincia académica. Que estaba más fresco que una lechuga. Les he mandado unos apuntes de mi libro aún no alumbrado. Han acusado recibo y agradecimiento, que no cuesta nada. Justo ahora recuerdo que hice los cursos de doctorado por filosofía, la única vez que me ha interesado algo de la universidad.
Hete aquí que una amiga (nueva, para las antiguas me extinguí) vasca empresaria me manda unas demandas de dos trabajadoras que le han demandado
La ignorancia de la letrada es prácticamente animal y muy excitante, ¡cuántos auténticos disparates!, me han dado ganas de postularme de abogado. Primero me marché del País Vasco pero regresaba en vacaciones y demás, pero posteriormente desaparecí para todos, lo logré. No podía con el nacionalismo veraniego, unísono y coral ¿qué era eso de izquierdas y derechas, laicismo y beatería, pueblo y disidencia...? El mismo camino que con la abogacía, me sale, y yo me pliego. Hasta el ramalazo de hoy.
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